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“Las dificultades de autoestima en la adolescencia”

En esta entrega, la psicóloga Violera Paolini explica los miedos, las inseguridades, la identidad y la exigencia por “tener que estar siempre bien”. Su columna a las 12:00 por FM Andina.
31/03/2021
“Las dificultades de autoestima en la adolescencia”

La pregunta que surgió en el programa anterior fue en relación a las “dificultades de autoestima en la adolescencia”

Para lo cual retomaré el tema que trabajamos en otras oportunidades, agregando algo más que encuentro en la actualidad de la clínica.

Aclarando que para el  Psicoanálisis la  adolescencia  o mejor dicho pubertad  es un momento de formación y crecimiento, como todo momento en la vida, pero más aún, dado que se reafirman o no, elecciones realizadas en la infancia, inconscientes, por supuesto. Estamos hablando del deseo y sus vicisitudes, y no del “yo”. Por eso tampoco diríamos que se trata de autoestima en tanto que de ninguna manera la cuestión se resolvería con recetas ni frases afirmativas, por ejemplo, no es del orden de la voluntad.

Entre esas cuestiones surgen ni más ni menos que: la sexuación, los ideales, las identificaciones, de donde las relaciones con otros resultan de suma importancia e injerencia para los chicxs en esa edad. Tanto de pares, como de adultos que hagan de su deseo una transmisión singular hacia ese hijo/hija/e.

Miedos, inseguridades, como respuesta a angustias, dificultades para poder poner en palabras y hacerse escuchar por alguien que aloje lo que les está sucediendo, son cuestiones que se reciben en la clínica. Junto a la exigencia a veces, de tener que “estar bien” siempre y lo más pronto posible, como si ya no fuera suficiente con el superyó de cada quien, el mercado empuja a ser feliz, qué lugar para dejarse afectar? Es lo más humano que hay!

Aparecen frecuentemente vacilaciones de identidad, de los semblantes, preguntas acerca de la vida misma, del futuro, planteos nuevos para seres hablantes que hasta entonces vivían sin quizás necesidad de preguntarse. Momento fundamental para dar lugar a estas inquietudes, que en el mejor de los casos, responsabiliza y se orienta de la buena manera, es decir, por su deseo, no sin los otros que los acompañen.

Se ubica a la adolescencia como la llamada “Edad del deseo”, en tanto aparece la manifestación de la pulsión y la posibilidad del encuentro con el otro sexo, que siempre  es otro, por lo enigmático para cualquier ser hablante. Implica poner el cuerpo en juego en relación a la propia sexualidad y la asunción a la sexuación, es decir, a la elección sexual inconsciente. El deseo para el Psicoanálisis es lo que causa, el motor de la vida, y va a contrapelo del goce sintomático, pero a veces nos encontramos con dificultades para llevarlo cabo, vueltas de más, enredos, complicaciones, haciéndose compleja la satisfacción,  este es el nudo de las neurosis. O la sensación de desasosiego o decepción una vez logrado el objetivo, siempre  parcial, por otro lado.

Uno de los síntomas de la época que aparece comunmente en el consultorio es un desfallecimiento del deseo, aburrimiento, lo cual conlleva angustia, o falta de deseo, de iniciativa, de proyectos, de motivaciones personales o con otros. El desfallecimiento del Nombre del Padre en la Civilización no es sin consecuencias. Pero esta cuestión no es privativa de la adolescencia, se extiende a niños y adultos.

Habría que detenerse en cada caso para pensar qué es lo que inhibió o detuvo si es que antes estaba en funcionamiento, cierto entusiasmo, eso que hace que nos movamos para obtener cosas. No me refiero a objetos del Mercado, por supuesto, si no cosas vitales, como el amor, la amistad, las relaciones sociales, hacer mejor las cosas, ser mejores personas, por ejemplo. Seguramente algo afectó al sujeto que quedó detenido o atrapado en alguna dificultad   y no lo sabe. No hace falta llegar a estar melancolizado para darse cuenta que algo no anda bien, ni debe confundirse con una tristeza con motivo lógico, como suele diagnosticarse de depresión, cualquier efecto luego de alguna situación dolorosa; pero sí tener en cuenta que no es bueno instalarse en una comodidad creyendo que hay que dejarse llevar por las ganas  o no, cuando en realidad se trata de otra cosa. Destrabar y relanzar el deseo en una época en donde no hay Ideales de dónde agarrarse, hace que seamos creativos y el Psicoanálisis tiene la responsabilidad de aportar y despertar el deseo en la sociedad y en cada uno.

Hoy, una vez más, y con la coyuntura que atravesamos, dar lugar a construir  nuevas maneras de poner en juego las elecciones en la clínica con lxs adolescentes y su futuro es un interesante desafío. Continuaremos conversando en la Radio, los esperamos!

Violeta Paolini. Miembro de la Escuela de la Orientación Lacaniana y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis.

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