"El activismo y la fuerza colectiva son claves para impulsar cambios”

Hace ya casi tres años cuando nos convocamos como vecinos enojados, la primera premisa fue transformar ese enojo en acciones concretas que, en el corto plazo, generaran un cambio favorable en pos de la Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU).

Al poco tiempo Agenda Verde tomó forma y fuerza y supo dividirse en grupos de trabajo para consolidar la acción en distintas áreas. Así fue que logramos una ordenanza para la conformación de una mesa intersectorial GIRSU con el fin de convocar desde el ejecutivo distintos actores sociales involucrados en la conformación de una solución superadora: un plan de trabajo integral de gestión de residuos y su puesta en marcha.

Fuimos varios vecinos que dispusimos tiempo, dinero y esfuerzo en pos de acciones concretas, valorando la basura como recursos transformables con el fin de hacer un buen uso de la planta (modelo) que tenemos para el tratamiento de residuos.

Hoy la situación es triste.

Para el ejecutivo no es un tema de agenda y se entró en una solución básica, sin profundidad, sin análisis y sin posibilidad aparente de cambio.

 La actitud del Ejecutivo Municipal para la Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos nos lleva a pensar en una falta absoluta de plan, en un desinterés absoluto en el tratamiento colectivo, abierto y transparente del tema y en el ningunear de nuestro trabajo colectivo realizado hasta el momento. La contaminación ambiental que se genera en nuestra planta, cercana a un arroyo que lleva esa contaminación al lago, puede considerarse un delito ambiental.

Hace muy poco, una medida cautelar emitida por un Juez a partir de la presentación de un Recurso de Amparo por parte de un civil independiente, vecino de Villa La Angostura, pudo frenar un proyecto de obra sobre el Mallín Grande, declarado intangible y de vital importancia para Villa La Angostura.

Todos sabemos que el oportunismo oculto detrás del ilusorio velo del falso desarrollo, lleva a personas (sin muchos escrúpulos para hacer negocios) en primar el negocio y rédito del mismo para unos pocos, en detrimento de la naturaleza que es patrimonio de todos y que su daño no tiene fácil reparo. Tanto el amparo, como los hechos cotidianos, al sucederse para el bien o para el mal de la sociedad, implican una apuesta a futuro o un empeño del futuro.

Si los precedentes que sientan estas “simples” obras privadas, conlleva a que a futuro otros personas (simples mortales o desarrolladores inmobiliarios) digan, “si este lo hizo, por qué yo no?”, terminamos seguramente empeñando el futuro del bosque, el del mallín, el nuestro y el de nuestros hijos también. El “total no pasa nada”, termina pasando como moneda corriente y nos perjudica a todos. Entonces, es importante que haya un marco legal que nos resguarde, pero sabemos que hecha la ley, hecha la trampa.

Por eso es vital el activismo. Por eso hay que involucrarse. Por eso este colectivo que conformamos es importante ya que visibiliza la cantidad de gente que pensamos que hay otra manera, más sana para todos, de hacer las cosas y que las leyes hay que respetarlas (y hacerlas respetar) más allá de lo amigo que puedas ser del gobierno de turno.

Los vicios en los procedimientos terminan generando más vicios, confusiones y errores, que los termina pagando el bosque nativo, los humedales y nosotros mismos, sin consecuencia alguna ni para el que se equivoca, ni para la conciencia de quien busca el permiso de obra en un lugar prohibido o el que accede a tirar la caca al río o al mallín.

Este amparo, tanto en lo individual como en lo colectivo, nos dio la esperanza de que se puede terminar con este tipo de proceder, de accionar al borde de la legalidad, de terminar con los amiguitos de siempre que hacen que las cosas sucedan, en pos del bien de unos pocos.

Todos tenemos que entender lo mismo que entendió el Sr. Juez acerca de que “la supremacía del principio precautorio y preventivo que rigen la necesaria protección del medio ambiente amparado por la Ley Provincial Nº2780, Ley Nacional Nº25.675 denominada Ley General del Ambiente”. No hay mucha vuelta.

Cuando decimos todos nos referimos a todos, tanto al Sr. Intendente y equipo de su administración así como también el Concejo Deliberante todo y nosotros como pueblo afectado directamente por este tipo de decisiones. Hace poco se firmó un petitorio por casi 400 personas que están manifestando su preocupación por el tema de los residuos en Angostura, demandando acciones concretas que contrarresten la sensación de solución mágica que ha comenzado con el envío de nuestros residuos a Alicurá corriendo del foco lo importante que es reducir el volumen y remediar la contaminación ya causada.

Como colectivo buscaremos que tanto la desidia del Ejecutivo en su Gestión de Residuos así como en su menester de “aprobar” y ser parte de la concreción de este tipo de proyectos constructivos (que no es el único en Villa La Angostura en esta situación irregular) no ajustados a la norma, tome urgente cartas en el asunto de manera positiva, revise sus procesos y convoque finalmente a la mesa que ya lleva 8 meses de demora sin ser convocada.

Daniel Sabsay dice que “cualquier habitante goza, luego de la Reforma Constitucional de 1994, de legitimación para accionar en defensa del ambiente, siendo que no accionar devendría en incumplimiento por parte de los habitantes de la normativa constitucional” (Sabsay; “La protección del Medio Ambiente a través del llamado Amparo Colectivo, a propósito de un fallo de la Justicia Entrerriana” ED t 167, pág. 71).

A fuerza de amparos o a fuerza de movilización colectiva se deberán llevar entonces al Ejecutivo todas estas cuestiones para contrarrestar su no accionar (desidia). Todos tenemos voz. Todos tenemos voto. Juntos hacemos más fuerza para generar cambios positivos.

Hoy charlaremos sobre esto en la radio. Si querés saber más sobre Agenda Verde, visitá nuestro Facebook o Instagram @agendaverdeangostura, la página web https://agendaverdeangostura.blogspot.com/ donde están recopiladas todas nuestras notas sobre la reducción de residuos y cuidado del ambiente, o escribinos al email: [email protected].

Autores: Juan Pablo Álvarez y Eugenia Ceraso