El Mejor Jardín

La tendencia de las últimas décadas nos invita a fomentar el deseo de aquello que parece ser perfecto. La publicidad y el marketing, nos invitan a soñar con la imagen perfecta, la casa perfecta, el jardín perfecto… pero qué es perfecto?

No es acaso perfecto el paisaje que vemos en las fotografías de una revista de viajes o que el turista comparte en sus redes sociales?

 No es acaso maravilloso ver una imagen del lago enmarcado con montañas cubiertas del manto rojizo de las lengas en otoño?

 O un campo con flores silvestres?

 Incluso un bosque frondoso con troncos secos mezclados entre sí?

La Naturaleza es perfecta. Cuando menos intervenida, más perfecta es. Por supuesto, podemos colaborar podando arbustos o árboles en el momento correcto, plantando las especies adecuadas a los diferentes tipos de suelo para optimizar su uso o función, como por ejemplo en cercos o canteros, pero contribuiremos a esa perfección si preservamos, cuidamos y promovemos el desarrollo de ecosistemas naturales, donde las especies cohabiten en forma orgánica y armoniosa.

Esto nos permitirá disfrutar en un corto plazo de espacios verdes con plantas que se reproducen y dan sus frutos, que podemos incorporar en nuestra alimentación y el cuidado de nuestra salud, con aves que anidan y se alimentan en estos árboles, con insectos que polinizan y multiplican las flores de nuestros jardines.

Recuerdo hace muchos años, cuando en el mes de enero el Grupo de Jardineras realizaba la visita para seleccionar los mejores jardines que serían premiados en la Fiesta de los Jardines, le dije con ironía a mi hermana que su jardín únicamente podría participar en el rubro “Mejor jardín agreste” ya que el jardín de su casa, al que le dedicaba muchísimo tiempo, no entraba en el estilo de jardín ideal según el criterio de selección existente, con esa prolijidad que se veía en las fotos de las revistas.

Pero ella conocía las cualidades medicinales de las plantas que tenía en su jardín y cosechaba en verano lo que podría necesitar en el invierno, y también sabía qué plantas podría utilizar para alimentarse nutriéndose de las propiedades que ofrecían.  Sabía descubrir también especies nativas que podían cohabitar en su bello jardín que se reprodujo sanamente luego de la erupción del volcán Puyehue-Cordón Caulle, sin retirar las cenizas que la Naturaleza había dejado.

Con paciencia y dedicación, aprendimos a esperar los resultados y hoy volvió a tener ese jardín agreste pero cuidado con amor, que preserva un ambiente natural con una sana intervención humana, donde la Naturaleza sigue su curso, donde se integra con el paisaje.

Hoy te invito a pensar, cómo puedo embellecer mi jardín con una sana intervención? Podemos ser considerados en la próxima Fiesta de los Jardines?

Escribió: Valeria Jaliquias para Grupo Árbol VLA

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