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ESPECIAL PARA DIARIO ANDINO

Desarraigos: Hacerse un lugar, no es “sin los otros”

En esta entrega la psicóloga Violeta Paolini aborda las problemáticas que representan para muchos el hecho de cambiar de lugar de residencia.
09/11/2016
Desarraigos: Hacerse un lugar, no es “sin los otros”

Al proponernos en el programa anterior hablar sobre el desarraigo en nuestra localidad, evocábamos varias cuestiones: por un lado, la venida de gente a habitar en nuestra localidad desde otros lugares geográficos, y por otro, la ida de jóvenes a estudiar a otras ciudades al terminar la escuela secundaria.

Ante esto, recordé el término “desarraigados”, trabajado por Miller, en su texto así llamado. En un comentario acerca del mismo, encontramos:

El desarraigo es definido, siguiendo a Lacan, como la pérdida de aquello que afecta hasta lo más íntimo del organismo humano: el asimiento de lo simbólico. Aunque es un término que no desdeña sus resonancias sociales, los casos presentados y las discusiones que suscitan tienen el mérito de mostrarnos una clínica que se encuentra a la altura de la subjetividad de la época sin caer en “una débil sociología psicoanalítica”, [1] como sostiene Mauricio Tarrab en su artículo. (de Virtualia, publicación de la Escuela de Orientación Lacaniana)

En la clínica constatamos que los cambios reales producen movimientos simbólicos, que denotan diferentes efectos según los casos.

Es decir, depende de los recursos simbólicos, herramientas en relación a la posición en cuanto a los lazos con el otro, con las que se cuenten, para tramitar estas situaciones, y poder encontrar así, una nueva ubicación, “un lugar en el mundo”, como suele decirse. Dado que la ubicación es subjetiva, además de los datos concretos de la realidad.

“Hacerse un lugar”, no es sin los otros, pero mucho tiene que ver la relación simbólica que se tenga respecto a la propia estructura, matices desde neurosis a psicosis, y a la propia modalidad de goce, o satisfacción.

En el próximo Encuentro Americano, “Asuntos de familia”, tendremos oportunidad de trabajar “el Otro en Uno”, cómo hacer para que el analizante pase de hablar de su familia, donde el Otro constituye la matriz del sentido, del “destino” en el que suele refugiarse el individuo, para interesarse en el sínthoma singular que encausa el goce de cada uno?

Esto en el camino de un análisis, ahora bien, cuando se trata de separaciones, cortes y nuevos anudamientos, como en los casos mencionados, hay una elaboración extra a hacer, continuaremos conversando.

Violeta Paolini. Miembro de la EOL y AMP.

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