Duro editorial de la Voz Radical sobre el Canje de Tierras

La trágica comedia del Canje de Tierras en Villa La Angostura

Hace unos años, publicamos un artículo en este boletín, que se llamaba “La tragicomedia del Cerro y de la Villa”.

En él, hacíamos la apología de la ridiculez del gobierno en distintas etapas de las ofertas de “desarrollo” que habían pedido distintos inversores, a través de excepciones que nunca fueron para beneficio de los Angosturenses, y sí lo fueron para los que ponían la plata. El argumento utilizado por los inversionistas, fue siempre, el mismo: esto daría trabajo y desarrollo a La Angostura.

Pertenecieron a este listado de proyectos, la primera propuesta de excepción de la urbanización del Cerro Bayo con propiedades in – out que necesitaba prácticamente el desbosque de 6.000 coihues que hubieran desertificado el área del Cerro, produciendo además consecuencias irreversibles en los cursos de aguas del río Bonito aguas abajo, y otras calamidades.

Después el proyecto mismo de urbanización del “lote de Uboldi” de 400 hectáreas que el Concejo Deliberante de entonces, impulsó bajo la recordada “Ordenanza de Prefactibilidad” recurrida en sede administrativa por la UCR local, que frustró ese emprendimiento de excepcionalidad, para rematar finalmente en el “Proyecto Eidico” que pretendió vender primero tierras no permitidas en la zona del lago Correntoso, y que ante la resistencia y denuncia de la operación, por parte de los medios y sectores políticos y ONG´s locales, transformaron rápidamente en calificarlas de “preventa para conocer el interés, pero no vinculante” y que “se consideraría”, etc,etc.

Todas traían el puñal bajo el poncho. Todas traían como segunda puntada la venta de lotes comprados a bajo precio justamente porque no estaba permitida la urbanización, para lotear mediante la “Excepción” y hacer un negocio pingue, amparados en una de las pocas leyes que sí cumplimos los argentinos en general: La ley del hecho consumado.

El tema – genéricamente – es así: Se pide desde el inversor, una o una serie de excepciones al código urbano que han hecho los Angosturenses en los tiempos, ofreciendo como contraprestación, el “desarrollo” que necesita la excepción, para el crecimiento y para dar trabajo a los Angosturenses.

Lo que no se dice, es que merced a la excepción, hay “piedra libre” para transgredir las normas que nos regulan, y hacer el gran negocio del loteo y venta de tierras, ahora vendibles. Un negocio redondo.

El proyecto “Sur, Arte y Desarrollo”, fue más refinado.

Llega un inversor, compra 200.000 m2, y pide que se le de una excepción por la cual no deba entregar espacios verdes y tierras fiscales por 26.000 m2, (según la ley) sino sólo 7.000, y propone contraprestar un desarrollo que haría “para bien de la Villa”, y que consiste en 200.000 $ para hacer una pileta, una costanera en la margen izquierda, un puente, y trámites que haría a favor de una unidad de diálisis en el hospital. (Ojo,dije “trámites”, no la compra del todo o parte de la unidad).

El Concejo Deliberante aprueba la operación por unanimidad, y se le condonan 20.000 m2, que pasan a engrosar su propiedad de libre utilización. A 80 u$d el m2, se queda con 1.542.000 dólares. A un precio de la mitad, (que sería un regalo) son 771.000 u$d, es decir a promedio dólar a 12 $, 9.252.000 de pesos.

Esto lo denunciamos, pidiendo que alguien nos explique.

En vano

No había (claro) nada posible de explicar. (ver “Sigan Ideas”, Ed. Dunken, pág. 215)

Esto es: La excepción fue dada para favorecer el desarrollo de…

¡¡¡El inversionista!!!!

¿Y la Villa?

Recibe, como los habitantes de la isla de Guanahani cuando descendió Cristóbal Colón de las carabelas, unos espejitos de colores.

Este es el concepto que gobernantes después de otros gobernantes, aplican en su elevado criterio de defensa de los intereses de los Angosturenses, entregando plusvalía, a favor…. De los Inversionistas.

Y así, se pierden nuestras propiedades comunes.

Lo mismo pasó con las tierras del Canje: ¿Quién gana con el canje? El inversionista!!!

¿Quién pierde? Nosotros, los propietarios de las tierras de La Angostura: Vos, yo, el otro vecino, todos.

¿Y el gobierno, para qué lado pateó?

Para el lado del inversionista!!!

Es decir, que quienes debieron defender los intereses de los Angosturenses, (el gobierno) prefirieron beneficiar al desarrollista. En este caso, al Sr. Slotmachine Altieri.

Y colorín colorado, este negocio se ha terminado. Ahora, estamos todos peleados, cuando podríamos  haber construido - en el 10 % de la superficie condonada al inversionista James – la escuela 361 que anda por allí entre los anaqueles de la Provincia, el desentendimiento de nuestro gobierno, y la justa ansiedad de los padres a los que el gobierno no ha sabido responder.