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ARCHIVOS DEL SUR

"Y un día, también tuvimos museo" (2da. parte)

Archivos del Sur recuerda el Museo que cumplió 25 años de historia. En esta segunda entrega, la museóloga Mechi Palavecino aborda la etapa del Museo desde la década del 90 en adelante.
27/06/2020
"Y un día, también tuvimos museo" (2da. parte)
Tercer edificio del Museo, hoy Concejo Deliberante.
Tercer edificio del Museo, hoy Concejo Deliberante.

Por Mechi Palavecino *

La memoria a veces nos juega pasadas, va y viene, y asi, queria comentar aquí, nobleza obliga, que desde que fui contratada para trabajar en el Museo en 1995 siempre conté con el apoyo incondicional de Norberto Diuorno, padre de mis hijos. El me trasladaba al Museo y a todos los lugares que tenia que ir para  desarrollarlo cuando yo no sabia manejar, me ayudó con el guión de sala y el armado de la exposicición después de la primer mudanza, se ocupó de la casa y nuestros hijos cuando yo viajaba a La Plata a capacitarme y me ayudó muchisimo con un trabajo en multimedia que debia realizar y que gustó mucho a mis profesores, quienes mandaron una carta de reconocimiento a Maria Angélica Roche, presidente del Concejo Deliberante y a cargo temporalmente de la Intendencia  en ese momento.

Cuando el Museo aun estaba en la ex Usina, en el puerto, se presentó la arquitecta Carina Paradell, llegada recientemente a la localidad con su esposo, también arquitecto. Ella tenia un pos grado en Patrimonio y me ofreció sus servicios. En ese tiempo me enteré que Miguel Barbagelata, con quien compartimos grado en la escuela 104, iba a desarmar la vieja edificación de madera que se encontraba detrás de su propiedad, Pichi Huinca, hoy Nevada.

Conversando con él le pedí que  lo donara al municipio para re instalarla en el predio del Museo, porque esta vieja edificación había pertenecido al antiguo Hotel Correntoso, construído por Primo Capraro como anexo, ya que en la antigüedad no teniamos bomberos y las edificaciones de madera, en invierno con la calefacción a leña corrian riesgo de incendiarse. No se acostumbraba  hacer grandes edificios sino varios y separados, cosa que en caso de incendio, se quemase uno solo. Esto me lo dijo don Francisco Capraro, en su casa de Bariloche, una vez que  fui con su hija Silvia y lo entrevisté, en marzo de 1998.

Hice la investigación histórica sobre el Anexo del Hotel Correntoso. Entrevisté a don Pilón, papá de Miguel, quien me comentó que  él hacia fletes con su camión cuando don Francisco Capraro desarmó las viejas edificaciones de “la pensión de doña Rosa” (nombre que tenia originalmente  el  Hotel)  para construir el edificio de material  base del que hay actualmente, con los créditos a la hoteleria que se otorgaban a través de Parques Nacionales; don Francisco le regaló una de las edificaciones y él la trasladó por el lago hasta el muelle de “la Flecha” en la actual bahia Brava, y de alli, con su camión, a su predio en Av.Arrayanes e Inacayal. Allí, esta edificación fue utilizada para alojamiento permanete y temporario.

Miguel accedió a mi solicitud y la donó al municipio para ser utilizada para el Museo. Mi proyecto era rearmarla en el predio y recrearla, explicando que fue parte del primer hotel del pueblo y utilizarla como sala de exposición, ya que me estaba quedando chico el edificio porque no se podia utilizar el piso superior hasta no hacer un estudio de la capacidad de carga del mismo, cosa que nunca se hizo. Presenté el proyecto al Honorable Consejo Deliberante y solicité se lo declare de Interés Municipal, aceptaron.

Solicité a la arquitecta Paradell su colaboración en el mismo. Ella debió hacer una declaracion jurada de que no cobraria  honorarios y procedió a registrar fotográficamente el edificio y numerar todas las maderas a medida que lo desarmaban. Fue un gran trabajo el suyo. Entrevisté también a Conrad Meier una mañana en su casa, para que me contase sobre el edificio, además de la entrevista a Francisco Capraro y don Pilón. Este trabajo lo hice en el marco del taller sobre Historia Oral que se realizó en la Escuela 104, organizado por ATEN, el gremio docente y dictado por  profesores de la Universidad del Comahue, en setiembre de 1999.

