martes 23 de abril de 2024    | Nubes 3ºc | Villa la Angostura

ARCHIVOS DEL SUR

Terremoto de 1960: "Y un día, se nos movió el piso"

En esta entrega de Archivos del Sur, la historiadora Mechi Palavecino* escribe sobre el terremoto y lagomoto del 22 de mayo de 1960.
23/05/2021
Terremoto de 1960: "Y un día, se nos movió el piso"
Vista hacia Chile desde Bariloche 22 de mayo 1960, foto archivo Museo Histórico Regional
Vista hacia Chile desde Bariloche 22 de mayo 1960, foto archivo Museo Histórico Regional

 

En esta oportunidad queria escribir sobre el terremoto y lagomoto del 60. Natalia Bellenguer, profesora de letras y amiga,  publicó un libro sobre este evento con testimonios de algunos pobladores, que puede adquirirse en las librerias “El paraíso tembló” y también pueden verse las filmaciones a los pobladores en You Tube con la misma denominación, que ella subio a esa plataforma,  pero yo quiero contarles sobre mi experiencia personal y familiar al respecto.

El terremoto fué el  domingo 22 de mayo de 1960,  tenía yo entonces cuatro años y meses. Había venido a visitarnos mi abuela materna, que vivía en Buenos Aires y salimos a caminar, estábamos en el predio Selvana, en ese momento pertenecia al Sr Jasman, holandés, y cuyos cuidadores eran la familia de Rodolfo Garcia,  hermano de Norma de Munar, directora de la Escuela 104 en ese tiempo. De pronto, calculo sería alrededor de las tres de la tarde, se sintió un rugido o aullido muy fuerte, como una sirena larga y comenzó a moverse el piso violentamentamente, en una forma muy intensa se sacudía todo y los árboles  se balanceaban ritmicamente a un lado y al otro, crujiendo y chirriando.

 Comento para los que no lo saben que ese terremoto tuvo epicentro en la ciudad de Valdivia, en Chile, y fué uno de los más fuertes del mundo con un grado de 9,7 en la escala Rischter. Era tan fuerte el movimiento que no sabíamos qué hacer, cuando desde el Messidor salió a caballo don Roberto Marimón, que estaba encargado alli y nos dijo a los gritos que nos sentemos en el piso, pero no debajo de los árboles, porque era peligroso si se caían…, ahí nomas le hicimos caso y mi padre salió corriendo y se fue, mamá comentó: “pobre Roberto, va a ver la casa”, pero mi padre no iba a ver la casa sino a buscar su máquina de fotos para registrar el evento.

 Papá era gran aficcionado a la fotógrafía  y tenia dos cámaras, cada una con distintos tipos de película, una para blanco y negro, que él revelaba en casa y nosotros le ayudábamos, otra con color, que en ese tiempo eran diapositivas Kodak y otra marca, Perutz. Papá usaba de los dos, ya que Kodak en ese tiempo resaltaba los colores cálidos y Perutz los frios. Enviaba por correo los rollos a Kodak en Estados Unidos y al mes o mes y medio recibía un sobre papel madera con las diapositivas correspondientes y un nuevo rollo virgen. En esa oportunidad papá se fue al lago, y registró el lagomoto, quizas hubiesen sido las únicas fotografías del tema en la zona norte del lago, porque desde Bariloche se han registrado muchas. No todo el mundo tenía máquina de fotos en ese tiempo, y no recuerdo si nuestro fotógrafo oficial, don Tratnick, estaba aquí o en Córdoba, donde se iba a pasar el invierno con sus amigos los Reninkampf. El caso es que papá envió el rollo a Kodak y al tiempo le mandaron un  rollo virgen y le dijeron que sus fotos no habían salido. El se lo creyó. Como  compraba revistas de fotografía, un tiempo después en una de ellas vió sus fotos del lagomoto!!!!! Se enojó tanto con Kodak que nunca mas quiso utilizar esa marca. No pudo hacer nada al respecto, no tenia forma de probar el robo pero todo fotógrafo sabe cuál es la foto que sacó…


Vista al lago en Bariloche, 22 de mayo 1960-foto archivo visual Patagónico

 Nos fuimos a casa mamá, mi abuela y mis hermanos y vimos que en el edificio  del correo, donde estaba nuestra casa y es todo de material (actualmente se ubica alli la Prefectura Naval) solamente se habia rajado la chimenea, sin llegar a caerse.

