Bafici Itinerante 2019: "Método Livingston"

Por Juan B. Barcellandi*
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Un hombre se pasea con paciencia por los rincones de su casa antigua, una cámara temblorosa lo persigue en su recorrido. Las imágenes y sonidos se intercalan entre ese deambular doméstico, sus propias reflexiones, y los objetos que pueblan el hogar. Minutos más tarde, ya en el jardín, este se detiene frente a la cámara y comenta: “La arquitectura es el encuentro invisible entre los espacios y las personas”.

Al rato esboza un interesante argumento acerca de la posibilidad de la existencia de una arquitectura que reúna condiciones específicamente nuestras. ¿Hay una verdadera arquitectura argentina? La pregunta se asienta en el espectador. Mientras tanto las hojas de las enredaderas levantan vuelo danzante a través del viento, acompañadas por los acordes de unas guitarras criollas.

El documental Método Livingston (Argentina, 2019) pretende ser una aproximación hacia el universo del arquitecto argentino Rodolfo Livingston, famoso por el método de trabajo que propone: “Solo necesito papel, lápiz y un oído para escuchar al cliente”, comenta.

Alejado de los círculos académicos y auto definido como anti-arquitecto, es él mismo quien a sus 88 años cuenta su propia historia, siendo un periplo de indagación tan vasto que a veces en el intento de abarcar muchos temas debilita el relato.

Iniciamos el recorrido que va desde la infancia, atravesando el trayecto de formación universitaria, los años de juventud, y el despertar hacia la adultez en los años ‘60, época de la toma de conciencia política, cuando relata su experiencia durante la revolución cubana. Vivencia que lo marcó a fuego, al diseñar y construir, junto a los pobladores, las casas que ellos posteriormente habitarían. “Use un cerebro colectivo”, comenta el arquitecto sentado en su despacho, mientras observamos fotografías de esa época.

Otro momento álgido es cuando en la década del ‘90 se trenza en una discusión sobre lo público y lo privado con el acérrimo defensor del orden neoliberal Bernardo Neustadt, en el programa de televisión Tiempo Nuevo. En esa ida al pasado y vuelta retomamos la actualidad con una cámara que lo sigue a todos lados, brinda una charla (anti academia) en la facultad de arquitectura y urbanismo, visita antiguos amigos, pasea y compra por el barrio, se ofrece de guía en obras que el mismo diseño, recibe el premio a personalidad destacada, entre muchos otros momentos.

La película encuentra material de archivo muy interesante, que no solo sirve para ilustrar lo que se dice, sino que funcionan para mostrarnos el extravagante itinerario de un personaje que vivió con intensidad los diferentes contextos que le tocó vivir. Tal vez el hecho de querer contarlo todo (¿Se puede narrar la totalidad de una vida en imágenes?) obligue a no profundizar en algunos puntos culmines de su vida, aunque cabe destacar que es un documental sobre una persona con zonas grises y contradicciones de todo tipo, en una época en la que casi no se ven estas historias.

*Profesor en Artes Audiovisuales, Facultad de Bellas Artes, UNLP

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