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“El Psicoanálisis hace la vida más simple, Freud.”

 En esta entrega, la psicóloga Violeta Paolini reflexiona sobre el deseo y afirma:  “No se alarmen, que el deseo no sea nunca satisfecho del todo no implica que no pueda haber satisfacciones”. Ecuchá su columna hoy a partir de las 11:30 Hs por FM Andina.
01/11/2017
“El Psicoanálisis hace la vida más simple, Freud.”

Un análisis apunta a simplificar el camino por el cada ser hablante pueda llevar adelante lo que desea. El problema es que la neurosis, por nombrar la estructura más común, el neurótico transforma ese camino en toda clase de vicisitudes, vericuetos, postergaciones, impedimentos, Por qué? Para qué alguien se complicaría la existencia?, siempre hablamos de su inconsciente por supuesto, aunque en algunos casos, es dicho directamente.

En el programa anterior hablamos de la satisfacción del goce de la vida. Sin ir tan lejos, retomando las preguntas que surgieron, tendríamos que decir satisfacciones, en tanto que el deseo, por estructura, se satisface en forma parcial. En un primer momento, no se deslinda tan fácilmente el tema del deseo y la pulsión para Freud, es Lacan quien aclara a lo largo de toda su enseñanza algunas cuestiones respecto de estos temas, fundamentales.

El deseo es el motor de la vida, y no es sin el deseo del Otro, así es como aparece un sujeto deseante, por muchas transmisiones. Pero en sí mismo el deseo es imposible e insatisfecho por estructura, es lo que nos hace avanzar, vivir, gozar, amar, etc. Porque somos hablados, por el lazo social, necesitamos relacionarnos con los demás para sentir satisfacciones parciales, así es como el bebé pasa por el pecho materno y todo su cuerpo va cobrando vida a partir de contactos, sensaciones, palabras, miradas, atenciones. Son esas satisfacciones que luego el sujeto volverá a querer  alcanzar su meta, y nunca lo logrará del todo, lo cual hace seguir deseando.

En las neurosis más conocidas como obsesiones e histerias, esto se complica, puesto que se confunde esa posibilidad de  disfrutar parcialmente con la idea de que si hay satisfacción el deseo, éste  desaparecería, entonces, para lograr su preservación, el neurótico “se queda con las ganas”, no concreta algo porque  después que lo consigue no lo quiere más, se aburre. Esto aparece con bastante frecuencia. Cómo hacer para conservarlo sin hacer síntomas?

En la clínica aparecen modalidades con diferentes matices, pérdida, aplastamiento, adormilamiento del deseo, hasta el punto de la  resignación, tal como planteaban la vez anterior, matar el deseo o “no querer querer”, es uno de los síntomas que aparece más en la época, taponado con propuestas de satisfacción absoluta y garantizada.

Quién puede querer eso? No se alarmen, que el deseo no sea nunca satisfecho del todo no implica que no pueda haber satisfacciones, es decir, una satisfacción, y otra, y otra, el deseo es indestructible, y contagioso, además, creo yo, en el mejor de los casos.

Continuamos en la Radio.

Violeta Paolini, Miembro de la Escuela de Orientación Lacaniana y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis.

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