“Los autos que esperan su turno en la aduana no deberían bloquear la ruta, sino en la banquina”

A propósito de las largas colas que estos días hay para pasar a Chile por el Paso Cardenal Samoré, hoy quiero comentarles sobre otra dificultad que provocan y es a las personas que como nosotros circulamos por esa ruta sin ir a Chile.

El sábado fuimos a acampar al brazo Rincón, cuya entrada se encuentra a más de un kilómetro de la garita de ingreso a la aduana argentina. Ese mediodía la cola de autos llegaba hasta un buen trecho antes del puente del arroyo Totoral (calculo que más de tres kilómetros de cola) ubicada sobre el asfalto.

Para las personas que como nosotros queremos circular para llegar a otros lugares que no son Chile, ya sea el camping o las casas de la gente que vive allí, se nos hizo prácticamente imposible ya que colocarse en la cola significaba cuatro horas o más de espera para llegar a nuestro destino. Decidimos circular por la banquina de nuestra mano ya que meternos en contramano por la ruta nos parecía muy peligroso por el tránsito especialmente de camiones que vienen de Chile.

Comenzamos a circular entonces a baja velocidad por la banquina, lo que nos significó muchísimas agresiones verbales de gente que esperaba en la cola y que a pesar de nuestras explicaciones, creían que nos estábamos colando. Finalmente, y luego de una hora y muchos nervios, pudimos ingresar al camping.

A varias personas les pasó lo mismo e incluso a un señor que iba con su hijo le golpearon a puñetazos el capó del auto sin darle tiempo a explicar que su destino no era la aduana. Yo no sé si es Gendarmería o la policía la que debiera encargarse de organizar esta situación, pero los autos que esperan su turno en la aduana no deberían bloquear la ruta y ser ellos los que esperen en la banquina para permitir la libre circulación de los pobladores de la zona y los turistas o residentes que queremos disfrutar de lugares allí. Ojalá quien sea responsable encuentre una solución antes de que suceda un problema mayor.

 

Cecilia Marino

 

 

 

Carta de lectores publicada ayer en el Diario EL Cordillerano