“La lucha se gana en las calles”

“La movilización es la única herramienta. Todas las luchas que ganamos las perdíamos en los estrados judiciales, las ganamos en las calles, con concentraciones y  concientización”, sostiene Javier Rodriguez Pardo, periodista y ambientalista, fundador del Movimiento Antinuclear de Chubut que impulsó la lucha para evitar el basurero nuclear en Gastre , cofundador de la Unión de Asambleas Ciudadanas del país (UAC) y autor de varios libros.  Pardo participó en el 5to. Encuentro de Organizaciones y Asambleas de Río Negro, Neuquén y Chubut, donde entre otras cosas, se redactó un documento en rechazo a la planta de enriquecimiento de uranio en Pilcaniyeu.
“Hace mucho tiempo escribimos un libro la Patagonia de pie, hablamos de 14 historias triunfantes, si no hubiéramos ganado hoy no existiría la pingüinera de punta Tombo porque pensaban hacer guantes de golf, si no nos hubiéramos movido hoy Epuyen estaría bajo el agua porque Iban a hacer una represa, el basurero nuclear en Gastre,etc”, cuenta.
Pardo señala que el impacto negativo de la instalación de plantas nucleares “desde el momento en que se corta un trozo de uranio”.
“Me llamaba la atención porque acaban de firmar un convenio con brasil para enriquecer allí uranio, aquí les proveerían del mineral, la razón esta es porque argentina tiene que dominar el ciclo completo de la gestión nuclear”, explica Pardo.
Recuerda que el actual gobierno impulsa un plan nuclear de cuatro centrales.  “Si quieres 4 centrales necesitarás 10 mil toneladas de uranio por 25 años que es la vida útil de una central, creemos que eso requiere un debate nacional ”. Asegura que en el primer mundo se ha desistido de esa tecnología porque “es cara y sucia, cuesta más la gestión de los residuos radioactivos que la energía misma., hace mas de 50 años que EEUU no pide un licenciamiento para una nueva instalación nuclear. En Europa están discutiendo desmantelar las plantas nucleares porque están llenos de escoria radioactiva, y aquí queremos copiar ese modelo”, dice Pardo.
En tanto, sostuvo que las leyes nacionales de medio ambiente establecen que para la instalación de una planta nuclear relevante se debe pedir permiso a la autoridad regulatoria nuclear y a los habitantes. Entre esas leyes, se encuentra la “ley patagónica” lograda a partir de la movilización en Gastre.
“La planta de Pilcaniyeu es grave, es equivalente el poder de transmisión y de impacto a la de un basurero nuclear, hay lugares donde la producción de enriquecimiento de uranio ha causado un daño muy grande”, aseguró.
En ese sentido, detalló que  harán una presentación para impedir que entre en funciones la planta. “si tenemos en cuenta que las leyes de medio ambiente dicen que hay que consultar a los pueblos, habrá que hacer un recurso de amparo porque el pueblo no ha sido consultado”.