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Los primeros instantes del accidente narrados en primera persona

Un joven barilochense asistió a las víctimas en los minutos posteriores al accidente vehicular. Ayudó a un hombre atrapado del otro lado del fuego y brindaron apoyo a los rescatistas.
27/07/2019
Los primeros instantes del accidente narrados en primera persona

Los momentos críticos son aquellos que nos definen. Seguramente Ricardo Zúñiga no analizó semejante frase y solo se entregó a lo que el estado de emergencia requirió en el kilómetro 2.161 de la ruta 40, popularizada como Siete Lagos.

Este viernes debería haber sido un día común para él. A las 7 emprendió viaje hacia Villa La Angostura junto a Joel Guentemil, un compañero de la arrendadora de autos para la que trabaja. Su misión consistía en buscar un auto que habían dejado unos turistas en esa ciudad. Al mediodía emprendieron su regreso pero se encontraron con un panorama envuelto en llamas en plena ruta.

“Estaba saliendo combustible del camión”, recordó acerca de la primera certeza una vez frente a la escena del accidente. Indignado relató como los demás conductores solo giraron y se retiraron del lugar: “nadie se preocupó por lo que estaba pasando”.

En diálogo con Radio Seis, Ricardo relató que en el lugar encontraron al chofer del camión y a otras dos personas. Junto a Joel les preguntaron si había más gente involucrada pero entre gritos y llantos solo pudieron saber de un hombre que todavía estaba en el punto del choque.

Parados frente al fuego comenzaron a gritar hasta que encontraron una réplica del otro lado de la cortina de fuego. Para llegar tuvieron que esquivar el camión que estaba siendo consumido por las llamas. Treparon una lomada, ascendieron 100 metros y bajaron para llegar hasta Cacho, quien trataba de sostenerse en pie apoyado contra un árbol.

Todo esto en medio del fuego, explosiones. Fue algo que me quiero sacar de mi cabeza”, afirmó sobre una situación que no podía abandonar. A ellos se unió Silvia, a quien reconocieron por su uniforme de Parques Nacionales, con quien se acercaron al camión.

Ricardo aún no puede creer que haya tenido que gritar tantas veces, incluso insultar, para lograr que un puñado de personas ayudaran a sacar a Cacho porque estaba “completamente quemado”. El hombre ya no portaba su ropa de trabajo, solo algunos pedazos de su pantalón pegados al cuerpo.

Luego de sacarlo de la zona de peligro lo cubrieron con una manta y aguardaron la llegada de la ambulancia. Mientras tanto, junto a un baqueano y dos personas más hicieron un rastrillaje por el cañadón que dibuja la curva de la ruta temiendo encontrar más víctimas del accidente.

Ricardo y su compañero se quedaron hasta el último instante. Ayudaron a Silvia a preparar las cintas que le indicaron al helicóptero la velocidad del viento y hasta hizo de chofer para los agentes policiales que tenían que ir de un puesto de control a otro.

“No sé si fue una decisión mala. No me importa, lo único que quería era ayudar”, repite apenas horas más tarde de haber presenciado un hecho que lo marcará de por vida. Hasta llegaron a pensar si hubieran sido ellos los involucrados si habían manejado a segundos del accidente. “Se me pasó toda mi familia por la cabeza”, dijo.

Lo cierto es que esta tarde ayudaron a Cacho, quien formaba parte del equipo técnico del Ente Provincial de Energía del Neuquén y había estado trabajando en restablecer el servicio en Villa La Angostura. “Nos comentó que tenía hijos”, recordó sobre el tiempo que pasaron hablando y en el que buscaron darle contención y decirle que iba a estar bien. Una promesa que esperan se cumpla con el correr de las horas.

Ricardo manejó por esa misma ruta en horas de la mañana y no encontró hielo sobre el asfalto. Solo algunos manchones de nieve blanda. Sobre el punto del choque solo describió un lugar con una curva y luego una camino de descenso.

En el lugar escasean las señales de celular haciendo imposible una rápida comunicación ante una emergencia de tal magnitud. De hecho, resaltó que los primeros en llegar fueron el personal de Parques Nacionales y los habitantes de los campos cercanos.

Más tarde se les unió una mujer, a quien considera una médica, que fue quien tomó las decisiones sobre los heridos. Una hora después una camioneta con un bombero que también ayudó en las maniobras de primeros auxilios. La ambulancia tardó media hora más.

 Fuente Bariloche2000

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