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IDEAS QUE INSPIRAN

Crearon una cooperativa de software local que genera proyectos con impacto positivo en la comunidad

Se llama Fiqus. Se creó en el 2011 y hoy la integran 13 personas, de las cuales cinco viven en Villa La Angostura. Conocé la iniciativa. Por Luciano Tormena.
15/11/2020
Crearon una cooperativa de software local que genera proyectos con impacto positivo en la comunidad

Por Luciano Tormena
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“Ser una cooperativa nos permite formar parte de una construcción horizontal, en donde todas las personas tienen voz y voto, y la construcción no se hace con jefes sino construyendo entre todos en igualdad de posiciones”, sostiene Hernán Gigena, integrante de la cooperativa de software Fiqus. La Cooperativa, que está compuesta por ingenieros en sistemas y especialistas en programación,  realiza proyectos para Argentina y el exterior, en países como Canadá, Italia, Estados Unidos e Israel, entre otros.

El proyecto comenzó hace 9 años en Capital Federal, en el que un grupo de compañeros de facultad de la UTN trabajaban en diferentes empresas de software y solían compartir experiencias. Algunos eran compañeros de trabajo y otros amigos. Tuvieron la iniciativa de trabajar de forma independiente, dejar de ser empleados, y pensaron en la posibilidad de generar su propio marco laboral en el cual poder decidir de qué manera querían trabajar y qué tipo de proyectos querían desarrollar.

Así fue que 6 compañeros se juntaron para armar su propia empresa de software.

Gigena recuerda que “en las primeras charlas nos dimos cuenta que era raro que alguno sea dueño y otro empleado, no tenía mucho sentido. Ahí salió la opción de hacer algo más horizontal y surgió la idea de armar una cooperativa. Buscamos `cooperativa de software` en internet y encontramos que existían 2 o 3 en ese momento. Nos contactamos con una que nos gustó que se llama Gcoop, nos gustó su página, hablamos con ellos, nos contaron como trabajaban, y nos encantó. Así fue que decidimos establecer la figura legal del grupo como cooperativa de trabajo”.

 Hoy en día Fiqus está compuesta por 13 integrantes y tiene 2 sedes, una en CABA y otra en Villa La Angostura. “Hace 7 años me vine a vivir a la Villa y pedí seguir trabajando para la cooperativa. No hubo problemas con mis compañeros, y arranqué trabajando desde acá. Un compañero de allá se vino al tiempo, después a 2 personas en Bariloche les gustaba la idea de la cooperativa, así que se mudaron acá y se sumaron. Y tenemos un 5to integrante que es Joaquín Mansilla, un joven nacido en Villa que había terminado el secundario y le interesaba la programación, por lo que le dijimos que venga a aprender a programar y luego lo sumamos como socio”.

Cooperativas de software unidas en una Federación

Tras la conformación de Fiqus como cooperativa de software, sus integrantes comenzaron a investigar al respecto y empezaron a entender de cooperativismo a medida que la iniciativa fue evolucionando, aprendiendo sobre los valores y principios cooperativos, que son la base desde la cual se construye todo el proyecto.

Hace 8 años participaron en la creación de una Federación Argentina de Cooperativas de Trabajo de Tecnología, Innovación y Conocimiento (FACTTIC), compuesta hoy en día por 25 cooperativas de base tecnológica, de software, de comunicación, de diseño, que están agrupadas en esa institución y que trabajan de forma intercooperativa.

“En la Federación logramos construir una red de cooperativas y armamos equipos intercooperativos para trabajar en proyectos específicos. Con eso también ganas oportunidades ya que las cooperativas tienen diferentes especialidades, tenés algunas especializadas en el frontend (todo lo visual, diseño, experiencia de usuario), y otras están más vinculadas al backend (trabajan más en los algoritmos, manejo de datos y base de datos). Así es que se pueden armar equipos intercooperativos que sean mucho más eficientes y poderosos”, explica Mariano Lambir, socio de la cooperativa.

La Federación les brinda un importante apoyo a las nuevas cooperativas de software, desde la experiencia, contando cómo organizamos las cooperativas que la conforman, compartiendo los reglamentos internos, comentando la forma en la que se distribuyen los excedentes y también sumándolos a proyectos que van surgiendo. Así que la Federación es un gran paraguas donde están las cooperativas de tecnología que se apoyan en entre todas para crecer. “Cooperar en vez de competir” es su lema principal.

Para un proyecto en Canadá llegamos a ser 25 programadores y programadoras de 7 cooperativas diferentes de la Federación. Ese fue el proyecto que más escaló y funcionó de manera excelente, es un claro ejemplo de que puede funcionar la intercooperación”, comenta Mariano.

