"Por qué queremos una mascota en nuestro hogar?"

Queridos lectores: es muy lindo empezar este camino, donde intentaré transmitirles mis conocimientos para que puedan entender a su perro y tener una convivencia agradable.

Un perro puede vivir muchos años a nuestro lado, con lo cual lo más importante es estar realmente seguros de que estamos dispuestos a compartir nuestro espacio, nuestro tiempo y nuestra vida con un peludo que nos acompañará entre diez a quince años.

Este es el punto de partida más importante y debemos preguntarnos: ¿por qué queremos una mascota en el hogar? ¿tenemos un espacio apto, tiempo para dedicarle y medios para atenderlo?

Un espacio apto, no necesariamente significa amplio, pero si un lugar seguro y refugiado del clima.  Y debemos saber que una mascota conlleva un costo económico desde el primer día. Debo dar sus vacunas, mantenerlo desparacitado, asegurar su alimento y saber que debemos acudir al veterinario ante cualquier imprevisto.  ¡¡Y créanme!! que los imprevistos existen muy seguido.

Si dicho esto, sentimos que estamos en condiciones de tener una mascota en casa, entonces, seguiremos avanzando en este maravilloso mundo, y cada quince días me acercaré a ustedes con distintos temas que ayudarán en la educación de su perro perfecto.

Para enseñar adecuadamente a nuestro perro, nunca debemos olvidar que es un perro. No es un humano, y aunque mucha gente lo llame "mi hijo",  será nuestro "hijo canino" y nada tiene que ver con un hijo humano. Esto tiene su razón ya que la especie canina tiene necesidades que se heredan en su genética, y por más que los perros han llegado a convivir con humanos de manera excelente, nunca debemos olvidar que tienen necesidades puntuales que debemos cubrir.

Un dato muy importante, es que un perro adulto, llega a un desarrollo emocional de un niño de no más de cinco años. Y no importa que tan agresivo se vea un perro, sus emociones son de un niño, aunque usted no lo crea!!

Esto nos ayuda en su desarrollo de una manera muy interesante. Si utilizamos los refuerzos positivos para decirle a nuestro perro que queremos (es decir, premiamos cada vez que hace algo bueno) y en cambio, ignoramos sus conductas indeseadas; en pocas repeticiones nuestro amigo aprenderá a sacar provecho de las situaciones que le generaron algún tipo de placer. Y para esto, no hemos tenido que enojarnos ni una sola vez.

Estas situaciones que generan placer a nuestro perro, son el juego, los premios en comida, y por encima de todos los premios, el premio de los mimos.

Si soy justo y premio a mi perro en el momento exacto que hizo lo que yo deseaba, y lo repito un par de veces, verán que rápido empieza a responder.

y aquí hay un tema muy importante: el contacto con mis manos es un premio para el perro. ¡¡¡SIEMPRE!!!! Con lo cual; muchas veces, reforzamos acciones que no deseamos sin darnos cuenta.

El ejemplo más común es que el perro nos salta cuando llegamos a casa. El perro naturalmente se apoya en sus cuatro patas, pero es la convivencia con el humano la que le ha enseñado a saltarnos. Cuando llegamos de trabajar, nuestro perro está feliz de vernos, y al principio, nosotros también estamos felices de ver a nuestro cachorro. Siempre miramos a los ojos a nuestro perro, y en idioma canino, la mirada a los ojos de sus seres queridos, significa "VENÍ". le estamos pidiendo que venga, pero como estamos más altos, el vení es hacia arriba, con lo cual le pedimos que salte. Y como nos salta, ponemos las manos para sacarlo, y con ese contacto lo estamos reforzando. Y cada día nuestro perro salta más y más porque aprendió que con eso lo tocamos. ¿Increíble no?

Quincena a quincena entraremos más en detalles en cómo educar a este ser tan especial. Muchas veces deberán volver al artículo anterior para entender todo en detalles. ¡¡Hasta la próxima!!

Adriana Martinelli.

Adiestradora Canina