La policía investiga pistas de los delincuentes que protagonizaron tres robos en la cascada Ñivinco

El miércoles pasado una familia oriunda de Venado Tuerto (Santa Fe), denunció que delincuentes les robaron 180 mil pesos del auto en las inmediaciones del acceso a la cascada Ñivinco, en la ruta de los Siete Lagos.

En verano la concurrencia a la cascada es masiva y el estacionamiento suele estar completo, por lo cual los turistas deben dejar el auto en la banquina, a la vera de la ruta 40. Como la excursión tiene una demora aproximada de una hora y media, los delincuentes calculan el tiempo y aprovechan para robar en los vehículos. 

Todos los años suelen haber robos, por eso se recomienda a los turistas no dejar elementos de valor adentro de los autos. 

La familia estaba hospedada en San Martín de los Andes y decidió conocer la cascada. Cuando regresaron de la excursión se dieron cuenta que la camioneta -una Toyota Hilux- estaba abierta. Aparentemente le cortaron los cables de la bocina para evitar que sonara la alarma. No hubo daños en el vehículo por lo cual se presume que son delincuentes profesionales. 

El comisario Guillermo Alfaro indicó que los tres hechos tenían el mismo modus operandi, por lo cual la policía tiene casi la certeza de que se trata del mismo delincuente. 

De hecho en este momento la policía sigue una pista firme. 

Alfaro indicó que "se esta haciendo trabajo investigativo y se ha dispuesto patrullajes y paradas fijas en distintos horarios en la zona. Tanto con personal policial uniformado y de Parques Nacionales".

Otros veranos también hubo robos en el mismo lugar

La Cascada Ñivinco está a unos 44 km de Villa La Angostura, y otros 60 de San Martín. El estacionamiento se ubica en las inmediaciones del acceso al sendero, no en la ruta, por lo cual los autos quedan solos.

Es la oportunidad de los delincuentes para abrir los autos. Algunos años el modus operandi fueron los inhibidores de señal, otras veces rompían los vidrios de los autos o palanqueaban las puertas. 

Para la policía es una zona dificil de patrullar por la distancia y la escasez de móviles.