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HOMENAJE

Conrad Meier, hacedor y defensor de la historia cultural de Villa La Angostura

Compartimos una pequeña semblanza del destacado vecino, quién falleció esta madrugada a los 77 años.
19/09/2019
Conrad Meier, hacedor y defensor de la historia cultural de Villa La Angostura

Nieto de alemanes, hijo de padre alemán y madre argentina, Conrado Guillermo Meier - más conocido como Conrad Meier- nació en Bariloche en 1942 y pasó su infancia en el Lago Espejo, donde sus padres tenían una hostería.

Entre 1960 y 1969 vivió en Buenos Aires, pero el resto de su vida transcurrió en Villa La Angostura.

Se podría decir que la historia de su vida, es parte también de la historia de la localidad. 

 

Conrad de joven, archivo familia Meier

Conrad fue constructor de muelles y puentes, Director de Cultura en 1994 y el impulsor del proyecto de la creación del Museo Histórico Regional, fundado finalmente en 1995.

Durante muchos años, integró la Comisión Municipal de Patrimonio Histórico y la Asociación Amigos del Patrimonio Histórico. Buscaba la puesta en valor y el rescate de la historia del pueblo. 

Entre otras cosas, fue uno de los más fervientes opositores al proyecto del Tribunal Superior de Justicia de construir un moderno Juzgado Multifueros y cabañas en el casco histórico. Conrad proponía que lo construyeran más cerca del centro, en el sector del futuro Centro Cívico, y así no se sacrificaría el área fundacional.

Finalmente, ante la férrea resistencia manifiesta de los vecinos, el TSJ desisitó de la iniciativa. El Concejo Deliberante actual trata en estos días la recuperación de las tierras dentro del casco histórico, aquellas que en su momento la Municipalidad cedió al Poder Judicial de la provincia.

Como parte de su pasión por la historia y la cultura, Conrad fue también escritor. En el 2009 ganó el 1er. Concurso Literario de Villa La Angostura-Chateaubriand con el cuento "Una sombra se afirmaba a la rueda", y en 2010 presentó su libro de cuentos basados en historias y protagonistas de la localidad y parajes vecinos, "Cuentos que no son cuento".


Aquí, parte de los cuentos que integran el libro y que en su momento fueron publicados por DiarioAndino:

"Algunos cuentos que no son cuento"

"Una sombra se afirmaba a la rueda"

"Piojo e´turco"

"Banco provincia"

Compartimos una pequeña recopilación de entrevistas de Conrad con DiarioAndino, Diario Río Negro y la revista Rescate:

Infancia en el Lago Espejo
"El lago espejo era nuestro lago privado. Se vivía de los animales, la huerta, y en verano del hotel. A veces nos bañábamos a la luz de la luna.Teníamos un deslizador de madera que se remontaba con una lancha, hacíamos como una especie de esquí acuático."
"Antes la temporada era sólo enero y febrero. Comenzaron a venir turistas que como no podían viajar a Europa porque estaba en guerra, venían acá. Se viajaba en avión o en tren y acá con taxi."

"Había muchísima población rural, la gente tenía sus animales, sembraban, se hacían quesos. La casa era una especie de granja autosuficiente, salvo cosas como la sal o harina que se compraban, se producía todo. En la época de los primeros pobladores se sembraba hasta trigo, se llevaba a Bariloche y se molía. En Bariloche llegó haber sobreproducción. La primera etapa fue agropastoril de supervivencia, no había mercado donde vender los productos. El kilo de carne estaba igual que el litro de nafta", contó en aquella oportunidad.

"Yo me crié en dos culturas, en la cultura de los abuelos de Alemania, y por otro lado, la gente del lugar, los vecinos criollos, chilenos. La mayoría era de Chile. La convivencia de las culturas era muy buena, no como hoy."

Cuando vivió en Buenos Aires y luego volvió, en la década del ´60
"Trabajé en una fábrica textil. Aprendí mucho ahí: había tipos de todo el mundo, que habían venido a la Argentina después de la guerra, era un crisol de razas eso.Pero un día hice click otra vez y me vine de vuelta a la Villa. Esto fue un poco antes del setenta. Acá no había gran cosa que hacer. Me encontré con el Hotel Espejo muy abandonado. Igual que el aserradero de mi tío, todo estaba muy parado. Salió una obra importante, el puente grande de Cuyín Manzano. Así que, de inconciente o de corajudo, me metí. Primero, a proveer la madera. Y un día el ingeniero de la empresa me dice que tenían un problema, que no conseguían personal. Y yo ni lo pensé, le dije: ´Y bueno, se lo hago yo el puente´. Yo nunca había hecho un puente en mi vida. Pero bueno, salió bien. Salió bueno el puente de Cuyín. Y estuvo muchos años, hasta que una creciente se lo llevó. Después de eso, seguí trabajando con la madera. Se trabajaba mucho con madera en ese tiempo."

Sobre la Villa y la diferencia con otras ciudades
"Yo no creo que haya algo mágico. Lo que sí es claro es que en las grandes ciudades hay mucha inseguridad. Acá hay también, pero no como allá. Allá andan histéricos. La Villa es muy linda, es una ciudad tranquila. Yo noto que mucha gente vuelve, se van a estudiar y después vuelven. Será algo especial del lugar, quizá. Las contras son, creo, es que hay pocas posibilidades laborales para los jóvenes. Tenemos problemas no resueltos como las cloacas, la planta de tratamiento."

"Ceo que la Villa, dentro de todo, está creciendo bastante bien. Qué hacer en Villa La Angostura, ese es un tema. Tiene sus límites. Tenemos turismo, servicios, pero producción, producción de algo, no tenemos."

Sus inicios como escritor



"Mis primeros textos fueron las composiciones de la escuela, la famosa ´Composición tema: La vaca´. Y parece que me fue bien. Un día, empecé a preocuparme de que se perdiera la historia, lo que se había vivido. Esas historias que se transmitían en forma oral. Y bueno, empecé a escribir. Hace unos años se hizo un concurso de cuentos regionales, de Chauteaubriand. Y bueno, saqué el primer premio. Entonces empecé a armar cuentos. Hice un libro: ´Cuentos que no son cuento´. Son todas historias, cosas reales, personajes reales, pero escritos en forma de cuento. Mucha gente que yo conocí, otras historias que me contaba mi familia.Así se fue dando. Y ahora estoy armando, de a poco, otro libro. Porque hay cosas, tradiciones que se están perdiendo."

Cuando presentó su libro, en el 2010, contó: "Esto fue un gran esfuerzo. Tenía muchas ganas de compartir estas cosas que yo se y esta es una forma de hacerlo, un rescate del pasado. Creo que esto tiene que ayudar para generar conciencia de la identidad que hubo". Consultado acerca de los protagonistas de los cuentos, el autor dijo: "Se sabe la historia de Capraro y de Bustillo, pero estas son historias de gente común, de gente anómina que sentó las bases de lo que hoy es la localidad. Un poco lo que rescata este trabajo es la vida cotidiana de todos ellos".

 

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