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“Los míos, los tuyos y los nuestros”

En esta entrega, la Psicóloga Violeta Paolini explica cómo es el mecanismo para que funcionen las familias ensambladas y sostiene: es importante que haya reglas claras a respetar por quienes convivan. Escucha su columna a partir de las 12:00 por FM Andina.
29/08/2018
“Los míos, los tuyos y los nuestros”

En el programa anterior surgió la pregunta acerca de cómo convivir con hijos de otra pareja.

Si bien habría que situar la singularidad de cada caso, podemos decir desde el Psicoanálisis que se trata de funciones, es decir de quién ocupa la función del adulto,  depende cómo esté conformada la familia, así como la edad de los hijos y las distintas configuraciones familiares de hoy.

Es necesario el cuidado y la transmisión de valores, del deseo no anónimo hacia cada hijo, más allá que no sean padres biológicos, en una convivencia. Además de reglas claras a respetar por quienes convivan.

La pareja del padre o de la madre con quien se convive es un adulto que ejerce su función de autoridad y merece respeto tanto como el padre o madre quienes hayan sido genitores, y éste lugar debe dárselo su pareja, quien transmitirá a sus hijos dicha condición.

En la transición de la modificación en las relaciones de parentesco habrá que ver cómo se reubica cada uno y escuchar qué sucede con cada miembro de esa familia. Qué malentendido se teje, ya que en todas, de todas maneras el malentendido familiar aparece, por estructura, es decir: La familia, sin agujeros,  no existe. Lo que no quiere decir que no haya posibilidad de desenmarañar los entramados o embrollos familiares.

Y, en los casos favorables, despejar el camino para que las relaciones sean más fluídas, y el camino hacia el buen encuentro, más corto.

Esperamos sus mensajes en la Radio, gracias!

Violeta Paolini, Miembro de la EOL y AMP.

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