“La mentira en los niños”

¿Por qué mienten los niños? ¿Por qué  los adultos se enojan tanto a veces al descubrir  que sus hijos no son absolutamente transparentes y les piden que siempre les digan la verdad?

Por un lado, está muy bien que los hijos puedan contar con sus padres y saber que hay un espacio para  hablar con ellos, de lo que sea y ser escuchados.

Por otro, hay una necesidad estructural, en el desarrollo en un momento muy temprano de la vida, de poder alivianarse un poco, acerca de esos otros que supuestamente todo lo ven, que todo lo controlan, que todo lo saben! Lo que en Psicoanálisis llamamos que el Otro pueda ser engañado. Que sea falible de alguna falla, algún error, humano, y deseante.

Esos juegos que se hacen con los niños, dejando pasar como quien dice algo, hasta en forma de chiste, mirando un poquito para otro lado, y que les causa tanta gracia.

Cuando el niño descubre que puede salirse con la suya y no es castigado y los dos se ríen: niño y adulto, con lo cual, tampoco se trata de dejarse tomar por tonto, pero es un acuerdo tácito, una complicidad.

Todo esto es fundamental para que se vaya construyendo un mundo en donde se establecen códigos, los cuales pueden tener condiciones que serán transgredidas y otras no.

Si vamos al caso extremo y dejamos que esto continúe por supuesto que estamos  en problemas, y es el caso de los niños tiranos que pretenden dar órdenes y no respetan a los adultos, cuestión que hoy día también aparece en las escuelas y en la clínica.

En estos casos hay que reubicar funciones y alojar al niño en la trama familiar para que no se pierda, puesto que no tiene las herramientas por sí sólo de ubicarse. Para ello se trabaja con los padres, en cuanto a los recursos a utilizar a tal fin, quienes también aprenden a medida que aparece la responsabilidad de criar hijos en sus vidas sin tener por qué saber cómo hacerlo  antes!

Es amplia la variedad de situaciones que se plantean en la consulta en relación a este tema.

Muchas veces vienen padres preocupados, y se verá en cada caso a qué responde  ese síntoma por ejemplo cuando traen a un niño “mentiroso”, qué es lo que se pone en juego allí, en la familia y en la propia responsabilidad de cada niño. Algo del lazo con el Otro simbólico seguramente también habrá que revisar, tema que se emparenta con los niños que “sacan cosas”, en vez de pedir, pasando por el otro como corresponde, dificultad que retomaremos en un próximo programa.

Continuaremos conversando en la radio, los esperamos!

Violeta Paolini, Psicoanalista Miembro de la EOL y AMP.