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ARCHIVOS DEL SUR

De intruso al reconocimiento formal de poblador por parte del Parque Nacional Nahuel Huapi

Archivos del Sur recoge el testimonio de Juan Carlos Chandia, antiguo poblador del PNNH, y a través de él, la historia de los antiguos pobladores del Parque Nacional.
23/08/2020
De intruso al reconocimiento formal de poblador por parte del Parque Nacional Nahuel Huapi

Por Gerardo Ghioldi – Archivos del Sur

Don Osvaldo Bayer decía en cada lucha a la que era invitado en los rincones más recónditos de la Argentina que a priori hay que decir, se  veían esas luchas como perdidas, como utópicas, como irrealizables; desde el estrado, la barricada, la fábrica o el aula, decía con su voz suave pero precisa, producto de mil batallas: La ética siempre triunfa.

Hoy conoceremos  la historia de vida de Juan Carlos Chandia que se prolonga en la profundidad  de la historia familiar de los Chandia Zumelzu. Hablamos de Mallin Chileno, los altos de Cuyin Manzano, La Lipela y el rio Limay.

 Es importante destacar que las entrevistas a Juan Carlos Chandia que utilizamos en esta crónica fueron realizadas a fines del 2019.

La historia trágica de la Patagonía comienza con la Conquista del Desierto, genocidio “civilizatorio” que abrió las puertas a la colonización de estas tierras.

Don Lindor Zumelzu Solis nació en La Unión, Chile a unos 250 km de Cuyin Manzano, el 28 de octubre de 1881. Sus padres se llamaban Juan de Dios Zumelzu y Sinforiana Solis. Se casó con Isolina Gatica. Abuelos maternos de Juan Carlos. Por la otra rama familiar, su padre Carmen Chandia era de la zona de Chos Malal, viajaba a Nahuel Huapi  con tropa de carros hasta que un día decidió quedarse por este territorio. Trabajó varios años en la Estancia La Primavera. Había nacido el 17 de enero de 1898, sus padres se llamaban Victoriano Chandia y Carmen Rojas. Se casó con la tercera hija del matrimonio Zumelzu-Solis, doña Margarita Zumelzu.

A principios del siglo XX aunque en teoría los límites fronterizos ya estaban delineados, en territorio, las cosas eran mucho más imprecisas, de tal forma que a veces, no se sabía si Nahuel Huapi era argentina o chilena. Por otra parte, para los pobladores que circulaban por el territorio o que buscaban nuevos horizontes para sus vidas cuando era Territorio Nacional repetían una y otra vez  que era “tierra de nadie”.

Juan Carlos Chandia nos relata la llegada de sus abuelos Zumelzu Solis: …Don Lindor Zumelzu…se escapó con mi abuela, la “robó” y se cruzaron a caballo en 1905, porque ellos estaban noviando en Chile y eran muy estrictos los viejos de aquella época y no se podían ver, entonces él preparó dos caballos de los mejores que tenía, era baqueano porque él había trabajado mientras hizo la colimba, trabajó en caballería, la hizo en la montada del ejército y conocía las picadas como la palma de su mano, y en esa época cruzando la frontera, no te perseguían más, te daban destierro, recién a los 10 años podías volver, a los que se escapaban…Ahí yo conocí la casita (en Mallin Chileno sobre la costa del rio Limay) que era de adobe y el techo de tejuela, la alcancé a ver, tenía unos frutales, ellos se fueron de ahí porque la tierra se vendió de un día al otro con ellos adentro…

En aquellos tiempos solo un puñado de privilegiados podía viajar a Buenos Aires para solicitar tierras al gobierno nacional. La mayoría de las veces los colonos eran oriundos de las grandes ciudades y así lograban hacer efectivos sus papeles de propiedad en ese gran remate especulativo que se produjo a principios del siglo XX luego de que cientos de miles de hectáreas quedaran “libres” producto de la Campaña del Desierto.

