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EDITORIAL

La "incomunicación" en tiempos de pandemia y la escasez de información oficial

Esta semana termina con un caso confirmado de Coronavirs, un caso sospechoso y otro descartado. En el medio, un mar de preguntas sin respuestas y la necesidad de más información precisa y oportuna.
05/04/2020
La "incomunicación" en tiempos de pandemia y la escasez de información oficial

"Este sábado se conoció el primer caso de coronavirus en nuestra localidad, y muchos de Uds. queridos vecinos, pueden haberse sentido angustiados, incluso preocupados. Yo quiero llevarles tranquilidad, porque desde hace semanas trabajamos incansablemente para este día y los que vendrán, preparando nuestra localidad". Así comienza la carta abierta que el intendente Fabio Stefani publicó este domingo en las redes, dirigida a los vecinos que ayer confirmaron que la posibilidad de contagio está a la vuelta de la esquina.  

La semana cierra con una pequeña de 5 años con diagnóstico positivo de COVID-19 y otro caso sospechoso, del cual se espera el resultado del análisis entre hoy y mañana. 

Pero también la semana termina con otro problema, y que incluso genera más incertidumbre: la escasez de información oficial y las dificultades de la prensa para acceder a la misma a nivel local.

Ni siquiera en la época de la erupción del Cordón Caulle, cuando el caos imperaba y el estado de emergencia era constante,  hubo tantos inconvenientes para acceder a información y hablar con los funcionarios. 

El intendente Stefani elige las redes sociales para expresarse. El Hospital Oscar Arraiz, recién el día en que la información del primer caso sospechoso internado en San Martín ya había sido publicado por los medios, multiplicado en redes,  salió a informar. Lo mismo hizo la Municipalidad. 

Ese dia DiarioAndino llamó y envió mensajes de manera insistente tanto al intendente como al director del Hospital para que confirmaran, desestimaran o aclararan la información que había partido inicialmente de una clínica privada y no desde la cartera de Salud provincial. Ninguno contestó. En el medio, cataratas de mensajes en las redes reclamando información y aclaraciones que nunca fueron contestadas. 

De hecho,  quedó sobrevolando la duda-y la gente lo manifestó en las redes y grupos de wp- si el caso sospechoso había aparecido "de pronto" o si estaba desde hacía días y las autoridades habían decidido no difundirlo. DiarioAndino intentó aclararlo, pero ninguna fuente oficial respondió. ¿No hubiera sido más fácil aclarar la duda y evitar el manto de sospecha sobre el Comité de Crisis y Salud?

Y para que quede claro, no es algo que dependa del área de Prensa Municipal o Provincial, sino de la voluntad de las autoridades de brindar información o responder preguntas.

El humor social es tal que incluso algunos acusaban a los medios de "ocultar" la información. Por supuesto, muchos porque querían saber la identidad del paciente. Y aquí es necesaria una aclaración: NO se puede dar el nombre del paciente porque viola el derecho fundamental de la intimidad, por lo tanto es un delito. Y por más que  tuvieramos el nombre y la ley lo permitiera, jamás lo daríamos por una cuestión de respeto a la intimidad. No hay que olvidarse de que ese paciente podría ser tu hermano, tu madre, tu hijo o vos.

La comunicación en tiempos de crisis es clave. Los periodistas tenemos la responsabilidad -y el deber- de informar de la manera más clara y precisa, remitiéndonos a la información oficial. No obstante, si por otras vías se comprueba que la información oficial no es fidedigna, es también nuestro deber denunciarlo.Si tenemos dudas, plantearlas. Los medios no somos voceros de un gobierno.

Las conferencias de prensa o la posibilidad de los periodistas de hablar con los funcionaros permite aclarar, explicar, ampliar información -que muchas veces es escasa- y desmentir versiones que circulan en la comunidad. Esa es la función de los medios y de los periodistas, que no por casualidad en el contexto de la pandemia son considerados un "servicio esencial" y tienen permiso para circular durante la cuarentena.

Es muy frecuente en el ámbito público el miedo de "alarmar" a la población cuando se da determinada información sensible. Es lo que pasó antes de la erupción del Cordón Caulle en 2011: se sabía semanas antes que la erupción era inminente, pero mucha gente se enteró el día que tembló la tierra y comenzaron a caer piedras calientes del cielo.¿ No hubiera sido mejor en aquella oportunidad haber alertado a la información para que estuviera preparada? La gente entró más en pánico, justo cuando la emergencia estaba declarada.

Los gobiernos suelen asumir el rol "paternalista", y en medio de la incertidumbre, al ciudadano le gusta sentirse contenido por sus gobernantes. Y está bien que así sea, pero siempre procurando no subestimar al vecino. No informar para que la gente no se asuste, no es la solución.

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