Concejales fueron notificados en sus casas por la policía y esta mañana se presentaron en la Comisaria

En una jornada atípica, en plena feria judicial, ayer el mismo fiscal jefe Fernando Rubio ordenó el allanamiento del Concejo Deliberante para buscar la grabación de la sesión especial en la que se votó la destitución del ex secretario de Economía, Daniel Brito.

El día anterior la fiscalía había pedido el expediente original al Concejo, que tenía un plazo perentorio de 4 horas para entregar la documentación. Y así lo hicieron. Pero las actas de desgrabación de la sesión se aprueban en sesión ordinaria, por lo tanto, no estaban firmadas ni aprobadas. Tampoco habían enviado la grabación de la sesión, porque no había sido solicitado. 

Llamó la atención de los ediles la premura de la justicia y el hecho de no solicitar la grabación, en vez de ordenar un allanamiento. Y fue el mismo Ministerio Público Fiscal que difundió la noticia en la "tapa" de su web, e incluso el fiscal jefe adelantó su opinión sobre el accionar de los concejales sugiriendo que habían desobedecido una orden judicial al realizar la polémica sesión. No obstante, la causa está en investigación.

Por la noche la policía envió las notificaciones a los ediles casa por casa y los citó para esta mañana en la Comisaría para realizar los trámites de rigor, entre ellos, dejar la impresión de las huellas dactilares. 

Desde distintos sectores políticos y vecinos interpretan el accionar de la justicia como una presión política a los ediles por destituir a un funcionario que el intendente Fabio Stefani no quería echar.

El jueves a la noche comenzó a circular en las redes una convocatoria para realizar un abrazo simbólico al Concejo este mediodía, cumpliendo los protocolos.El presidente del cuerpo, David Tressens, pidió a los vecinos no movilizarse por el contexto de pandemia, aunque otros ediles sí están de acuerdo.