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Mascardi: propietario con chaleco antibalas, usurpaciones, reivindicaciones y repudio al accionar mapuche

30/09/2022
Mascardi: propietario con chaleco antibalas, usurpaciones, reivindicaciones y repudio al accionar mapuche

Tras  volver de Buenos Aires, Diego Frutos, con chaleco antibalas y luego de la usurpación, logró entrar a su casa y dialogó con Radio Seis. Dijo que “estos delincuentes encapuchados y terroristas y amparados por el Gobierno Nacional siguen haciendo desastres: desviaron el camino del arroyo, con lo que eso significa mandándolo a lo que es el camino principal de ingreso”.

Es por eso que Frutos no pudo ingresar por “La Cristalina” porque era un curso de agua que bajaba según su desvío. “Entramos por Los Radales y vimos mucha diferencia porque el domingo a la noche, ellos atacaron el puesto de Gendarmería quienes salieron huyendo”.

Según especificó, la orden era hacer la constatación que “hubiera estado bueno que se hiciera de forma urgente porque así se los detenía” y destacó que “el COER actuó desde una manera mucho más profesional que Gendarmería que huyeron porque recibieron órdenes del Gobierno Nacional”.

Mencionó que Aníbal Fernández sigue avalando a estos grupos como “pueblos indígenas pero no tiene la menor idea de quiénes está hablando. Porque si yo voy y me pongo una vincha y entró a la Cristalina está perfecto, entró encapuchado y está todo bien. Ahora si soy el verdadero dueño, no se puede”. 

Frutos relató que pudo entrar a su casa, sin embargo la Policía lo obligó a irse. “Lo que no quiere decir que esto quede así. Yo hice la diligencia policial y seguiremos adelante”, aseveró.

 

La Lafken Winkul Mapu reivindicó el control de La Cristalina

 “Reivindicamos nuestra recuperación y control territorial del cuadro ‘La Cristalina’, que hoy pasará a ser parte del Lof Lafken Winkul Mapu, bajo nuestro cuidado y protección, donde desarrollaremos nuestra vida mapuche”.

Con esas palabras, quienes se identifican como una comunidad de los pueblos originarios confirmaron que tomaron La Cristalina, perteneciente al presidente de la junta vecinal de Villa Mascardi, Diego Frutos.

La Lafken Winkul Mapu emitió un comunicado que mayormente se plantea como una diatriba contra el propietario del lugar.

Un punto a tener en cuenta es que no mencionan a Los Radales, sitio que supuestamente había sido usurpado dos días atrás, ni tampoco se adjudican el atentado del domingo por la noche contra la casilla de vigilancia de Gendarmería en ese lugar, que terminó con el puesto móvil en llamas.

En el texto se presentan de este modo: “Nosotros hijas e hijos del Relmu lafken junto a nuestro weichafe Rafael Nahuel Iem”.

“Relmu lafken” es una referencia al lago, que denominan “del arco iris”, tal el significado de “relmu”.

“Weichafe”, en tanto, cuando nombran a Rafael Nahuel, significa “guerrero”, y el acompañamiento de la palabra “iem” apunta a que ya no está en la tierra, sino en otra instancia, porque falleció.

Así, desde la Lafken Winkul Mapu se expone: “Manifestamos la situación que estamos atravesando como lof, de persecución, hostigamiento, judicialización, racismo, montajes y demás provocaciones por parte de los winka (los no mapuches), en especial Diego Frutos”, a quien acusan de contratar a “patoteros” que, indican, han “tiroteado a la comunidad y hostigado de distintas maneras”.

“Además, ha entrado al territorio en varias ocasiones custodiado por la Gendarmería, metiéndose por el monte y haciendo espionaje, como él mismo reconoció en los medios masivos de comunicación”, sigue el texto.

Estas personas que se identifican como mapuches hablan de “situaciones que se han ido acrecentando, evidenciando la complicidad estatal y de los mismos medios que fomentan el racismo, al igual que lo hicieron en 2017, previo el asesinato del weichafe Rafael Nahuel Iem en nuestro territorio”.

Cuando cargan contra Frutos lo tildan de “títere del empresariado y de las multinacionales”, además de calificarlo como “parte de grupos o foros racistas”. En ese sentido, mencionan a Consenso Bariloche y, sin nombrarlas, a la Mesa Villa Mascardi y a la junta vecinal, porque se refieren a “su ficticio grupo de vecinos”.

“En realidad ni siquiera vive por aquí y tampoco tiene la necesidad ya que cuenta con varias propiedades en Buenos Aires y otras provincias, propiedades que fueron cedidas por los distintos gobiernos de turno”, manifiestan.

“Frutos es también un empleado del PRO, de la mano de los Macri (Maurcio), Bullrich (Patricia), etcétera, que usan a la comunidad para sus manejos en función de sus campañas políticas”, señalan, al mismo tiempo que apuntan contra los medios de comunicación, los que, según ellos, “fogonean a la población a cambio de millones”.

Luego, remarcando la desacreditación, señalan a Frutos como “marioneta de los poderosos”, y, sobre él, sostienen: “Alega tener un título de propiedad obtenido de quienes usurparon nuestras tierras torturando, esclavizando y matando nuestros kuifi keche iem (los mayores que ya no están)”.

