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Familiares y vecinos de Villa Traful marcharon en reclamo de justicia por el crimen de Atilio Gallegos

“La causa está muy tapada.Hubo irregularidades y siguen habiendo hasta hoy, a nivel policía, a nivel gobierno”, contó ayer la madre de Atilio, Fernanda Astete, mientras marchaba al cementerio como cada 17 de marzo junto a familiares y amigos.
18/03/2015
Familiares y vecinos de Villa Traful marcharon en reclamo de justicia por el crimen de Atilio Gallegos

Foto: Gentileza, ayer, familiares en el Cementerio de Villa Traful
(AVLA/diario Río Negro)Desde hace 13 años esta pequeña localidad cordillerana reclama justicia por el crimen de Atilio Gallegos. El joven de 21 años, discapacitado, apareció muerto a un metro de profundidad en las inmediaciones del Muelle de Traful el domingo 17 de marzo de 2002. Había sido golpeado y se ahogó agonizando.

Ayer, la mamá de Atilio, Fernanda Astete, hermanos, familiares y amigos, marcharon como cada 17 de marzo desde el Muelle hasta el Cementerio para recordar a la comunidad que el crimen de Atilio sigue impune.

“Marchamos como todos los años. Es un día doloroso. El dolor mío como madre, y mis hijos como hermanos de perderlo en la forma en que lo encontraron, no lo vamos a olvidar. Para la familia era un ser muy especial, nunca pasó desapercibido”, dice Fernanda Astete emocionada, mientras camina hacia el Cementerio.

La causa tiene un historial de irregularidades, y complicidades. La familia asegura que hubo pericias que misteriosamente “se perdieron” y pistas que no se siguieron.

“La causa está muy tapada. No sé si a nivel político o qué, porque nunca nos dieron una respuesta. Hubo irregularidades y siguen habiendo hasta hoy, a nivel policía, a nivel gobierno”, contó la mujer .

Detalló que el último juez a cargo del caso fue Jorge Criado. “Vino a Traful a tomar declaraciones a ciertas personas, pero también lo trasladaron”, agrega.

La hipótesis de Fernanda y la familia es que “ el debió haber visto algo groso, él no sabía callar ni guardar un secreto, no se callaba nada y lo quisieron hacer callar”.

Atilio tenía una rutina diaria de “recorridos” por distintos puntos del pequeño centro de Traful. Salía de la casa, pasaba frente al correo, por el destacamento y los domingos iba a la capilla. Religiosamente, no se perdía ninguna misa.

Ese domingo fue visto por última vez a las cinco de la tarde. El padre Rubén Capitanio, quién en esa época estaba cargo de la capilla en Traful y Villa La Angostura, asegura que recibió un llamado anónimo en el que le decían que habían visto a Atilio a las 17:30 horas entrar a la Comisaría y no lo vieron salir.

Tras el escándalo que generó el caso, tiempo después removieron a los policías que trabajaban en aquel momento en el destacamento policial.

“Hay un montón de evidencias que no se cuidaron y se perdieron, como por ejemplo, un peritaje de la camioneta de Parques donde había sangre y que supuestamente no era humana, se perdió. Atilio era tan transparente que lo que veía, contaba, ¿que habrá visto Atilio que empezó a contar y era importante que no contara?. A lo mejor involucraba a gente importante, porque ensañarse como se ensañaron y armar una trama de ocultamiento”, recordó tiempo atrás el padre Capitanio.

Fuente: Diario Río Negro/rionegro.com.ar

 

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