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“Dejemos de ser unos idiotas”

Ante la actual situación el vecino Federico Elkan plantea el enojo que le producen ciertas situaciones cotidianas de Angostura.
21/09/2020
“Dejemos de ser unos idiotas”

Les quiero decir algo, de vecino a vecino: DEJEMOS DE SER UNOS IDIOTAS.

No nos enfrentemos más… lo único que logramos es seguir alimentando el monstruo. Ese monstruo que nos gobierna, que nos maneja, que nos aplaca, que nos limita. Y no me refiero al Gobierno municipal, ni provincial, ni nacional… me refiero a todo. Nos manejan como idiotas, porque así dejamos que sea.

Generamos una grieta eterna, cada vez que tenemos oportunidad, porque parecería ser parte de nuestra idiosincrasia. ¡No podemos ser más idiotas! Uno dice A, otro dice B; otro dice C el otro dice D. ¡BASTA! Es mentira que no se puede. Es mentira que no hay plata. No está bien lo que dice Panessi, como tampoco es del todo acertado lo que dice Sánchez, pero ¡dejemos de ver las hormigas y empecemos a ver los elefantes!

Pidamos la bendita UTI, para cuando se pueda. Para dentro de 2, 5, 10 años o lo que sea necesario, ¡pero pidamos, es nuestro derecho! Exijamos que el dinero de nuestros impuestos vaya a donde tiene que ir. Es mentira que no se puede o que por la cantidad de habitantes que tenemos en el pueblo no es “viable” porque sería deficitario. Maestro…. ¡TODO LO PUBLICO TIENE QUE SER DEFICITARIO! Por eso es público, por eso sale de presupuestos públicos, de los impuestos que la gente debe abonar y por eso no tiene que dar saldo a favor. Si toda la guita que se va en choreo, cualquiera sea la bandera política porque, HOLA QUÉ TAL, TODOS CHOREAN (así que FUNDAMENTALISTAS políticos, de cualquier bandera, ahórrense los comentarios), o en clientelismo político (que es lo mismo que chorear) o favores políticos (que es lo mismo que chorear), si toda esa guita fuese a donde tiene que ir: Educación, salud, transporte, infraestructura, seguridad, etc. etc… SÍ habría recursos para la bendita UTI.

Entonces dejemos las charlas estériles de si se puede ahora, si no se puede, si tiene razón uno o el otro, y empecemos a exigir, DESDE AHORA, que se deje de chorear y que ¡el dinero vaya al pueblo! Al que necesita una mano porque no tuvo las mismas oportunidades y no llega a fin de mes, a crear cooperativas de trabajo para los que no tienen trabajo, al comerciante que le pone el pecho todos los días y se fuma los volcanes, las piedras, las pandemias y  el choreo de las arcas del estado y ¡al rico que la hizo laburando! ¡Porque ese también tiene derecho! Porque existe el garca, claro, pero también está el que la hizo laburando. El rico no es el enemigo, el rico muchas veces es la fuente de trabajo y de recursos de ¡cientos o miles de familias! Y el pobre tampoco es el enemigo, el contrario, ¡es el que ayuda a que todo suceda!, y el clase media, que tiene un comercio y hace plata en las temporadas ¡tampoco es el enemigo! No seamos envidiosos, seamos empáticos. El que genera dinero es porque en algún momento se animó, arriesgó, generó trabajo, se bancó las malas y bueno… en las buenas la junta, ¡y está bien! Pero dejemos de enfrentarnos entre nosotros, ¡unámonos! Somos un pueblo fuerte, trabajador, con muchas herramientas. Y nos la pasamos gastando energías en enfrentarnos unos contra otros, ¡somos unos idiotas!

 

¡En países escandinavos generar energía con CACA muchachos y muchachas! Si, ¡con CACA! Y nosotros somos tan pelotudos que no solo que la tiramos, ¡sino que la tiramos al arroyo! De donde sale la fuente de vida más importante del planeta, ¡el agua! Somos de cuarta. Nos la pasamos criticando al resto pero nunca nos miramos el ombligo, nunca nos ponemos en los zapatos del otro. O muy pocas veces…

Dejemos de criticar, ofrezcamos ayuda, aportemos soluciones reales. Miremos a los países desarrollados, observemos a los municipios sustentables, generemos energía con caca, hagamos ladrillos con materiales reciclables, fomentemos alguna industria local que no sea sólo el turismo, ¡exijamos un municipio eficiente con gente que tenga tareas asignadas y que cumpla con su trabajo! Y si hay alguno que no puede, porque no sabe o no tuvo la misma oportunidad de aprendizaje, pero está ahí porque es “hijo de”, “primo de”, “nieto de” o porque simplemente está atornillado a una silla hace 20 años, pero quiere laburar, ¡capacitémoslo! No lo juzguemos de antemano. Brindemos herramientas, buenas condiciones, ¡seamos eficientes! No prejuzguemos. No hablemos porque es gratis o porque tenemos boca. Investiguemos, intercambiemos opiniones, tengamos un rumbo bien definido y hagamos hasta lo imposible por llegar a buen puerto. Pero SÍ EXIJAMOS: transparencia, coherencia, empatía y solidaridad. Sin la solidaridad no somos nada. Y el que chorea que sí sea juzgado, el que roba que sí sea juzgado. Las normas están, solo hay que cumplirlas.

Quería que esta carta no suene a catarsis y tratar de no mezclar las cosas… pero evidentemente me fue imposible por el enojo que tengo. Pero aquí la cuestión: dejemos de ser unos idiotas, no nos enfrentemos más entre nosotros, ¡RESPETEMOS LOS PUTOS PROTOCOLOS que para eso están! Cuidemos a los más vulnerables, seamos conscientes y ¡GENEREMOS CONCIENCIA! Pero por sobre todas las cosas, pongámonos de pie, porque estamos de rodillas y si nos seguimos matando entre nosotros, nos van a devorar los de afuera…

RESPETEMOS, EXIJAMOS Y AYUDÉMONOS ENTRE TODOS, PERO DE PIE. TRABAJO ES SALUD.

Federico Elkan

DNI 32.784.026

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