Aseguran que no están autorizadas las actividades recreativas en instituciones privadas educativas

Por Mariana M. Fernández

Una niña/o puede tomar clases de guitarra en la Casa de la Cultura, hacer danza o gimnasia con otros chicos, ir a un restaurante o una confitería y compartir una mesa de hasta diez personas; los padres ir al gimnasio, hacer un taller de cerámica o zumba y juntarse en un bar con amigos. Pero ese niño/a no puede tomar una clase de inglés con  otros tres en un mismo espacio, y los pequeños no pueden ir a un jardín a realizar actividades con sus pares.

"Toda la actividad en instituciones que dependen de Educación, no está autorizada por el momento". Esa es la orden que tenía, al menos hasta ayer, la Dirección de Comercio del Municipio. 

Si bien esta semana dos establecimientos privados comenzaron con actividad recreativa para los alumnos, el secretario de Economía, Daniel Brito, aseguró que no han expedido la autorización desde el área de Comercio, por lo tanto no estarían autorizados. 

Según explicaron, el problema radicaría en que las instituciones dependen de Educación, y que el decreto provincial N°0609/2020 incluyó algunas actividades, pero no especificó otras similares. 

Desde el lunes 8 de junio, protocolos mediante, se permitió la reapertura en la localidad de:  Gimnasios, talleres de pilates, centros de yoga, reiki, taichi, y otros, Natatorios, Talleres y seminarios de formación artística en espacios culturales, sin apertura al público, Talleres de danzas y bibliotecas Populares.

Pero no especificó si, por ejemplo, un instituto de inglés puede dictar clases de manera presencial, con un protocolo determinado. O si un jardín de infantes puede brindar talleres recreativos para pocos chicos tres veces por semana. 

Hoy esas actividades no están permitidas. 

A fines de junio un instituto de inglés presentó en el Municpio el protocolo para que le autorizaran la apertura de clases presenciales. Hasta el momento han dictado clases de manera virtual, pero, aseguran,  hay chicos que no tienen buena conexión a internet o tienen dificultades para aprender con la modalidad, por lo tanto, no pudieron continuar con los estudios. 

El instituto proponía dar una clase por semana presencial, y otra de manera virtual, reduciendo a la mitad el movimiento de alumnos, con un máximo de 4 alumnos por aula. A mediados de julio el Municipio les contestó que no podían autorizarlos porque la actividad no estaba encuadrada en las actividades permitidas por el decreto provincial.

En cuanto a los jardines de infantes, los más pequeños hoy no tienen opciones y muchos niños hace cuatro meses que no tienen posibilidades de interacción con sus pares.