Lamentablemente en Patagonia, el proceso especulativo superó con creces a la colonización, quedando las tierras en manos de unos pocos. En la zona del Limay se crearon numerosas estancias de increíble tamaño con un sinfín de pobladores en su interior. Este hecho trajo aparejado un nuevo proceso de expulsión de pobladores que tuvieron que trasladarse a zonas menos atractivas al capital hegemónico. En otros casos, quedaron como peones de por vida trabajando ahora sí, no como dueños de la tierra sino como asalariados de muy bajos recursos.

los que fueron a Buenos Aires a solicitar los campos, dijeron que no había nadie, que estaba deshabitado, aparecieron los dueños con los papeles y dijeron:- nosotros somos los dueños de estos campos así que tienen dos opciones, se quedan a trabajar con nosotros pero tienen que sacar los animales, (le dejaban la lechera y unos caballos) o sino tienen que buscar otro lugar, tienen poco tiempo para definirse...Optaron por irse a Cuyin Manzano que había una población  en la cual vivía un tal que conoció al abuelo en Chile, ese hombre se estaba yendo para Bolsón (se llamaba) Fuentealba y le dejó los adelantos que tenía ahí y se los cambió por unas vacas, mi abuelo tenía bastantes caballos, vacas, bueyes, él trabajaba con bueyes, y se tuvieron que mudar a Cuyin Manzano en un  carro…

En 1910 don Lindor obtiene el primer boleto de marca y señal cuando era Territorio Nacional.

Cuando el pasado marca el presente

 La especulación inmobiliaria ha tenido un triste y preponderante papel que por momentos opaca todo el trabajo y tesón de los pobladores sean mapuche, criollos o extranjeros.  Cuando en 1934 se funda el Parque Nacional Nahuel Huapi por un lado se protege la propiedad privada de las estancias y el resto (más de 700.000 has) pasan a propiedad del gobierno nacional. Todos aquellos pobladores que no obtuvieron la propiedad de la tierra en forma previa a este proceso de reserva natural pasaron de un día para el otro a la categoría de permiso precario de ocupación y pastaje PPOP y eran sometidos a un terrible reglamento que si no se cumplía serían desalojados.

Chandia lo relata de la siguiente forma…En 1934 pasan las tierras a Parque Nacional, antes que pasen las áreas al estado publico alguien se avivó y las compró por chauchas, se tuvieron que ir en el ´33 a Cuyin Manzano, ahí fallecieron, ahí están sepultados en la población, ahora es tapera… pero no hay… ni un heredero quedó ocupando la población. Había un nieto Vázquez de Basilio Vázquez que nació y se crió ahí pero la ley de Parques le encontró la vuelta para desalojarlo en pleno proceso militar en ´77 o ´78, lo desalojaron con Gendarmería y Parques, destruyeron la casa y bueno y ahí no quedó más nadie…

Don Juan del Carmen Chandia termina perdiendo la población en Cuyin Manzano al firmar el traslado a La Lipela. Por un lado la edad avanzada y la lejanía del lugar y por otro un papel que le hace firmar un guardaparque que luego llegaría a ser Intendente del Parque Nacional cuando ni siquiera sabía leer y escribir.

De  Cuyin me fui al Valle dos años y medio para trabajar y cuando volví para acá, mi viejo había entregado Cuyin y estaba en la casita esta, al lado de la ruta (luego se incendió en confuso episodio)…antes en la casita del frente  estaba don Félix Chamorro (fue caminero de Parques Nacionales), había quedado desmantelada, le habían sacado la ventana, las puertas, yo la acomodé un poco y me instalé ahí, me declararon que era usurpador e intruso y me tenían fecha y todo para desalojarme y vienen los de Tierras de Neuquén y me dan un permiso de  ocupación ya que según la Provincia ese lote era de la provincia…

Corre el año 1995, estamos en pleno auge menemista en Nación y Sobisch era gobernador de Neuquén, un gran lote de tierra queda en litigio y se establece un famoso juicio que llega a la Corte Suprema de la Nación que termina fallando que el lote era propiedad de APN y no de la provincia de Neuquén.

