"Algunas notas sobre las fantasías en Psicoanálisis"

Hace poco tiempo nos referimos al tema del juego del niño evocando a Freud en "El poeta y la fantasía".

En el mismo artículo  puede ubicarse una de las cuestiones que surgieron el Programa anterior en relación al cumplimiento o no de las fantasías.

Si la fantasía es una satisfacción de deseos, en tanto éstos están insatisfechos en la realidad, al menos en las neurosis, podríamos decir siguiendo a Freud, que el neurótico, cumple en sus fantasías tales deseos insatisfechos o reprimidos. No los realiza, como el perverso, los imagina.(tema a desarrollar en la radio).

Freud hablaba de las ensoñaciones de sus histéricas al atardecer, momento en que la angustia afloraba.

Tal vez eso permitía no enfermar, esas novelas que ellas mismas se contaban: los llamados "sueños diurnos", y lo relaciona muy directamente, en ese momento con la sexualidad reprimida inconsciente.

Pero entonces habla de los síntomas, en cuanto que si esa energía libidinal o seguía un curso satisfactorio, o, se inervaba en el cuerpo, y así nace el síntoma como una solución a un problema, un compromiso entre pulsiones opuestas, de manera que una quiere satisfacerse pero la otra no le es tolerable a la conciencia, por eso el síntoma allí se presenta como una manifestación del inconsciente. Luego con Lacan será la manera en que cada uno goza, es decir, vive.

El deseo es insatisfecho e imposible por estructura, es decir, hay satisfacciones, pero la satisfacción nunca es total, cuestión que la neurosis elude, por ejemplo, en la histeria se evita la satisfacción por creer que podría lograrse toda; y en la neurosis obsesiva se posterga el deseo hasta a veces aplastarlo, por creelo posible de satisfacer del todo creyendo que podría terminar para siempre.

Si conceptualizamos al deseo como un agujero que impulsa, como un motor en la vida, y se puede articular a fantasías o sueños, que tal vez, en algunos casos puedan cumplirse, nunca completamente, tenemos la posibilidad de poner en juego algunas satisfacciones.

En el caso de deseos imposibles, o fantasías incumplidas o incumplibles, como se planteaba en el programa anterior, quizás habría que preguntarse cuál sería la causa que originaría y para qué el hecho de que alguien se ubique en una posición particular respecto de la satisfacción del deseo, ya sea en más, o en menos.

Interesante punto, sumamente clínico, y abierto a la conversación, los esperamos!

Violeta Paolini Psicoanalista. Miembro de la EOL y AMP.