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ESPECIAL PARA DIARIOANDINO

El humo de las quemas y la salud (Primera Parte)

El Ing. Rodolfo Herrero, consultor ambiental, aborda la problemática que genera esta práctica habitual, particularmente en Villa La Angostura por su topografía.
16/06/2020
El humo de las quemas y la salud (Primera Parte)

Por Ing. Rodolfo Ch. Herrero* 
[email protected]

Con la llegada del Otoño y transcurriendo los últimos días diáfanos que podemos disfrutar en nuestra localidad, se sucede una situación bastante particular y que ya forma parte del raigambre cultural de nuestra localidad…”La quema de los residuos forestales”.

 Estos residuos vegetales provienen de distintas fuentes, desde hojas de especies caducas provenientes de un jardín o parque, restos de pequeñas podas domiciliarias, podas de altura, apeos de árboles individuales por peligro hacia las viviendas, residuos de desmontes por construcción, etc. 

Lógicamente el material que se quema difiere enormemente en cuanto a su volumen de acuerdo a su procedencia, no así en cuanto a su composición. La cual en líneas generales está constituido por unos compuestos orgánicos denominados Celulosa, lignina, hemicelulosas y varios compuestos secundarios (taninos, gomas, aceites, mucilagos, resinas, etc) asimismo todo ello depende de las especies vegetales involucradas, contenido de humedad, etc. En definitiva, la composición del humo a grandes rasgos en todas las quemas es similar.

Qué pasa cuando quemamos residuos vegetales

En forma muy sencilla podemos definir que la quema es una reacción química, así de sencillo y se llama combustión, en ella un elemento –combustible-, en este caso restos vegetales formados por madera y hojas, se combina con otro –comburente-, oxígeno en forma de O2 gaseoso, desprendiendo calor y produciendo un óxido; la combustión es una reacción exotérmica que produce calor, luz y una mezcla compleja de gases, Monóxido de carbono (CO), Dióxido de carbono (CO2), Agua en estado gaseoso (H2O) y partículas muy finas nocivas para la salud.

Además, el humo de esta combustión contiene varios contaminantes tóxicos dañinos para el aire que incluyen benceno, formaldehído, acroleína e hidrocarburos policíclicos aromáticos (HAP), entre otros. La combustión puede ser completa o incompleta dependiendo de la cantidad de oxigeno presente en la reacción. A grandes rasgos podemos asumir que la quema de residuos forestales a cielo abierto constituye una combustión incompleta, por este motivo expone al ambiente una serie de sustancias nocivas para la salud y contaminantes. 

Por lo general la práctica de la quema se realiza sobre residuos forestales con un alto contenido de humedad lo cual contamina el aire con una mayor cantidad de humo (material particulado fino). Este último presenta un efecto altamente nocivo para nuestra salud puesto que los tamaños de las partículas del humo se encuentran dentro del rango de las denominadas respirables; son las partículas que se alojan en nuestro sistema respiratorio. La fracción fina comprende las partículas con diámetro aerodinámico menor a 2.5 µm llamadas(PM2.5) y viajan directo a los alveolos pulmonares provocando el daño.

Riesgos para la salud 

La problemática del humo como producto de la quema de residuos vegetales es una realidad presente en todo el mundo, de allí que existe una infinidad de estudios científicos al respecto, como asimismo comunicaciones técnicas, protocolos de manejo y hasta estrictas prohibiciones en comunidades con altos estándares de conciencia socio ambiental. 

Países como EEUU, Rusia, Suecia, Noruega han desarrollado un gran conocimiento sobre todo el proceso que implica la desforestación ya sea por avance urbano como la industrializada y la tecnología de procesamiento de los residuos forestales. En nuestra región y por constituir un serio problema ambiental y sanitario, nuestro país vecino Chile viene desarrollando diversos programas técnicos tendientes a disminuir la problemática del humo generado por quemas de residuos forestales (domiciliarios y provenientes de la industria forestal) y las emisiones producto de la combustión de leña. De acuerdo a estudios realizados y según un inventario de contaminantes, elaborado en 2012 por la Universidad de Santiago (Usach) y que fue utilizado como insumo en la elaboración del plan de descontaminación (junto a otras investigaciones) aseguran que, en el vecino país la combustión de madera aporta siete veces más contaminación que los vehículos livianos. Ello constituye un enorme problema sanitario.

La posibilidad de que una persona experimente efectos en la salud como resultado de la exposición al humo, depende de la concentración de contaminantes del aire que respire y la duración de su exposición.

Respirar humo de una quema de residuos forestales es un riesgo para la salud, especialmente para niños, ancianos, personas que padecen asma, enfermedades cardíacas u otras enfermedades respiratorias.

