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Escuela 303: “No debemos abandonar la isla”

Hugo Panessi narra cómo era trabar de médico en el establecimiento, los problemas que tenían, servicio de contención social que cumplía la escuela y remarca: “Bien se podría ocupar el inmueble como colonia de vacaciones, visitas educativas o extraescolares, campamentos de fin de año, etc”.
04/04/2019
Escuela 303: “No debemos abandonar la isla”

Otra mirada de la escuela rural 303 de la Isla Victoria. " Aurelio Pargade "

 

Es cierto que nos llama la atención y hasta nos indigna rápidamente, en estas época de neoliberalismo el cierre de otra escuela.

Parece como que en este caso el estado neuquino, además de demorar la construcción de la nueva escuela primaria 361 o  ni pensar a proyectar la escuela de artes y oficios y menos aún  pensar que puedan disponer de un mínimo de fondo para la puesta en marcha de la guardería escolar para el secundario nocturno, ahora se empecina en descuidar una vez más la educación pública.

Pero la verdad que desde salud veíamos con mucha preocupación la presencia de niños viviendo en la isla,   muchos estaban allí no porque vivían cercano a la isla o en la isla, sino porque tenían conflictos en sus hogares o algunos de ellos estaban judicializados, muy pocas veces era una elección de los niños y padres ese destino escolar.

Y con esto que digo no quiero descalificar o bajar la calidad de la educación que recibían,  porque me ha tocado concurrir a la escuela infinidades de veces, y puedo dar fe de como trataban a los niños y niñas, tanto los docentes como el personal auxiliar, no solo curricularmente sino dando contención y salidas extra escolares visitando diferentes provincias y destinos turísticos.

Asistí como médico y como político.

Recuerdo el año que se puso en marcha la escuela provincial 1992 , año en que Nación había dispuesto el traslado a las provincias, ganando la pulseada Neuquén,  como concejal junto a otros colegas y el Intendente Mariano Barría nos presentamos en un acto protocolar.

Hoy la situación es distinta. No quedan casi niños en el perilago, la mayoría de los habitantes son mayores y tienen familiares en la Villa, tampoco viven niños en la isla. Y como dije anteriormente los alumnos y alumnas  son habitantes de villa la Angostura.

Muchas veces nos tocó atender a horas de la noche o de la madrugada,  telefónicamente consultas  por situaciones de salud de los niños o adultos, que nos impedían arribar a un diagnóstico certero o tranquilizador. Ya sea porque tenían fiebre alta, alergias, dolores abdominales, odontalgias, etc.

Al no disponer de un vehículo ágil o rápido o por las  inclemencias del tiempo y o del  el lago no menor, se hacía imposible cumplir con nuestro trabajo y quedarnos tranquilos.

También nos tocó acompañar situaciones del personal de difícil manejó en la distancia y conviviendo ellos en una isla, con lo que ello implica.

Por lo cual desde el sector salud muchas veces nos preguntábamos que valor se le podía estar dando ahora tener una escuela con 6 o 7 personas de educación, atendiendo 8 o 9 y no más de 10 alumnos.

Si bien es cierto que se le daba una atención  especial a los niños y niñas, nos parecía que la ecuación, inversión en educación y riesgo potencial a los educando y educadores era de alto riesgo.

Por ello muchas veces creíamos que esa inversión se debía aprovechar para dotar de mayores recursos  para diagnósticos y tratamientos, talleres terapéuticos, etc, a los niños/as que lo requerían en los colegios de la villa .

No por ello debemos abandonar la isla. Bien se podría ocupar dicho espacio e inmueble como colonia de vacaciones, visitas educativas o extraescolares, campamentos de fin de año para los colegios. Sobre todo con lo que sale hoy por hoy  un viaje de egresados. Etc etc.

Sin más , saludó muy atentamente.

 

 

 

 

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