“Hay un solo goce como tal, sexual, más allá del femenino o masculino”

En ocasión de asistir y participar de las XXVIII Jornadas de la Escuela de Orientación Lacaniana, donde tuve la grata oportunidad de escuchar y compartir la clínica con colegas, trabajos y plenarias; quiero compartir hoy con ustedes, una de las cuestiones, entre varias,  de las que me parecieron muy importantes a transmitir.

Tuvimos el honor de estar en una Conferencia que dio Eric Laurent, destacado como Doctor Honoris Causa  por la Universidad de Córdoba, reconocido analista por su trabajo sostenido y comprometido con el Psicoanálisis. En su última exposición, habló sobre los feminismos y lo que nosotros en tanto analistas llamamos la no relación sexual, (tema ya conversado en varios programas de la radio), malentendido estructural que sin embargo hace posible el encuentro entre los sexos.

Sería muy largo de comentar aquí, pero una de las cuestiones que tomó fue el eje del sexo. Llamó la atención el término “unarismo lacaniano”, es decir, para adelantar un poco de qué va la cosa, el goce singular de cada ser hablante, tal como nos referimos siempre en la clínica psicoanalítica, se trata de la manera de gozar, vivir, de cada quien, más allá de las posiciones sexuadas, del binarismo, el no binarismo, de los géneros, gays, trans, etc…tantos goces como cada uno, lo más singular y diverso que hay.

Comenta Eric: el sexo, dirá Lacan en El Atolondradicho, por sostenerse en el no-todo, en héteros, no puede saciarse del universal. Será heterosexual aquel que ame a las mujeres, cualquiera sea su propio sexo. Ese es el unarismo lacaniano. La experiencia del sexo como tal puede decirse sexual sólo si no hay representación a nivel significante de lo que se siente al nivel sexual del goce. En eso no hay ningún binarismo. Aquello del goce femenino que parecía como un déficit (ellas no dicen mucho sobre eso), Lacan lo radicaliza como la posibilidad del sexo como tal, como el sexo mismo. Hacer la experiencia del sexo es hacer la experiencia de un goce que se siente pero que no tiene inscripción en el Otro. En este sentido se inscribe en el no-todo.

El goce del lado hombre se concentra en un órgano y del lado mujer en el cuerpo el goce viene a hacer irrupción, es así como ella se siente  otra para sí misma.

Hay un solo goce como tal, sexual, más allá del femenino o masculino.

Al mismo tiempo hay toda una serie de experimentaciones de ir más allá: poliamor, gays, trans…Búsquedas de goce otro que se experimentan en cuerpos no binarizados, entre lo que es goce del órgano y más allá.

Experimentar algo que sí se siente pero que no tiene representación: cómo ir más allá del goce del órgano y es una nueva clínica que para nosotros es un campo de investigación. Estamos a favor porque salvamos vidas (muchas veces eran casos donde se mataban) El hecho de haber sacado las conductas sexuales de patologías permite hacer luego un tratamiento.

La multiplicación de posiciones de goce no lo son de goce si no de experimentar un goce en su  alteridad fundamental, como viajeros de experiencias nuevas, países de goce que se exploran. Así culminó su conferencia y comentarios.

Continuaremos en el próximo programa, último del año, los esperamos con sus mensajes, gracias!

Violeta Paolini, Psicoanalista, Miembro de la EOL y AMP.