Luego de este taller se gestó Archivos del Sur. A mi me pareció sumamente interesante el mismo y desde el Museo y ya siendo estudiante de la carrera de Historia en el Comahue, lo repliqué a fines del 2013. De él participaron muchos docentes locales y a su vez la prof. Silvia Procichian me convocó para que yo lo dictase a sus alumnos de 4º en el CPEM 68. Salieron de alli trabajos muy importantes.

En Obras Públicas estaba el Ingeniero Terpín como secretario en la primera gestión del prof. Cacault,  y cuando se terminó de desarmar el edificio, en lugar de llevar las maderas al predio del Museo,  se llevaron a la Carpinteria Municipal por orden suya. Jamás logré que se siguiera con mi proyecto.

Cambió el secretario y asumió el arquitecto Fabricio Stochetti que tampoco ordenó su concresión, y asi fue pasando el tiempo sin que se rearmara el viejo Anexo del Hotel Correntoso, que tan bien hubiese quedado  y tantos problemas de espacio hubiese resuelto.

La lectura que hago hoy, a la luz de los años, es que esto pasó porque ya se  estaba generando el proyecto de los hidro aviones y quizas el prof. Cacault no consideró necesario el armado del Anexo en el Museo, ya que  este edificio sería utilizado como oficina y se estaria manejando el traslado  del Museo al centro, cosa que ocurrio en agosto del año 2003.

Con los años me enteré que esas maderas antiguas formaron parte del fuego de algunos asados….y una puerta hoy luce en Casa de la Cultura. Me dio una mezcla de bronca y tristeza,  tambien porque Miguel me dijo que lo donó porque yo se lo solicité, ya que él pensaba utilizar esas maderas y  asi,  fueron leña. 

 

Anexo del Hotel Correntoso

Silvia Capraro visitaba el Museo frecuentemente y siempre me acercaba cosas de su familia. Una vez vino muy enojada y me dijo que su `padre habia donado al Municipio una plaza que se encuantra ubicada  frente al Hotel Correntoso. Esa plaza se habia inaugurado el 4 de abril de 1953, cuando se  cumplieron los 50 años de la llegada de Primo Capraro a la región.

Este hecho está registrado en el primer tomo del Libro Histórico de la Escuela 104, con la convocatoria al acto de inauguración y fotografías del mismo, uno de los abanderados fue Raúl Alvarez. En las fotografias se aprecia, ademas de don Francisco Capraro, la representante de la gobernación del Neuquen  (en ese momento Neuquén no era aun provincia, lo fue recién en 1955) la antropóloga Ileana Lascarey. Se colocó en la plaza un granito con un bronce que tiene grabada la imagen de don Primo y una leyenda alusiva.

Este granito habia estado en la tumba de Capraro, y, cuando el viejo cementerio de Bariloche cambió de lugar, la familia Capraro donó el granito a Villa La Angostura para hacer una plaza en su honor. Silvia me cuestionó que el Municipio habia abandonado la plaza y que ésta ya no se distinguia por la maleza reinante en ella. Amenazó con retirar sus pertenencias del Museo si yo no la ayudaba a que el municipio pusiera en valor la plaza.

Como faltaba poco tiempo para el aniversario del fallecimieto de Primo Capraro el 4 de octubre,  hice un proyecto que envié a Cultura y al Concejo Deliberante  solicitando para esa fecha hacer un homenaje al vecino,  con un acto en la plaza que lo recordaba. Desde el Concejo recuerdo que Susana March me dijo que la plaza no existia. Los funcionarios que nos gobiernan muchisimas veces desconocen nuestra historia, y eso pasaba en ese Concejo. Logré que mi proyecto prosperara, y la Municipalidad limpió y desmalezó la plaza.

