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Marzo, el mes de las chaquetas amarillas

Es el tiempo en que las avispas alcanzan mayor cantidad y agresividad. Especialista recomienda tomar recaudos.
07/03/2018
Marzo, el mes de las chaquetas amarillas

Marzo no sólo es el mes de mayor abundancia de las chaquetas amarillas sino el momento del año en que estas avispas están más activas y agresivas. Sucede que es el pico de abundancia de las colonias y como las proteínas comienzan a escasear (los pequeños insectos, por ejemplo) salen en busca de los alimentos que necesitan.

Los investigadores las definen como “depredadoras, oportunistas y carroñeras”. “Su dieta es oportunista, de modo que comen lo que está disponible a su alrededor. Por eso, se vuelven una gran molestia y un riesgo para quienes están al aire libre”, indican.

Suelen estar en las playas principalmente, cerca de la orilla, porque buscan agua y sus nidos son subterráneos, con un orificio por donde entran y salen avispas. Por eso, los especialistas recomiendan caminar siempre con calzado porque los agujeros son casi imperceptibles y en un instante, pueden salir muchas avispas. “Cada agujero puede tener miles de individuos. No pican para alimentarse pero si se sienten agredidas, van a salir”, aseguran.

Maite Masciocchi, investigadora del Conicet en el INTA Bariloche, remarcó que “en septiembre u octubre, las reinas dejan de hibernar y arrancan con la construcción de nidos. Colocan los primeros huevos y alimentan a las primeras larvas . Al principio de la temporada, recolectan hidratos de carbono en frutos y flores; en esta época, en cambio, la mayor demanda es por proteína”.

Esta avispa está instalada desde el norte de Mendoza, bajando por Río Colorado hasta Tierra del Fuego.

Su primera detección fue allá por 1980 en un paso cordillerano al norte de Neuquén. “Hubo una dispersión natural del reinas que ya estaban en Chile. A ese país, entraron a través de un cargamento de madera que venía desde América del Norte. La hipótesis más firme es que atravesaron la cordillera por un paso bajo. Así ingresaron a la Argentina”, señaló Masciocchi.

Explicó además, que esta avispa es muy diferente a la abeja. “No almacena alimento adentro del nido. Sale, recolecta y lleva al nido para consumirlo. Por eso, con los días fríos salen igual porque no tienen comida”, subrayó y aclaró que “a diferencia de la abeja que pica y muere, la chaqueta puede picar varias veces y su veneno es muy peligroso por el tipo de proteína que tiene”.

El dato

1980 Es el año en que se detectan por primera vez estos ejemplares en la Argentina. Estiman que ingresaron desde Chile.

 

 

Fuente Río Negro 

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