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ESPECIAL PARA DIARIOANDINO

Quehaceres en la cuarentena

La psicóloga Violeta Palini aborda el aislamiento: entre el aburrimiento, el mandato de a provechar el tiempo para hacer cosas que nunca hacemos y el permitirse no hacer anda. Su columna a las 12 por FM Andina.
08/04/2020
Quehaceres en la cuarentena

Por Violeta Paolini*

Durante estas semanas en que se desarrolla la cuarentena, venimos escuchando consultas en la clínica acerca del manejo del tiempo en la cotidianeidad.

Hay por supuesto respuestas singulares según los casos, pero algo que aparece frecuentemente de manera más general es la oscilación entre la apatía, aburrimiento, hartazgo o aburrimiento; y, por otro lado, el mandato de tener que ser productivo: hay que aprovechar supuestamente a hacer todo aquello que durante el año no tenemos tiempo de hacer: acomodar la casa, además de mantenerla limpia, claro, vaciar placares, ordenar, hacer gimnasia, escribir, leer, jugar, ver series, estar informado todo el tiempo,  hacer tareas! Los estudiantes no dan abasto para enviar trabajos, a pesar de buena voluntad de los docentes de mantener al día la educación, etc.

Por qué no detenerse un instante a pensar ¿qué le hace bien a cada cual? Decíamos que el deseo es lo que nos mantiene vivos siempre, y más aún dentro de esta coyuntura, pero eso no quiere decir un actuar maníacamente, y pasar a la hiperactividad,  algo que puede estar para taponar un espacio donde nos encontramos a nosotros mismos por un momento.

Permitirse un rato no hacer nada, para luego retomar eligiendo qué hacer ese instante ese día, más allá de los horarios de costumbres habituales y si  tienen horarios de trabajo, organizando según se quiera o no, priorizando el bienestar personal y grupal en la convivencia y no un mandato superyoico de que no hay que perder el tiempo, sería una vía interesante a transitar.

Creo que sería importante poder ubicar un modo de vivir estas circunstancias en lo que en Psicoanálisis llamaríamos forzando quizás la expresión “no todo”, es decir, un poco de cada cosa, con pausas, así la espera hasta una estabilización se hace más soportable.

Sabemos que el imperativo de producir no funciona en todos los casos, entonces llama la atención entre colegas que creíamos que íbamos a tener más tiempo de escribir trabajos, terminar investigaciones, etc, que tal cosa no es posible, o al menos no resulta tan sencillo. No suele alcanzar el tiempo para todo, y es preciso un respiro, para además elaborar simbólicamente nuestra nueva vida cotidiana.

Uno de los efectos más beneficiosos de un análisis, es a mi gusto es aplacamiento del superyó, de los mandatos inconscientes que mortifican al ser hablante, así es que, para equilibrar las cosas, diríamos, flexibilicémonos ya que vamos a tener que inventar cada vez, como decía el colega Oscar Zack: “El Psicoanálisis permite obtener recursos para dar respuestas contingentes ante las contingencias”

Nos encontramos para conversar en la radio, retomando los miércoles un ratito antes de las 12, muchas gracias.

* Psicoanalista, Miembro de la Escuela de la Orientación Lacaniana y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis.

 

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