Se invitó a las instituciones locales para ese acto homenaje y tambien a la escuela alemana Primo Capraro y la Dante Alighieri  de Bariloche, que enviaron delegaciones. Invitamos especialmente al embajador de Italia Sr. Giovanni Gianuzzi y su esposa, quienes  tienen residencia en Las Balsas. El acto fue un éxito, muy emotivo, Francisco Capraro concurrió en su silla de ruedas, tenia mas de 90 años en ese momento. Después de esto, nos visitó una delegacion de Belluno, ciudad italiana de donde era oriundo Primo Capraro y Angostura se hermanó con ella.


Acto en la Plaza Capraro

El primer folleto del Museo se hizo en esta época, despues de mucho penar. Carlos Tavalla hizo el diseño  en color sepia. También colaboró conmigo haciendo los primeros paneles que tuve en la ex-usina. Mas tarde al tener que reimprimirlo, este folleto se tradujo al ingles, con la colaboración de Marta Vega y Cecilia Buzón y supervisado por Romina Braicovich en la parte técnica.

Tambien en ese tiempo, en la ex usina, me visitó la sra. de Perrota, arqueóloga, y donó un libro de su autoria sobre la ceremonia del nguillatun, y objetos de la cultura material  mapuche, un molino que consiste en una piedra chata y  otra tubular, para moler granos, puntas de flechas y otros elementos mas, que tanto interesaron a los turistas visitantes.

Silvana Pascotto en esos dias prestó tambien un sobador de cuero, que es una piedra volcánica con forma de sombrerito, que habia sido encontrada por el guardaparques  papá de Susana Martínez en la zona del lago Espejo y regalado a Silvana. Ella la dejó en préstamo al Museo durante muchos años y la retiró luego de la última mudanza del mismo, por no estar en exposición. Ricardo Martínez prestó tambien muchas puntas de flecha de diferentes colores, que mientras tuvimos espacio, se podían exhibir. 

Recuerdo que un día visitó el Museo el sr. Albolave, sus padres construyeron en el actual puerto una de las primeras casas en los comienzos  de Parques Nacionales. Fue a llevar elementos de montañismo pertenecientes a su padre y cuando yo le comenté que siempre recordaba las riquisimas galletitas de canela y miel que nos traía de regalo su madre cuando recien llegaban a comienzos de diciembre, se emocionó mucho y ambos terminamos con los ojos llenos de lágrimas.

Siempre me dijeron que en el Museo podia trabajar cualquier persona, pero que lo hiciera yo, que además tenia historia en el lugar, era un importante valor agregado del mismo, y  sé que esto era cierto, ya que yo podía hablar del Messidor, por ejemplo,  porque me crié jugando dentro de él. Cuando  era niña, el Messidor pertenecía a Sara Madero de Demaría Salas, y la familia Marimón era la cuidadora del mismo.

Granito plaza Primo Capraro

Eran amigos de mi familia, doña Lina cosia ropa para mis muñecas, recuerdo, y siempre nos visitábamos por supuesto. En esos tiempos se vivia mucho en comunidad y se compartía. Siempre se hacian asados en Messidor y participábamos de ellos los vecinos amigos, y los chicos jugábamos a las escondidas dentro del castillo. 

Al poco tiempo Alberto Hernandez reemplazó a Adriana Verdeccia en Cultura  y comenzó a trabajar alli mi colega, Marcela Varangot, adscripta desde Provincia. Con ella tuvimos la responsabilidad de armar la exposición en unos pocos dias,  del recién mudado Museo,  Como el espacio era tan grande, comparado con la sala de 7x5 del edificio anterior, no teniamos las apoyaturas necesarias para hacer algo decente.

La gente de teatro nos prestó su escenario y el cortinado para que pudiesemos anular parte de la sala que nos era imposible utilizar por falta de objetos para exponer. De todos modos quedo muy bonito todo y para su inauguración el 20 de agosto del 2003 concurrieron muchisimos vecinos que nunca habian pisado el Museo cuando éste estaba en el puerto. En pocos  meses cambió el gobierno y volvió a asumir el Dr.Panessi,  con Romina pedimos audiencia,  y ella expuso la situación de la canoa en agua en el predio de Parques.

