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Diez años de la erupción: ¿Una comunidad fortalecida?

Un día como hoy, pero  diez años, un fenómeno natural sin precedentes en la historia reciente sorprendía a los angosturenses.
04/06/2021
Diez años de la erupción: ¿Una comunidad fortalecida?

“Estalló un volcán, están cayendo piedras calientes”, resonó en mi celular la voz de un guía de montaña que se encontraba en el cerro Dormilón. Segundos- o minutos después-, comenzó a llover arena.

Era el 4 de junio cerca de las 15:15. Las fuerzas de seguridad terminaban una reunión en la Casa de la Cultura que habían convocado para repasar el protocolo ante una eventual erupción: si caía ceniza se declaraba el máximo nivel de emergencia.

Fue cuestión de minutos: de pronto la noche abrupta, arena que caía del cielo y el trueno constante y profundo que amenazaba desde lejos.

Después, ya es una crónica conocida: filas de autos cargando combustible, vecinos agolpados en los super comprando comida y agua, y desesperación por saber qué estaba pasando. La verdad es que se sabía poco, sólo que había estallado un volcán.

Esa tarde, muchos angosturenses se enteraron de que del otro lado de la cordillera, muy cerca, existían volcanes activos y que una erupción podría afectarlos.

El fenómeno eruptivo duró unos 10 meses. El 23 de abril de 2012 el SERNAGEOMIN anunciaba el descenso del nivel de alerta de Rojo a Amarillo. Vino un invierno excepcional con gran afluencia de turistas y en septiembre de 2012 llegó la noticia más esperada: al fin el nivel de alerta bajaba a Verde (comportamiento estable, situación en la que continúa hoy).

En ese tiempo los angosturenses aprendimos muchas cosas. Entre ellas, lo difícil que es vivir sin energía y sin agua, servicios básicos que por ser tan básicos uno se da cuenta de ellos cuando no los tiene.

Durante los primeros días pensé: ""De esto no se vuelve”, pensé, y pensamos muchos, aunque cuando la realidad supera la ficción, nadie se anima a decirlo en voz alta. La sensación del “paraíso perdido” fue inevitable. El verde era el color “esperanza”, ese que cuando aparecía por primera vez tras una palada, los pájaros se agolpaban sobre el pedazo de tierra, agradecidos.

Durante 9 meses la comunidad estuvo movilizada: vecinos ayudándose unos a otros, sacando la ceniza de los patios, de las calles, distribuyendo agua, barbijos, armando planes económicos para salir de la emergencia, cocinando gratis, prestando el oído, organizando actividades para los chicos, para los más grandes, ideando maneras de superar la pesadilla. Claro que hubo miserias y oportunistas, que también formaron parte del mismo fenómeno.

Los primeros momentos

David Tressens era secretario de Seguridad y Defensa Civil cuando estalló el volcán y durante 60 días estuvo a cargo del Comando de Emergencia que funcionó en la Casa de la Cultura.

En una entrevista de años atrás, Tressens recordó que el momento más difícil tras la erupción fue decidir si se evacuaba o no toda la localidad. "Una decisión que debíamos tomar con el intendente Los primeros días no sabíamos realmente si lo que estaba precipitando no era tóxico.Teniamos el problema que las rutas estaban cortadas por la acumulación de cenizas y no sabíamos si la gente podía llegar a Bariloche. Una evacuación podía ser también un desastre", dijo.

D.A: Los primeros 60 días fue la etapa de mitigar el desastre, después vino la recuperación.

 D.T: "La respuesta de la comunidad fue excelente, nunca hubo pánico, todo el mundo se sumó al cuerpo de voluntarios y nadie exigía lo que no se podía solucionar. En los primeros momentos hubo pedidos de auxilio y eso fue uno de los grandes logros, que pudimos auxiliar a todos gracias al Ejército y las instituciones".

 DA-¿Cuanto tiempo antes sabían las autoridades de la erupción?

 DT: "48 horas antes de la erupción un diario de Chile sacó que se había elevado el nivel de alerta, lo que hicimos fue prepararnos como decían los protocolos. Nunca supimos que podía ser la erupción que hubo, decía días /semanas. Veinticuatro horas antes difundimos el nivel de alerta en la comunidad, pero no se podía decir que iba a erupcionar un volcán porque no lo sabíamos con certeza y no podés generar pánico".

 Pese a haber estado a cargo del COE y haber sido uno de los actores principales de los primeros momentos, los gobeirnos posteriores nunca lo han reconocido oficialmente, incluso fue "ninguneado" en la actividad vinculada a la erupción volcánica.

 

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Dicen que las comunidades que atraviesan experiencias como éstas y logran superarlas se transforman en comunidades “resilentes”. Cuatro años después del Caulle, la erupción del volcán Calbuco sorprendió puso a prueba a la comunidad: los vecinos tomaron la noticia con calma y se prepararon para esperar lo peor, sin sobresaltos.

Sin embargo,  pese a la experiencia de cuando la normalidad ya se había ganado, muchas cosas volvieron a ser como antes y lo que pensamos que había cambiado, en realidad había sido un impasse.

Foto: Federico Grosso

 

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