La exposición a partículas finas presentes en el humo de combustión de la madera puede desencadenar o agravar problemas respiratorios y cardiovasculares, asimismo expone al organismo a una serie de compuestos cancerígenos.

Cuando las quemas se realizan en proximidad de las casas existe un mayor riesgo potencial para que el humo dañe la salud tanto del propietario como de los vecinos.

Desafortunadamente, los gases tóxicos y las partículas finas en el humo de la madera son tan pequeños que pueden penetrar en los hogares, incluso cuando las puertas y ventanas están cerradas.

Riesgos de Incendios en la interfaz urbana Bosque

Existen muchas definiciones para el concepto de interfaz, pero podemos adoptar la utilizada por el servicio forestal de Canadá -prevención de incendios-(Firesmart) por ser el servicio con mayor desarrollo, experiencia y conocimiento a nivel mundial. Se trata de comunidades que han experimentado los efectos devastadores y la tragedia que supone ser arrasados por el fuego.

El concepto más importante de la interfaz es el riesgo que suponen los incendios forestales en la integridad de personas y sus bienes, incluyendo toda la infraestructura urbanística, redes de comunicaciones y suministro para la población de un determinado lugar. Es decir, hace referencia a aquellas zonas donde la vegetación forestal –Bosque- tiene contacto con las construcciones, bien sean viviendas, zonas industriales, de producción agrícola ganadera, carreteras, líneas de teléfono, líneas eléctricas, etc. 

Volviendo a nuestra localidad, podemos observar que esa interfaz urbana forestal es bastante dinámica y se va modificando conforme el avance urbano accede a nuevas áreas (bosque), o lotes baldíos con árboles (según el concepto catastral). A partir de las modificaciones que pesaron sobre el código urbanístico en el año 2012 el territorio comenzó a presentar mayor presión por parte del medio construido, por ende, se multiplicaron las zonas con interfaz, lo cual aumento enormemente el riesgo en el territorio de que la ocurrencia de un evento de fuego en el bosque alcance las viviendas o viceversa, que un evento de fuego en una vivienda o lote se escape hacia el bosque.

 

Quemas domiciliarias

El procedimiento de quema que se viene realizando en la localidad en términos generales y salvo alguna excepción es bastante rudimentario y peligroso. Se destaca que la quema de residuos forestales se encuentra en manos de los particulares, practicada por ellos mismos o delegada en algún tercero.

Por lo general y como ya fue mencionado anteriormente la quema de combustible fino (ramas, podos, hojas, etc.) no supone un gran volumen, pero si produce en forma bastante puntualizada y relativamente rápida una gran cantidad de humo con particulado fino, en la proximidad inmediata de otras viviendas.

Dichas quemas se realizan en el mejor de los casos con la asistencia de una pala y eventualmente de una manguera de agua, asimismo en algunas ocasiones se suelen utilizar combustibles (gasoil, mezcla de la motosierra, metileno, etc.) como acelerantes de la ignición, lo cual implica mayor riesgo de accidentes.

Comúnmente se realizan sobre el suelo, sin ningún elemento de confinamiento o contención (tacho, chapas, pozo, etc.) que prevenga su propagación.

Respecto del momento oportuno para realizar la quema, lo cual técnicamente depende de varios factores climáticos y condiciones ambientales imperantes, las mismas por desconocimiento no son tenidas en cuenta, lo cual resulta que cada particular realiza la quema cuando puede, siendo los fines de semana y en particular los Domingos los días elegidos para quemar, sometiendo  a la vecindad más próxima a una drástica disminución de la calidad del aire, con todos los problemas en la salud y molestias que ya han sido comentados.

En este sentido y dependiendo de la presión atmosférica, velocidad y dirección del viento entre otras condiciones la propagación de humo puede extenderse a más de 2 kilómetros.  

En estas condiciones la posibilidad de que ocurra algún accidente con el fuego está relacionada con la prudencia, pericia y atención que se le dispense a la quema, es decir la propagación de ese fuego y/o la ocurrencia de algún incidente que ponga en riesgo al operador del fuego depende totalmente del mismo, donde un simple descuido podría propagar un incendio.

Quemas en desmontes

Por otra parte, se sucede frecuentemente otro tipo de quema de residuos forestales y es la vinculada con la actividad forestal de desmonte, este puede responder a varias cuestiones; apertura de un camino, la mal denominada limpieza de lote (donde se quema el sotobosque –la mayor riqueza en biodiversidad-), tala y roza para implantar una vivienda, etc.

En estos casos por lo general se trata de tareas realizadas por prestadores de servicios de desmonte donde los volúmenes implicados en la quema suelen ser importantes, así también el tiempo de quema suele extenderse más allá de una jornada de trabajo.