Panessi se comprometió a que desde el municipio se trasladría al Museo para agregarla a la exposición ahora que contábamos con espacio suficiente. Romina armó esa parte de la exhibición  y diseñó los paneles explicativos. Panessi le pidió que hiciera un proyecto de trabajo en el Museo para gestionar fondos en Nación para su concresión. Pasaron los meses, le dijo que se la contrataría desde el municipio, pero dieron mil vueltas para finalmente decirle que no había presupuesto. Mi ilusión siempre fue poder trabajar en equipo con ella, pero así siempre tuvo que trabajar ad honoren, ya que  nunca dejo de colaborar con el Museo a pesar de todo.

De a poco fuimos consiguiendo mas elementos y armamos una exposición con muchas temáticas, vida cotidiana, montañismo, navegación, y teníamos un espacio tambien para las exposiciones temporarias, que, como ya dije, éstas iban cambiando. Así siempre teniamos gente del pueblo visitando el Museo, porque prmanentemente habia cosas nuevas para mostrar. Fue hermosa esa época. Hasta los empleados municipales nos visitaban! Y los vecinos traían a otros a apreciar las cosas que se exponian.

Inauguración 3º edificio

En el año 2004 organizamos un congreso de FADAM (amigos del Museo) en el centro de Convenciones, vinieron representantes de museos de todo el pais y  diserté alli. Para organizar ese evento y tantos otros, conté siempre con la colaboración de mis amigos, que desinteresadamente me daban una mano en todo lo que hacia falta, recuerdo aquí a Cristina Mocsari, que me ayudo muchas veces, María José  López, que otras tantas colaboró cocinando exquisiteces para los vernisagges despues de la inauguración de las exposiciones, Adriana Matar, y siempre todos los integrandes de la comisión de Patrimonio, que iban cambiando con el tiempo, ademas de los nombrados, recuerdo a la arq. Marcela Montheil en ese tiempo y a Claudia Atencio. 

Siempre pensé que el Museo debia dejar de ser considerado una oficina municiapal y debia ser jerarquizado,  tener un director y presupuesto propio. En ese tiempo nuestro estatuto del personal municipal no contemplaba estudios terciarios. Se consideraba secundario y universitario.

Como mi Profesorado de Enseñanza Primaria era un terciario ( 3 años, mas las prácticas) y la carrera de Museología tambien es terciaria (de otros 3 años) mi capacitación no estaba comprendida dentro del estatuto municipal. El mismo estatuto decia  que los empleados municipales no podían ganar menos de $500. Teniamos un sueldo basico y una suma no remunerativa para completar.

A medida que  el básico se iba incrementando, por antigüedad,  se descontaba de la suma no remunerativa, o sea que se seguia ganando lo mismo. Cualquier persona con 6 grado que recien ingresaba al municipio, ganaba lo mismo que yo, que tenia 10 años de antigüedad y dos carreras terciarias.

Yo consideraba esto  tremendamente injusto. Recién en la segunda gestión del dr. Panessi se modificó el Estatuto Municipal y tuvimos mas derechos. Se nos categorizó por capacitación y se reconocieron las carreras terciarias, igual se tomaba una sola. Mi cargo dentro del Museo fue “Jefe de Departamento”, cargo máximo que existió y que al jubilarme no se volvió a cubrir.

Con Marcela Varangot trajimos a la arq. Liliana Lolich por primera vez a disertar sobre patrimonio arquitectónico, la habiamos conocido en uno de los Congresos de Historia del Neuquén en Junin de los Andes en el año 2001, Liliana siguió siempre en contacto conmigo, asesorándonos en temas puntuales de Patrimonio arquitectónico, incluso cuando se planteó el problema del Juzgado  Multifueros en el área fundacional, en el 2005. También invitamos al prof. Raúl  Pascuarelli, Director Provincial de Archivos en Neuquén y él dio una capacitación sobre archivistica, orientado a los empleados municipales y de todas las instituciones que lo necesitasen, esto en el 2002. Creo que hace poco se organizó  nuevamente algo similar.