“Mientras ellos tienen balas, nosotros tenemos piedras y el respaldo de todos los newen, ñgen y fuchakecheiem (distintas referencias a una energía profunda y a los espíritus de la naturaleza, además de los antepasados, dentro de lo que es la cosmovisión mapuche), para ejercer nuestro derecho a la autodefensa”, afirman, de modo amenazante.

De esa forma, sobre el terreno en sí, aseveran: “Para nosotros fue, es y será territorio ancestral Mapuche. Nunca va a valer su codicia y papeles más que la sangre derramada de nuestros kuifi keche iem”.

En la misma línea, advierten: “La sangre derramada de nuestros ancestros no se negocia. Por ello, lucharemos con nuestra vida si fuera necesario”.

Asimismo, convocan a otras comunidades a que actúen en la misma dirección: “Llamamos a las pu Lofche a seguir resistiendo y recuperando territorio”.

“Caminamos sin miedo y con nuestra verdad”, concluyen.

 

La postura de la comunidad

El werken (vocero) de la Coordinadora del Parlamento Mapuche-Tehuelche de Río Negro, Orlando Carriqueo, a partir de la situación que se vive en Villa Mascardi, hizo un análisis con respecto a las comunidades, los problemas históricos y las violencias (la histórica y la actual), recalcando que el eje de todo es la posesión de la tierra.

“La mayor decisión que tiene que tener el Estado es reconocer un genocidio, la preexistencia de los pueblos originarios…”, señaló el referente indígena.

En tal sentido, indicó: “La incorporación de la Patagonia al Estado argentino, hace ciento cuarenta años, significó la anexión de más de ciento cuarenta y tres millones de hectáreas, que están concentradas en pocas manos”.

“En términos cuantitativos, si se analiza qué cantidad de hectáreas están en juego en cada conflicto territorial, no se trata ni del uno por ciento de lo que han incorporado”, afirmó.

“No estamos pidiendo que devuelvan Carhué, Bahía Blanca, Azul o toda La Pampa”, recalcó.

“Se necesita diálogo y la decisión política de entregar tierras aptas y suficientes”, aseveró.

 

Cuando se le consultó por qué respaldaban a la lof Lafken Winkul Mapu, sobre la que gira la problemática de Villa Mascardi, el werken expresó: “No podemos desconocer a alguna comunidad, dejarla librada a la violencia histórica del Estado, por más que no compartamos su metodología”.

“Lo que nosotros estamos buscando es una discusión política mucho más amplia, porque el problema del conflicto mapuche no es Mascardi”, consideró.

Así, expuso: “El conflicto de las comunidades mapuches en Río Negro tiene más de cien años, con un montón de muertos, familias corridas y una historia mucho más violenta que lo que usted puede ver en Mascardi”.

“El problema de la violencia lo instaló el Estado, históricamente”, añadió.

En ese punto, resaltó: “Nuestra organización tiene alrededor de cincuenta años y viene luchando siempre en el diálogo, aunque no logra nada, y eso también es grave”.

Al respecto, citó diferentes cuestiones que tienen que ver con lo que considera que son falencias en el accionar del Estado. Mencionó, por ejemplo, la imposibilidad de que se aplique el derecho indígena, la no realización del relevamiento que indica la ley 26160, y los inconvenientes relacionados con el fondo de desarrollo de las comunidades indígenas en Río Negro. “Todas esas carencias hacen a las dificultades, y, sin embargo, siempre, como organización política, apostamos al diálogo”.

Por otra parte, recordó la primera conversación que mantuvo con el ministro de Gobierno y Comunidad, Rodrigo Buteler. “El 30 de diciembre de 2019, cuando tuvimos una comunicación telefónica, que fue larga, dijo que el gobierno quería correr a la comunidad Lafken Winkul, porque no tenía que estar ahí. Yo, por supuesto, planteé otra discusión”.

“En ese sentido, por más que no coincida con los métodos que tenga tal o cual comunidad, no es una posición política valedera desconocerla y así habilitar que el Estado avance violentamente y no resuelva el problema histórico”, manifestó, para luego justificar esas palabras ahondando: “Porque la situación de las comunidades con respecto a las tierras no la resolvieron, históricamente, ni la provincia de Río Negro ni la Argentina”.

“Cuando uno demanda voluntad política para aplicar el derecho indígena estamos diciendo devolver tierras”, dijo, para que quede en claro la posición.

La postura política

Los representantes de Juntos Somos Río Negro en el Congreso de la Nación, el Senador Nacional Alberto Weretilneck y los diputados nacionales Luis Di Giácomo y Agustín Domingo, se refirieron a la situación conflictiva en Villa Mascardi a través de un documento en el que dejaron clara su posición.

A través de Twitter el Senador Weretilneck compartió el escrito y escribió: “Lo que ocurre en Villa Mascardi es consecuencia de la falta de respuestas de la Justicia Federal y la inacción del Gobierno Nacional. Es tiempo de dejar atrás la tibieza cómplice. Exigimos que avancen los procesos penales y que se tomen medidas de protección de personas y bienes”.

 

Fuentes: El Cordillerano / ANB / Bariloche2000

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