Todo era un caos en el pequeño pueblo, esa sirena  o rugido se escuchaba intermitentemente y luego de eso venia el temblor muy fuerte…..asi todo el tiempo, y se veian rayos y relámpagos cruzando el cielo a pleno dia, como en el 2011, pero en aquel momento  no estábamos acostumbrados a eso y todo el pueblo estaba muy asustado. La gente decia que era el fin del mundo, y recuerdo que se confesaban en la calle a los gritos., “robé una gallina” ·”hablé mal de la esposa de fulano”, critiqué a mengano”…..y  así muchos pecados mas. En realidad, hoy pensándolo, quizas no lo recuerdo ya que yo era chica y lo que tengo es la memoria de las cosas que se contaron después y me lo apropié. No lo sé.

Esa noche en casa, la lámpara se balanceaba para un lado y para el otro, al ritmo de los temblores del piso, nosotros le dijimos a mi madre :”mamita, se mueve….” Y mamá dijo no se mueve”, apagó la luz y mis hermanos y yo  nos dormimos, mientras afuera la gente estaba gritando y confesándose en la calle …..Mi madre había decidido que no se movia. A la luz de los años, no deja de sorprenderme la sangre fría y la entereza de mi madre. En momentos asi, creo que actitudes como la suya son de gran utilidad, Fomentar el miedo no es sano ni sirve para  resolver las situaciones.

Después supimos que en la casa que era de Barbagelata, actual Rajatabla, que  el piso superior vivian Tomasito Martínez con su familia, él contó que querian bajar la escalera y no podían, ya que se balanceaba y les generaba mucha inseguridad, y la casa de madera también se balanceaba para ambos lados. La familia Munar vivia en la casa de al lado, ya que  Antonio era Juez de Paz en ese tiempo y nos contaba su hija Graciela, que se crió con nosotros, que se lo pasaron en la calle sin dormir, como muchos otros vecinos. Después del terrible terremoto, comenzó a caer piedra pomez de distintos tamaños y luego cenizas. Tengo una diapositiva de las que sacaba mi padre, donde se vé la plaza Perito Moreno en aquel tiempo, hoy Expedicionarios del desierto, y la tierra era colorada, luego de la ceniza quedó todo gris y nunca se volvió al color original de la tierra.

Plaza Perito Moreno, desde el cerco del Correo. Graciela Munar Zule y Mechi Palavecino. Foto Roberto Palavecino

Papá nos contaba que el lagomoto habia sido algo único, dijo que en un momento el lago se retiró muchos metros hacia adentro y luego volvio hacia la costa, como una gran ola. Todo eso él habia fotografiado. Como en el 2011 la ceniza se pegó a las hojas de los árboles y a las agujas de los pinos y durante muchos meses  quedó todo gris.Se lavó después de muchos inviernos. El lago habia tomado el mismo verde lechoso que tomó en el 2011. De todas maneras la ceniza que cayó en el 60 no tuvo comparación con la del 2011, ya que en el 60 lo que prevaleció fue el terremoto, o sea, el movimiento sísmico Yo tuve oportunidad de ver fotografías en un Museo Histórico de Valdivia y eran espeluznantes, Se veían cráteres en las calles y se caian las casas alli, dicen que los edificios que estaban sobre la costanera desaparecieron y otros quedaron bajo el agua, sin volver a superficie jamas… La ciudad quedo destruída con el terremoto y maremoto, murieron muchísimas personas. Aquí no falleció nadie por eso, en Bariloche tengo entendido que cuando se formó la gran ola , arrasó con el muelle y muchas personas intentaron salvar sus embarcaciones o estaban en ellas y fallecieron. Realmente fue una catástrofe.

Puerto de Bariloche, lagomoto, Modesta Victoria, foto archivoVisual Patagónico

La embarcación Modesta Victoria, de Parques Nacionales, hecha construir en Holanda y ensamblaba en los astilleros aquí, nave insigna de nuestro Nahuel Huapi, estaba amarrada al muelle en Bariloche y sufrió muchas roturas que hicieron que por varios años se retirara del lago, cumpliendo otra embarcación, la Victoria segunda, con sus recorridos. Extrañamos mucho a la Modesta Victoria. quien nos visitaba los martes, jueves y sábados, trayendo turistas y pasajeros desde Bariloche, los dias que don Mariano Barria no hacia ese recorrido en el ómnibus. Los turistas almorzaban en el restaurante de don Benito Bianchi, en el edificio de La Flecha y luego de hacer un recorrido por el pueblo se volvian. En ese tiempo Turisur tenia la concesión del lago y Parques no permitía que otras embarcaciones pudiesen navegar en él. Les suena conocido el tema?