En ese tiempo Maria Esther Petrich estaba a cargo del departamento de Sociales del CEPEM 17 y trabajabamos en conjunto. Organizamos trabajos de recuperar la historia local a traves de la fotografía, los alumnos debian conseguir fotos antiguas de determinadas temáticas, recuerdo una fue los cambios en el paisaje de la Avenida Arrayanes, después eso se organizó en una exposición en el Museo.

Martita trabajó siempre codo a codo conmigo. Gracias a sus contactos en la municipalidad conseguimos  un vehiculo para  visitar pobladores en El Rincón, a la sra. Guananja, a don Sobarzo, quien nos mostró cómo secaba y conservaba la carne.

Entrevistamos a la sra. de Palma en su domicilio y al matrimonio de Ana Martínez y don Melo, en las Piedritas, tan cálidos ellos, al matrimonio Elgueta, donde la señora nos comentó algo que yo no sabia, y es que su esposo trabajó con el sr. José Diem, el botánico y ambos estudiaban como reaccionaban algunas plantas. Dijo que ellos habian hecho  el árbol del amor, que está en Selva Triste, donde un arayán abraza un ciprés. Quedé muy sorprendida con esta revelación, toda mi vida creí que esto era natural.

Eudolia Lleufu de Barria habia prestado otra piedra de moler granos, para una de las tantas exposiciones sobre vida cotidiana. La sra. Sobarzo en una visita, nos habia prestado un chom chom, y nos explicó como se hacia antiguamente, cuando aquí no habia almacenes y comprar era complicado. En una lata se colocaba grasa de animal con una mecha hecha con tela de bolsa de harina, esto cumplía la función de una gran vela.

Otra forma de alumbrarse era un frasco con kerosene y una mecha tambien, esto reemplazaba a un farol y era utilizado por los antiguos pobladores mas humildes. En las visitas de los alumnos de las escuelas, estas cosas llamaban mucho la atención de los niños.

Otra de las exposiciones que recuerdo fue de maquetas confeccionadas por don Aldo Grecci y Carlos Bensi. 

 

Exposición 

Aquí quiero hacer una reflexión acerca de lo que es trabajar en la Municipalidad, para los que nunca lo han hecho y lo ven desde afuera. Se tiene mas posibilidades de desempeñar bien las funciones y conseguir las cosas que se necesitan para ello, cuando se pertenece al partido que gobierna.

En mis 22 años de municipio, viví gobiernos de casi todos los colores. Nano Barria que fué quien me dió trabajo, jamás me pidió que me afilie al Movimiento. El tenía otro concepto de la política y  se lo agradecí en vida. Como yo no pertenecia al Movimiento pero en la primer gestión del Dr. Panessi el Municipio permitió mi capacitación y me dio viáticos, cuando volvió a asumir el Movimiento yo quedé pegada como peronista sin serlo, porque en esa gestión pude capacitarme.

Asi, por ser independiente, tener criterio propio y no ser obsecuente, siempre me costó mucho conseguir  cosas necesarias para desarrollar con idoneidad mi trabajo. No ayudó el hecho de trabajar lejos del municipio y no contar con teléfono ni internet durante muchísimo tiempo.   

Siempre me llamó mucho la atención la relación del municipio con la biblioteca Bayer, al ser ésta una Biblioteca Popular, el municipio no la puede manejar ni intervenir en sus decisiones. Esto molesta mucho, además del hecho que al ser la biblioteca un espacio cultural tan importante y nuclear a las personas que se interesan por la lectura, el conocimiento y normalmente también por los problemas sociales, es un espacio de encuentro. Esto no está bien visto por los funcionarios.

Dos bibliotecarias son personal municipal, pero…..la mayoria de los funcionarios no pisan la biblioteca  ni  cuando ésta realiza eventos importantes, como las ferias o presentaciones de libros. Ellos se lo pierden. Por mi parte, siempre tuve una buena relación de colaboración con la biblioteca y sé que fuí estigmatizada por eso.

Dejo en este punto la segunda parte de mis memorias, en la próxima entrega, también comentaré sobre los cuadros de los intendentes. Esto continuara…..

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memorias de Mechi Palavecino, museóloga, Profesora de Historia UNComahue

 

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