Juan Carlos lo cuenta así… después se armó un litigio entre la Provincia y Parques porque la Provincia reclamaba la fracción 38 que son como 380.000 has, entraban también las estancias al dominio de Provincia. A los estancieros no le servía esto porque deberían trabajar el campo, no tenerlos acaparado para especular y parece que a la Corte de Menen la coimearon en Bs As para que falle para Parques porque los dueños de (estancia) Chacabuco tres meses antes ya sabían que el fallo iba salir para Parques, quiere decir que fueron acomodar la cosa allá

Retrocedemos de nuevo en el tiempo y volvemos a los siniestros 1978, mientras festejábamos la obtención del Mundial de Futbol, Videla, Martínez de Hoz y compañía firmaban la ley 22351. Esta ley es la causal de tanto dolor en 40 años entre tantas familias de pobladores. Es importante y necesario que las actuales autoridades de APN  faciliten su derogación por otra que contemple a los pobladores a tener una vida plena de derechos. Más allá de los esfuerzos de las nuevas gestiones en hacer la vida más fácil a los pobladores no es suficiente.

Juan Carlos lo resume mejor aún… lo que pasa es que hay una ley de Parques no se modificado desde el principio, inclusive más ahora, actualmente esa ley está firmada por Videla, cuando fue presidente firmó la ley. Los argumentos más destacados dice cómo sacar a los pobladores del Parque, ahora son más elásticos, los han integrado a los pobladores un poco más, pero la ley no se ha tocado, si viene un gobierno que la quiere aplicar no queda nadie, los barren con la escoba, la ley es clarita, pero no se aplica porque son años de democracia…

Historias de pobladores de temperamento rebelde

En 1995 el diario Clarin tituló “unas fotos contra cinco guardaparques” cuando estos llegaron un domingo a la casa actual de Juan Carlos Chandia ubicada en el paraje La Lipela a metros del a seccional de APN cuando se estaba haciendo refacciones en la casa producto de un plan de mejoramiento habitacional impulsado por el gobierno provincial. Todos los diarios regionales se hicieron eco de la noticia, veamos como la cuenta Juan Carlos…eran cuatro me vinieron a intimarme que no acepte nada de la Provincia y que vaya al Parque a lo mejor había un arreglo que me podían dar una madera para acomodar la casa, ¡esto es política!, ¡no te confiés! Neuquén contrata un contratista…llegaron un día y empezaron a tirar tablas, a meter clavos y poner chapa y el guardaparque que estaba acá llamó, vinieron un domingo a parar la obra y el capataz dijo:- ¡no vamos a parar! Ahí se trenzaron a las piñas y los llevaron esposados a Bariloche, iban a secuestrar las herramientas. Era un domingo y no tenían ni una orden de nadie, fue atropello de domicilio, bueno la cosa es que ahí se armó el revuelo y después aparecieron los medios, los diarios y la tele y eso llevó tiempo, fuimos a Neuquén a hacer un descargo, todos los que estaban involucrados, mis chicos, mi mujer, yo, todos, fue ardua la batalla…hubo una aclaratoria, porque en realidad no fue un juicio, fue aclaratoria, lo declararon así, a la gente que estaba ahí, Parques debía darle solución, por problemas de vivienda o si había que reubicarlos o no, en fin, pero nadie vino a decirme nada, quedó todo planchado ya hace más de 30 años.

Ha pasado un buen tiempo desde la llegada de don Lindor Zumelzu y Carmen Chandia a la región, fueron muchos años de lucha y sacrificio. Dentro de poco  se producirá un hecho extraordinario en la historia del Parque Nacional Nahuel Huapi que es el reconocimiento a Juan Carlos Chandia como poblador pleno de derechos en el PNNH.

Hemos sido testigos privilegiados de haber visto a don Chandia trajinando en su lucha admirable para conseguir este gran cambio en su vida. También sea este un reconocimiento a los funcionarios de APN que han abierto esta necesaria oportunidad y que sean muchos los pobladores a los que alcance esta decisión histórica y se consolidé así una nueva relación APN – Pobladores mas justa.

La Ética siempre triunfa. Salud Juan Carlos!!!

 

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