Norma de Munar, en una entrevista concedida a Maria Esther Petrich y Mónica Frigo en 1999 en el marco del taller de Historia Oral organizado por ATEN (asociación de trabajadores de la educación de Neuquén) habló sobre el terremoto del 60 y narró que era un hermoso dia de sol otoñal, que todos los vecinos habian salido a caminar y que en la escuela en la semana se habia estado preparando los festejos para un nuevo aniversario de la fiesta patria que, como comenté en articulos anteriores, era la fecha mas importante que se celebraba en el pueblo en esos dias, y que antecedia a las vacaciones de fin de curso escolar. Al ser domingo, no habia alumnos en la escuela y esto permitió que no hubiese que lamentar víctimas. Los daños sufridos por la chimenea y parte del techo fueron importantes.

Ella narró que nunca habia vivido algo parecido, como la mayoria de los habitantes del pueblo hasta ese momento, asi que su temor fué muy grande, dice que cada remezón, asi llama a los movimientos de la tierra, era muy fuerte y por un tiempo habia calma, hasta el siguiente. Comentó el ruido del lago al retirarse de su posición habitual y lo comparó con una palangana,:” Quizás una de las impresiones mas grande que recibí fue mirar la Quetrihue.......Uno ve a la Quetrihue como ve acá......al Cerro, inamovible ......inaccesible y no hay nada, no hay fuerza humana que pueda mover eso.....vos veías eso que parecía que venia, se iba y venia .....yo no puedo transmitir el terror de ver era montaña que se movía......claro supongo que seria el desprendimiento de piedras, no se cual seria la explicación física.......la impresión era que eso se movía, que venia y que se iba. Mi idea fija era Graciela......donde estaba Graciela!…(y Graciela, como siempre, estaba con nosotros, compartiendo nuestra cotidianeidad) . “A todo esto la tierra paraba un poco y empezaba a moverse de nuevo, no con la intensidad de ese momento, pero si se empezaba  a mover.....entonces nos fuimos todos al muelle, donde está ahora la confitería y en eso vemos un espectáculo ....de pronto el lago se vacío......se hizo palangana, se vacío así y se veía el lago.......se veía el fondo, que se yo, no se hasta donde y enfrente se veía toda el agua que se había ido para allá......era el maremoto, era los .....era como los ecos del maremoto que estaba en Chile.”

Como nosotros tenemos lago, no mar, aquí Norma se refiere a lo que denominamos lagomoto. Hoy sabemos que esto fue un tsunami, pero entonces no supimos denominarlo asi.

Terremoto del 60 en Valdivia, foto internet

Norma comenta que como en  la península Quetrihue era muy cerrado el bosque, habia quedado pasto verde en su interior y que la familia Colletti, que era la que en ese tiempo nos proveia de carne, leche y otros productos de las vacas, la ceniza impedia que los animales pudiesen alimentarse ya que estaba todo cubierto. Los que vivimos las cenizas del 2011 sabemos lo que es eso de que esté todo gris por tantos meses, bueno, en 1960 habia pasado eso tambien, las cenizas habian cubierto todo y los animales se morian de hambre. Los Colletti trasladaron sus vacas famélicas hacia la Quetrihue, Norma recuerda la tristeza de escuchar el bramido de esos pobres animales hambrientos. También comenta la gran cantidad de piedra pomez que caia y que hizo se asustaran mucho todos y con temor a lo que pudiera pasar si no se detenia su caída….que hubiese que evacuar el pueblo y que los vehículos no pudieran circular, pero después llovió y la piedra pomez se asentó. Norma no recuerda cuánto tiempo duró el evento, cree que algo de tres semanas, y por supuesto, la ceniza demoró mucho tiempo en lavarse, ese verano estubo todo gris y lúgubre.

En lo personal, a mi me mandaron con mi abuela a Buenos Aires en tren, como se viajaba antes y demoraron un tiempo en ir a buscarme, cosa que me angustió mucho porque yo era muy chica para estar tan lejos de mi familia, asi que no tengo otros recuerdos del terremoto del 60 que lo ya contado, y sugiero  a las personas que les interese conocer otras voces sobre este hecho tan trascendental en nuestra historia,  del que trascurrieron  61 años ahora, que lean el libro de Natalia Bellenguer, que no tiene desperdicio.

Terremoto del 60, Valdivia, foto internet

Contacto

Facebook Archivos del Sur - allí podrás ver más fotografías alusivas a estos artículos.

Mail: [email protected]

*Mechi Palavecino, museóloga y profesora de Historia UNComahue,  escribe para Archivos del Sur, Sub comisión de la Biblioteca Popular Osvaldo Bayer

Te puede interesar
Últimas noticias