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Ruta Literaria: Comunismo en bicicleta

“Una editorial nómade independiente y artesanal, que se desplaza azarosamente por Latinoamérica mediante la utilización del dedo gordo editando e imprimiendo dónde toque y cómo toque”. Escribe Joaquín Domenech.
03/06/2011
Ruta Literaria: Comunismo en bicicleta

La semana pasada vino de visita mi gran amigo Nacho, compañero de las más diversas aventuras porteñas, y a quién no veía desde hace ya un par de años. Lo primero que vuelve, estando aquí sentado, son los POMOs, Poesía en Movimiento: una serie de encuentros organizados en la librería que trabajábamos, en los que se intentaba brindar un espacio de participación artística a quién quisiera aprovecharlo,  ya sea con poesía, narrativa corta, performances teatrales o musicales, y además, para quienes asistían en el rol de espectador, se ofrecían actividades lúdico-creativas, como cadáveres exquisitos o pinturas colectivas.
Nacho llegó con Cassan, su mujer y compañera en éste nuevo emprendimiento –a quién, si no me equivoco, conoció en alguno de aquellos POMO– que lleva más de dos años: ALA CARGA, "una editorial nómade independiente y artesanal, que se desplaza azarosamente por Latinoamérica mediante la utilización del dedo gordo editando e imprimiendo dónde toque y cómo toque; buscando, creando espacios de lectura y métodos de venta, así como también canales de distribución alternativa", en sus propias palabras.
Recuerdo que tiempo atrás, en un intercambio cibernético, Nacho me había mostrado en qué andaba su producción mediante un texto que me sorprendió de la mejor manera: abandonando un poco su faceta poética –a la cual admiro enormemente– se estaba adentrando en la percepción más tangible, si se quiere, de la realidad; describiendo lo que lo rodeaba en países que hasta entonces sólo conocía de oídas, sus percepciones respecto a la gente, a las sociedades y sus culturas. Un nuevo rumbo que complementa su don de letras con la aventura en la que se embarcó con su Cassan, su familia, y que además les regala la oportunidad de seguir adelante, de no estancarse.
Dejaron tras de si las Obras Completas de ALA CARGA, todos sus diarios –hasta ahora...–, con la promesa de una crítica, o reseña como prefiero decir, y lo me pareció lo más correcto empezar con su estadía en Cuba, Comunismo en bicicleta, dado que la columna de nuestra relación se construyó sobre dos ruedas. Mismas dos ruedas que llevaron a la pareja por toda la isla, posibilitando su intrusión en un mundo ofrecido únicamente a quién se entregue en alma a la bondad del ámbito que lo rodea.
Creo yo que éste es el valor agregado en Comunismo en bicicleta, la posibilidad de conocer la visión de Nacho y Cassan a lo largo de su viaje. La narración está llena de imágenes, de paisajes que nos muestran su manera de apreciar y convivir con la naturaleza, la búsqueda de la tranquilidad y el exotismo que su fluir alcanza. La transparencia que emanan se complementa con su apertura a lo nuevo e inesperado, sus ansias de aprender y aprehender la cultura latinoamericana, su carisma al relacionarse con las personas. Su interés en las formas de vida y la aceptación de la política como gobierno, con pros y contras incluidas. De esta manera se forma una sólida imagen de lo que es Cuba, la belleza de su entorno y la calidez de su gente, su humildad y su entrega para con el prójimo, ofreciendo siempre desde el corazón; sin ignorar que es una dictadura ("una que tira para adelante") y mostrando como ello llegó incluso a afectarlos en su estadía.
"Cuba es el mejor país del continente. Según nuestro criterio tiene aquellas cosas que sentimos obligatorias en la formación de un pueblo (...) y las cosas que carece pertenecen siempre al grupo de cosas que sentimos están de más, que no son necesarias.
Luego, los problemas más serios, son harto parecidos a los que tenemos el resto de los países latinos: corrupción, desigualdad, abuso de poder, falta de libertad..."
JD.

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