Desafíos de la cooperativa en un año atípico

Con la llegada de la pandemia y el comienzo de la cuarentena, se cayeron varios proyectos y sus integrantes tuvieron que analizar la forma de seguir adelante.

Lo que tienen las cooperativas es su capacidad de resiliencia, así que se tomaron decisiones para poder sobrellevar la crisis.

Otra socia de la cooperativa, Belén Cattaneo, recuerda que “hicimos varios planes con diferentes escenarios, optimistas, intermedios y pesimistas. Definimos escenarios posibles y fuimos tomando decisiones, salimos a buscar trabajo y proyectos de manera muy fuerte. Desde la parte comercial fueron 2 o 3 meses intensos, de conocer nuevas empresas y cooperativas. Fue como una inyección que nos llevó a salir a conocer, a vincularnos y a potenciarnos en lo comercial”.

“En la Federación hicimos una reunión entre todas las cooperativas y priorizamos ayudar con proyectos que nos iban surgiendo para darles una mano a las que venían más complicadas. Lo importante era que de la crisis no se quede ninguna cooperativa en el camino, salimos todas o ninguna. Nos organizamos y entre todos pudimos salir. La crisis en el software duró 5 meses y hoy en día estamos en una etapa de estabilización”, sostiene Belén.

Proyectos motivadores y alineados con los valores cooperativos

Fiqus se encuentra en una etapa de especialización técnica, capacitándose en diferentes tecnologías que despiertan su atención en cuanto a desafío técnico y tecnológico, que son lenguajes funcionales como erlang y elixir. Por otro lado, también se están especializando en data science y machine learninh, lo que se conoce como inteligencia artificial.

“Estamos muy fuerte capacitándonos en tecnología de vanguardia y trabajando en proyectos que van por ese lado, para encarar a futuro iniciativas que tengan impacto en la comunidad. Nuestro objetivo es trabajar en proyectos que estén más alineados con nuestros ideales y cuya finalidad nos motive”, informa Hernán.

Uno de los proyectos más importantes que están desarrollando se llama CoopCycle, que es una alternativa a las plataformas de delivery como a Rapi o Globo, donde existen muchos problemas debido a las condiciones laborales de las personas que trabajan en esas empresas.

 

“Estamos trayendo esta plataforma de software libre iniciada en Francia por un grupo de repartidores disconformes con la forma de trabajar, que se contactaron con programadores e iniciaron este movimiento, liberaron el código, lo pusieron a disposición para que cualquier programador en cualquier parte del mundo lo pueda implementar”, comenta Gigena y agrega que “nos motivó traer esa plataforma a Argentina y estamos trabajando en eso, en poder generar alternativas a las plataformas de delivery tradicionales, y lograr que se formen cooperativas de repartidores y repartidoras, con condiciones dignas de trabajo para que ellos se gestionen de manera cooperativa”.

Este es uno de los proyectos sin fines de lucro que más motiva a Fiqus en la actualidad. Hace 2 semanas se logró que la plataforma esté lista para ser utilizada en el país así que ahora hay varias cooperativas de repartidores y repartidoras interesadas en la plataforma. Están en proceso de contactarlas para ayudarlas a que implementen esta plataforma en su trabajo y luego empezar a replicar esto a nivel federal.

En el plano local, otro de los importantes proyectos que está proceso de desarrollo se llama Hacker Space, que será un espacio de educación informal para que los jóvenes de Villa La Angostura puedan aprender a programar. Este proyecto se enmarca dentro de las Mesas de Asocativismo que el INAES viene desarrollando en distintas localidades de todo el país.

“Nuestra idea es tener un espacio específico en nuestras oficinas, donde los chicos y chicas puedan ir a aprender programación y nosotros podamos irlos guiando en ese proceso. Hay varios cursos que están buenos y son gratuitos, están liberados para que los use cualquier persona, nosotros estimulamos para que hagan esos cursos en el hacker space y, si se les dificulta, los vamos ayudando. Luego nosotros los sumaremos a proyectos nuestros como parte su formación para que luego puedan realizar iniciativas para la comunidad y eso tenga impacto positivo en la localidad”, comenta Lambir.

Desde Fiqus consideran que es posible generar un polo tecnológico que esté a la altura de la cantidad de habitantes de la localidad, para ir diversificando la matriz productiva y generar oportunidades laborales para los jóvenes que quieren desarrollar profesiones vinculadas con la tecnología en su lugar de residencia.

 

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