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La distancia “social”, es en realidad "distancia física entre los cuerpos”

En esta entrega la psicóloga Violeta Paolini explica cómo influye la idea de “tener que salir del confinamiento” y “retomar a los valores sociales”. Su columna hoy a las 12:00 por FM Andina
27/05/2020
La distancia “social”, es en realidad "distancia física entre los cuerpos”

El viernes próximo pasado, hemos tenido la oportunidad de volver, así sea por un ratito, a salir al sol, que nos brindó Angostura.

Los jóvenes, quienes vienen sosteniendo cabalmente la cuarentena, vieron y se reencontraron por un instante nuevamente con sus amigos. Gran acontecimiento social, necesario y beneficioso, un antes y un después del paréntesis en sus vidas.

Ese retomar al menos uno de los valores sociales más importantes en presencia, así como lo vivieron también los adultos menores de 65 años, respirando el aire de la localidad dio fuerzas y energía para lo que sigue.

Nada se compara al común de la vida cotidiana en tiempos de “normalidad”, sin embargo, es un aliciente darse una vuelta. Implica un corte que resignifica simbólicamente la vida de cada uno.

Así se despejó, en la dinámica familiar, el espacio personal de cada integrante ayudando a recuperar  espacios de intimidad, tanto de hijos como de la pareja parental.

Una de las preguntas que realizaban en los programas de la radio es sobre ese punto, parece que hay ciertas dificultades en hacerse lugar. Tal como lo planteábamos se trata de hacérselo, no se va a dar naturalmente en todos los casos, con lo cual, hay que tener claro que eso les hace bien a todos los miembros de la familia, más allá de las demandas de los hijos hacia los padres, también de la necesidad de lo privado para  los niños y jóvenes.

Otra cuestión es la movilidad del cuerpo, cuestión que pudo ponerse en práctica, momento tan esperado por muchos.

Se ha corrido por un pequeño espacio, la pantalla, la conexión por redes para reconectarse con los otros reales.

Pero luego, volvemos a esta extraña realidad, llamada “Irrealidad”, tal como lo llamó M. Bassols la semana pasada. Me pareció interesante el concepto de  “distancia social” y acercamiento subjetivo”, ubica que la cuestión es la distancia que cada sujeto tiene en relación a su propio inconsciente, una distancia subjetiva, por ejemplo, en un sueño, del cual desconocemos el guionista.

Se pregunta si la solidaridad será la salida después del túnel, que no sea un control social al servicio del autoritarismo y capitalismo, (China) o  elegir inventar otra cosa: acercamiento subjetivo a través de la palabra, y eso requiere la presencia del cuerpo hablante.

Cuando se trata del goce, se trata de un agujero, resultado de perder lo que no vamos a recuperar, duelos por las pérdidas de lo se produce en estos días, de lo que no podemos hacer.

La distancia llamada social, es en realidad distancia física entre los cuerpos, acompañada de la ideología del control social. Opone a ello el acercamiento subjetivo, desde el Psicoanálisis, para escuchar y sostener la angustia ante la muerte, el deseo de vivir. No se puede reducir el cuerpo al organismo físico que puede contagiarse por contacto. Eso implicaría una lógica de segregación.

Se ve así un fenómeno clínico “síndrome de la cabaña”, angustia ante la idea de tener que salir del confinamiento, y se produce un encierro voluntario donde se trata de encerrarse para defenderse de uno mismo, como diría Freud, uno no puede escapar de sí mismo.

En el mejor de los casos, hemos disfrutado de una pequeña salida, aún con nuestra misma extimidad, eso siniestro de nosotros mismos, lo cual vía la palabra produciría en términos del dispositivo analítico el acercamiento subjetivo, uno por uno.

De eso, no hay confinamiento que nos salve, y por otro lado, es por nuestro inconsciente que podemos vivir.

Agradecemos los mensajes y los esperamos para conversar.

 

                                            Violeta Paolini, Psicoanalista, Miembro de la EOL y AMP.

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