Se destaca que, si bien existen prestadores con experiencia y pericia en el tema, no todos cuentan con los implementos y las herramientas necesarias para llevar adelante este tipo de quemas, asimismo los procedimientos forestales en algunos casos distan mucho de ser los adecuados.

Por citar algún ejemplo y no entrar en tecnicismos se suele mandar a quema un volumen muy importante de material intermedio muy útil para leña fina o piezas de maderas sumamente valiosas simplemente por desconocimiento, falta de lugar de acopio y secado, etc.

Se suelen utilizar como aceleradores de ignición combustibles líquidos, también resulta una práctica muy común utilizar cubiertas. 

Estos y otros errores suelen ocurrir por la falta de dirección técnica en los procedimientos de desmonte o en algunos casos por incumplimiento de directrices impartidas por profesionales del sector.

En todos los casos ocurre que las quemas carecen de dirección técnica por parte de profesionales competentes en la materia, siendo el único responsable el propietario del lote y eventualmente y en forma solidaria el Director de obra si es que se realizará una implantación edilicia en el lote.

Este tipo de procedimiento, si bien tradicionalmente es realizado por terceros contratados para realizar el desmonte, limpieza y quema, no por ello implica menores riesgos y menor contaminación puesto que dicho procedimiento sigue la lógica de las quemas domiciliarias en cuanto que no se tienen en cuenta los factores climáticos propicios para realizar la quema, ni se cuenta en algunas ocasiones, como ya fue mencionado, de los implementos necesarios para hacer frente a un ataque inicial del fuego.

En ambos casos observados cabe destacar que la probabilidad de ocurrencia de un evento de fuego que afecte la interfaz urbana forestal, es realmente muy elevada porque hay muchos factores librados al azar que no responden a un procedimiento técnico. 

Efectos acumulados

Por un lado y debido a que las quemas se habilitan administrativamente desde Mayo hasta Octubre y teniendo en cuenta la veda climática que presenta la actividad forestal (por lluvias intensas o nevadas) las quemas se practican en una ventana de tiempo relativamente corta, más teniendo en cuenta que en una temporada promedio en la localidad pueden habilitarse alrededor de 200 quemas o más, ello depende en gran medida del ritmo de la construcción.

Es decir, suele suceder que en un mismo día hay varias quemas en el ejido, de diferentes magnitudes, con diferentes posibilidades de accesibilidad (para el caso que requiera supresión por parte de la Brigada o Bomberos) ello determina un riesgo acumulado mayor.

Por otra parte, la disminución de calidad del aire y los riegos sanitarios están también en relación directa a la cantidad de quemas que se realicen en un mismo día, siendo las condiciones climatológicas (presión atmosférica, humedad, dirección y velocidad del viento entre otras) las que determinen las condiciones y calidad del aire en un momento puntual.

En este punto resulta necesario indicar un factor determinante que sucede muy frecuentemente en nuestra localidad. Se trata del fenómeno atmosférico denominado “inversión térmica”, este fenómeno se ve favorecido por la conformación topográfica típica de fondo de valle que presenta nuestro territorio, lo cual hace que toda la contaminación que se genera en el área (humos, gases, etc.) quede atrapada desde la superficie y hasta una cierta altura, de este modo el aire no se renueve fácilmente, hasta que cambia la temperatura del aire de las capas más altas, este fenómeno puede durar horas o días dependiendo de las condiciones atmosféricas. Ello nos expone a un efecto acumulado por inhalación obligada de un volumen mayor de partículas PM2,5, altamente nocivas para la salud como ya fue mencionado.

Hasta aquí podemos ver que la comunidad al proseguir con esta práctica está asumiendo un enorme riesgo totalmente innecesario de que eventualmente pueda ocurrir un incendio forestal y a la vez experimentando muy pasivamente una disminución de la calidad del aire.

 

En una próxima entrega analizaremos aspectos jurídicos y administrativos de las quemas, el rol de los servicios forestales públicos, las implicancias que debe asumir el estado Municipal y la comunidad y las alternativas que podrían disparar un cambio de paradigma que implique una mayor conciencia solidaria y ambiental.

*Ing. Rodolfo Ch. Herrero – GestiónVerde Consultores ambientales

  Miembro de la Asociación Argentina de Arboricultura (AAA)

  Red de restauración ecológica de la Argentina (REA)

Fuentes:

https://firesmartcanada.ca/

https://www.uestatales.cl/cue/?q=node/4422

www.deh.gov.au/atmosphere/airquality/publications/report5
https://www.airnow.gov/

http://www.ecy.wa.gov/programs/air/local.html.

https://www.epa.gov/asthma

https://www.youtube.com/watch?t=3&v=sJQ4IVDDA6Q

https://www.youtube.com/watch?t=1&v=Z-OfbPjXPUU

 

 

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