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Techos con vida: todo lo que hay que saber

Los techos verdes son usados en diferentes lugares del mundo desde tiempos remotos. Por sus beneficios únicos hoy están siendo elegidos nuevamente tanto en zonas rurales como urbanas. Te contamos su historia, beneficios y cómo realizar uno en tu casa. Además, Damián Sisaro, Ingeniero Agrónomo del INTA y especialista en el tema nos da más información sobre este tipo de techos. Por Melina Pariente. 
22/10/2015
Techos con vida: todo lo que hay que saber

Historia

Los techos verdes son conocidos hace siglos en los climas fríos de Islandia, Escandinavia, Estados Unidos o Canadá, y también en climas cálidos, como Tanzania por ejemplo.

En las zonas de climas fríos sirven para calentar, porque almacenan el calor de los ambientes interiores. Y en los climas cálidos permiten enfriar los hogares porque los mantiene aislados de las temperaturas del exterior. La vegetación, junto con la tierra, modera las variaciones de la temperatura de forma eficiente, ya que el calor acumulado no sólo se almacena sino que se absorbe.

Las aislaciones de temperatura son comprobables en Islandia, por ejemplo, en donde las casas solían tener un techo cubierto con panes de césped, en donde el calor humano es suficiente para lograr una temperatura confortable. Los techos constaban de 2 o 3 capas de turba apoyadas sobre ramas cubiertas por gruesos panes de césped. A pesar de la construcción del techo no impermeable, gracias a su inclinación no filtraban el agua de la lluvia ni de la nieve derretida, ya que la turba no absorbe el agua cuando está bien seca.


 Techos verdes tradicionales en Islandia
 Beneficio natural

Los techos verdes son espacios en donde la cubierta vegetal es plantada sobre un sustrato de poca profundidad, son livianos y necesitan poco mantenimiento o riego.

Son una buena forma de minimizar las consecuencias del cambio climático, en especial en las grandes ciudades. En las zonas rurales o menos urbanizadas puede ser una forma natural para estar en contacto con lo natural y además lograr numerosas ventajas.

Algo muy importante para las zonas frías es que conservan energía y calor; además retrasan el escurrimiento del agua de lluvia.

12 razones para elegirlos:

-Producen oxígeno y absorben CO2

-Filtran las partículas de polvo y suciedad del aire, absorbiendo las partículas nocivas

-Evitan el recalentamiento de los techos, disminuyendo remolinos de polvo

-Reducen las variaciones de temperatura entre el día y la noche

-Disminuyen las variaciones de humedad en el aire

-Tienen un efecto de aislamiento térmico, protegiendo a las habitaciones ubicadas debajo del techo de los efectos de los rayos solares del verano.

-Absorben la lluvia

-Brindan aislación acústica, reduciendo los ruidos del exterior.

Además:

-Las plantas silvestres del techo verde generan aromas agradables y promueven la vida.

-Se integran al paisaje.

-Son estéticos e influyen positivamente en el ánimo de las personas.

-Son una protección ideal contra incendios para techos propensos a tomar fuego.



Cómo hacerlo

Si bien los proyectos a gran escala son recomendables para especialistas, con una guía simple podrías realizar tu techo verde propio.

Dos cosas a tener en cuenta antes de empezar:

-no es recomendable construir un techo verde en una pendiente muy pronunciada, por lo menos no sin la ayuda de un experto.

-un techo verde puede pesar entre 60 y 150 kg por metro cuadrado, por lo que hay que asegurarse que el techo en donde se va a realizar pueda soportar ese peso.



Capas del techo verde

Los techos verdes caseros requieren de diferentes elementos y cuidados importantes:

-La membrana impermeable. Aunque la mayoría de los techos sean impermeables, para hacer un techo verde hace falta una capa adicional de material impermeable que sea resistente a las raíces de las plantas. Lo ideal es usar una cubierta para estanques, de un 1mm de grosor y fijarla al techo con sellador.

En la práctica no siempre es posible hacer un sellado hermético perfecto. Si una rendija no está bien pegada o soldada puede entrar agua y así crecer en esos puntos aquellas plantas que captan la humedad y sus raíces se fortalecen para poder atravesar las grietas. Por eso, es recomendable que las uniones de la membrana sean siempre soldadas con aire caliente. Otra solución es colocar sobre la membrana una capa fina de polietileno.

-Marco. Es ideal construir un marco de madera o metal alrededor del perímetro del techo verde para que los materiales se mantengan contenidos. Hay que asegurarse de que el marco no bloquee los desagües ni la membrana impermeable.

-El drenaje. El exceso de agua tiene que ser capaz de salir del techo, por lo que las salidas de desagüe son muy importantes. El techo no tiene que estar saturado para que los desagües estén libres.

-El sustrato. La profundidad del sustrato determina la vegetación que va a crecer, la mayoría de los techos caseros tienen una profundidad de 7 a 20 cm.

Se recomienda usar un sustrato que tenga bajo contenido en sales y un PH levemente ácido. Además, contar con un buen drenaje, ser liviano y con poca materia orgánica. Es recomendable no usar tierra, porque tiene propiedades físicas no adecuadas, como baja permeabilidad, alta retención de agua y un peso elevado. La tierra también podría provocar interferencias en los desagües.

