Turista advierte abandono en veredas, espacios verdes y farolas

Volví a Villa La Angostura después de mucho tiempo y renové la sensación de que me faltan las palabras para describir la belleza y majestuosidad del paisaje.

 Lamentablemente, las encuentro con facilidad para manifestar mi decepción al notar el abandono evidente en veredas, espacios verdes y farolas rotas como en el Boulevard Quetrihue y Paseo Costanero del Lago Correntoso, sumado a la desprolijidad y falta de limpieza en general, excepción hecha de  Avenida Arrayanes.

En defensa de la identidad de este lugar único, me sorprendió negativamente  encontrar carteles metálicos que indican el nombre de las calles  así como también la desaparición de las históricas casas de madera características de la arquitectura de Bustillo, en la zona de puertos, reemplazadas  por construcciones metálicas que nada tienen que ver con el estilo del lugar.

Es deseable que el progreso nos alcance y se manifieste en la infraestructura que permita mejorar la calidad de vida de la población, pero eso no debe traducirse en hacer de una villa de montaña una ciudad de tantas que podemos encontrar en el resto del país.

Como contrapartida de la desidia estatal, es notorio el esfuerzo y  la calidad de los emprendimientos privados tanto comerciales como de hotelería, dignos de destacar.

Es de esperar que las autoridades se pongan a la altura de las circunstancias y que como ciudadanos tomemos conciencia de que hay pocos lugares en el mundo tan bellos como éste.

 De nosotros depende defender su estado y su identidad.

María C. Isla

DNI 11.441.141

Gral. Roca- Río Negro