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"La Onicomicosis"

En esta entrega, la bioquímica Milagros Boglich explica de qué se trata este hongo que afecta las uñas, las dificultades para el control clínico, cómo se contrae y cómo prevenirla .
14/09/2017
"La Onicomicosis"

La onicomicosis es la enfermedad que más frecuentemente puede afectar las uñas de los humanos, siendo responsable de más de la mitad de los casos de alteración ungueal (onicodistrofia). Se trata de la infección de las uñas por hongos.

 Las onicomicosis pueden ser causadas por tres grupos diferentes de hongos: dermatofitos (en un 90%), levaduras y hongos miceliales no dermatofitos. Dentro de los primeros, el agente etiológico más común es Trichophyton rubrum

En la mayoría de los casos (un 90%) están producidas por hongos que pueden afectar también la piel y el cabello, denominados dermatofitos;

El control clínico de las onicomicosis es a menudo difícil por diferentes motivos.

De entrada, el diagnóstico obliga a descartar enfermedades de la piel o sistémicas que pueden afectar las uñas de forma similar, por este motivo a veces es recomendable realizar estudios microbiológicos por confirmar el diagnóstico.

 Desgraciadamente, estas pruebas no tienen una fiabilidad del 100%, y por tanto, en ocasiones pueden dar resultados falsamente negativos. El tratamiento de las onicomicosis puede requerir la toma de medicamentos antifúngicos durante largos períodos de tiempo, lo cual no está exento de efectos secundarios e interaccionan con otros medicamentos, con alchol etc.

 Finalmente, las recaídas de esta enfermedad son frecuentes, especialmente en las onicomicosis de las uñas de los pies.

¿Son muy frecuentes los hongos en las uñas?
. Son la causa más frecuente de trastorno ungueal del adulto, y suponen el 15 – 40% de todas las enfermedades de las uñas. Algunos estudios revelan que hasta el 3% de los adultos sufrimos una infección fúngica (y en mayores de 70 años, hasta el 50%). Los hongos que infectan más frecuentemente las uñas son los dermatofitos (el más habitual es Trichophyton rubrum), que engloban hasta el 90% de los microorganismos implicados

¿Quién las sufre?

La prevalencia de esta patología ha aumentado en los últimos años y está influida por las condiciones climáticas, profesionales y socioeconómicas, siendo variable en los diferentes países y continentes. Aparecen en cualquier parte del planeta y acostumbran a ser más frecuentes en hombres que en mujeres.

 El aumento de la prevalencia es debido a diferentes factores: exposición a hongos patógenos en instalaciones deportivas y de ocio, envejecimiento de la población, incremento en el número de diabéticos, tratamientos inmunosupresores y citotóxicos, y la pandemia del SIDA. Este proceso es mucho más frecuente en gente anciana (probablemente debido a un retraso en el crecimiento de la uña, las deformidades de los pies y la frecuencia de pequeños traumatismos por alteraciones de la marcha), en diabéticos o immunodeprimidos y en personas que frecuentan piscinas, vestuarios, gimnasios, así como en profesiones que requieren el uso de zapatos cerrados, sobretodo en ambientes calurosos y húmedo

¿Cómo se contrae?

Como en cualquier infección, hace falta que haya una fuente de contagio y un huésped susceptible de sufrir la infección. En general, los dermatofitos pueden proceder del suelo (dermatofitos geofílicos), del hombre (dermatofitos antropofílicos) o de los animales (dermatofitos zoofílicos) Estos organismos acostumbran a crecer en ambientes húmedos y cálidos.

¿Cómo se manifiesta?

La onicomicosis se manifiesta en forma de alteración del aspecto normal de una o más uñas de manos o pies.

 Las uñas de los pies se afectan más a menudo que las de las manos, y éstas últimas normalmente se presentan simultáneamente con las de los pies. Es muy habitual la afectación de varias uñas a la vez. Clínicamente puede existir una separación de la uña del lecho ungueal, engrosamiento de la uña con descamación subungueal, cambio de color de la uña desde amarillento o verdoso hasta marrón o negro

. Cómo se diagnostica?

La sospecha diagnóstica de onicomicosis acostumbra a ser clínica, pero es recomendable realizar estudios micológicos que nos darán el diagnóstico definitivo. Hace falta coger una muestra suficiente de la uña, preferentemente escamas subungueales, obtenidas de la parte clínicamente más afectada. La muestra se envía al laboratorio, 

¿Cómo se trata?

Los objetivos del tratamiento de la onicomicosis son la curación micológica y la recuperación clínica de la uña.

Los fármacos tópicos son de muy poca utilidad, ya que la concentración de los mismos puede bajar hasta 1.000 veces desde la superficie ungueal hasta el lecho –que es donde debe actuar¬ y también porque la uña es hidrofílica (atrae el agua y repele las grasas) y los medicamentos antifúngicos son lipofílicos (se disuelven en grasas)

. Dado que la uña tiene un crecimiento lento (0,1 mm/día las uñas de las manos y 0,03-0,05 mm/día las uñas de los pies), ésta tardará muchos meses en recuperar su aspecto Cuando la afectación de la uña es lateral y/o proximal, y tenemos más de una uña afecta, el tratamiento de elección son los antifúngicos orales (normalmente asociados a preparados tópicos). Las pautas varían según el fármaco utilizado (terbinafina, itraconazol o fluconazol), pero en general tienen una duración de 4 a 6 meses.

 El tratamiento debe ser siempre supervisado por un médico. Las recaídas tras el tratamiento son frecuentes y pueden ser debidas a una reinfección o a una erradicación incompleta del hongo original.

¿Cómo se puede prevenir?

Para evitar las onicomicosis, especialmente en trabajos dónde se debe calzar zapato grueso y cerrado, y aquellos que requieran el uso de duchas comunitarias hace falta aplicar medidas de prevención colectivas e individuales

En cuanto a las medidas individuales, hace falta tratar el pie de atleta recurrente a la mayor brevedad posible para evitar la infección secundaria de las uñas. Los individuos propensos al pie de atleta deben tener una buena higiene de sus pies y tener especial cuidado en el secado de los mismos tras la ducha.

 Se pueden utilizar de forma profiláctica, antimicóticos en polvo o terbinafina en crema para prevenir el pie de atleta recurrente. La aplicación periódica de lacas de uñas antimicóticas podría prevenir las recurrencias de las onicomicosis, pero hacen falta estudios más amplios para confirmar su eficacia.

 

Biblg Sociedad española de dermatología  Sociedad Argentina de dermatologia

 

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