Para crear el sustrato adecuado se recomienda usar hasta un 80% de materiales inorgánicos, como piedra pómez, zeolita, vermiculita y perlita, mezclado con un 20% de materiales orgánicos (como máximo) como turba o compost. Un sustrato a base de compuestos inorgánicos permite que la profundidad no varíe, que el drenaje sea el correcto y que se mantenga estable con los años.

-Vegetación. Se pueden poner panes de vegetación o césped, o simplemente sembrar plantines o semillas. Las plantas suculentas son las más recomendadas, por su bajo mantenimiento y porque sobreviven durante todo el año. También pueden sumarse flores silvestres locales. Hay que evitar los monocultivos, ya que el éxito del techo verde está en que se genere una comunidad de plantas y se auto mantenga. Las plantas que vayan en la parte superior del techo tienen que ser las que más toleren la sequía, porque van a ser las que menos agua reciban.

A la hora de elegir las especies vegetales hay que priorizar las más eficientes en el consumo de agua. La diversificación de especies hace que aumente la estabilidad del sistema, por lo que se aconseja usar entre 10 y 15 especies en porcentajes diferentes, teniendo en cuenta en qué momento del año se va a crear el techo verde, ya que las especies que se desarrollen mejor en esa estación van a dar una cobertura rápida.

-Siembra. Se pueden elegir semillas, generalmente hay que contar de 4 a 8 gramos de semillas por metro cuadrado de techo.

También pueden sembrarse gajos o brotes, que prenden fácilmente. Hay que contar 40 gajos por cada metro cuadrado de techo. Otra opción es colocar panes de vegetación.

-Mantenimiento. El mantenimiento es mínimo, solamente hay que regarlo si hay una sequía de más de 6 semanas y asegurarse de que los drenajes estén libres de basura o plantas. También es importante replantar las partes que no hayan crecido, pueden usarse brotes de las mismas plantas que hayan crecido en el techo.

-Elección de las especies. Para más información sobre qué especies seleccionar, el INTA ofrece un libro de descarga gratuita con detalles sobre el tema: http://inta.gob.ar/documentos/catalogo-de-plantas-para-techos-verdes



Recomendaciones de un especialista

El Ingeniero Agrónomo Damián Sisaro del Instituto de Floricultura del INTA responde varias preguntas acerca de estos techos naturales.

 

¿Por qué elegir un techo verde para nuestra vivienda?

Un techo verde es beneficioso por varios motivos, respecto a la funcionalidad edilicia, contribuye brindando aislación térmica a la edificación (ahorrando energía, en medios fríos o cálidos), gracias al efecto del suelo húmedo que ¨retiene¨ o acumula temperatura antes de liberarla y conjuntamente reduce los cambios abruptos de temperatura en las losas, lo que causa la contracción-dilatación y su fractura. Por otro lado el componente vegetal colabora en los dos beneficios anteriores, al regular por medio de la transpiración vegetal, la humedad del sustrato sobre el que se asientan las plantas y también al sombrear la superficie aporta a la regulación térmica y reducir la evaporación directa del suelo. La vegetación ejerce también un efecto positivo, según el caso, integrándose al ambiente circundante o bien brindando un espacio o panorama de aspecto natural, que contribuye a reducir los niveles de stress  y aumentando la calidad ambiental. En el aspecto ambiental, colabora en amortiguar las precipitaciones reduciendo su tiempo de escurrimiento al suelo o al sistema de desagüe pluvial, captura partículas en suspensión y fija dióxido de carbono mejorando la calidad del aire.

¿Es sencillo realizarlo?

Realizarlo, en cuanto a ejecutar las tareas necesarias, es sencillo. Lo que se debe tener en cuenta es integrar el trabajo o los puntos de vista de varios especialistas, contemplando: la resistencia estructural de la edificación, para soportar el peso de futuro techo verde (sustrato mojado y las plantas), la correcta impermeabilización de la superficie teniendo en cuenta su resistencia (deberá soportar cerca de 150 kg/m2 o más), el sustrato que servirá de soporte a la comunidad vegetal que se desarrollará y la composición de la comunidad vegetal que se establecerá desarrollándose en función de nuestro objetivo. Todos estos factores deben ser contemplados, ya que es un sistema que debe mantenerse estable por mucho tiempo, para evitarnos tener que intervenir para corregir algunos de los componentes que interactúan.

¿qué se puede decir sobre su mantenimiento?

Respecto al mantenimiento hay dos tendencias, con sus variantes intermedias. Los techos llamados intensivos, que requieren riego y permiten elegir casi cualquier especie para implantar en el techo, pero por ese motivo necesitan mayor mantenimiento, de manera similar a los jardines tradicionales. Por el otro lado los techos extensivos, no requieren mantenimiento a largo plazo, pero eso nos limita en las especies a elegir, siendo las más tolerantes a la falta de agua, menos demandantes y de menor crecimiento.



Fuentes consultadas:

intainforma.inta.gov.ar

Techos Verdes, GernotMinke. Ed. Fin de siglo.

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