Mercado negro en Telegram: “Más de 2.600 personas se han contactado y el universo de consumidores locales puede llegar hasta 6.000 personas”

“Las tres cuentas principales dedicadas al narcomenudeo, venta de armas y cosas robadas, y también servicios sexuales de menores en Villa La Angostura, registran actualmente más de 2600 miembros”, aseguró el abogado penalista Cristian Pettorosso.

Según detalló, “se trata de un universo de personas que al menos una vez se han unido a estos grupos de Telegram para conseguir estupefacientes u ofertar los mismos, o buscando algún servicio sexual”.

En esa misma línea, explicó que no solo se trata de residentes que ingresan a comprar y vender: “hay turistas que también ingresan regularmente buscando drogas, por eso considero que en una plataforma de comunicación subterránea que, lejos de extinguirse ante la actual difusión de las actividades ilícitas que allí se desarrollan, seguirá creciendo en cantidad de miembros y seguidores, toda vez que se negocian grandes sumas de dinero en un mercado virtual que ya no puede pasar inadvertido ante las autoridades públicas; y que, por ser tan rentable y de relativa seguridad que garantiza el anonimato, seguirá en expansión”.

Los mecanismos y el universo de consumidores

“Se debe evaluar, también –dijo el letrado- que hay personas adictas que ingresan en esa plataforma unas pocas veces, y luego ya no la utilizan más, pues adquieren confianza con el proveedor de drogas, obteniendo su numeral telefónico de forma directa y presencial, con lo cual ya no necesitan exponerse ante el resto de los miembros de la comunidad virtual”.

El rol de estado

 En otra línea Pettorosso reflexionó respecto del rol de estado en cuanto a la oferta y demanda virtual de sustancias y objetos prohibidos: “deben intervenir distintos operadores de Justicia distintos, desde la Defensoría de Derechos de Niños y Adolescentes y Juzgado de Familia, por el tema de los adolescentes vulnerables sujetos a drogas y prostitución; Fiscalía penal local, por el tema de la venta de armas de fuego y cosas robadas que se ofrecen en la red social; Fiscalía federal de Zapala por el comercio de estupefacientes a gran escala; y Desarrollo Social para operar urgente con políticas públicas de prevención y ataque a este flagelo. Policías locales y fuerzas federales también tienen el deber actuar, a requerimiento de Justicia e incluso de oficio, conociendo ya lo que está ocurriendo. Los perros antinarcóticos deben ser urgentemente largados a las calles de esta localidad”.

Este punto, complica invisibilidad a los vendedores y a los consumidores, ya que deja de exponerse en las redes para realizar operaciones en secreto.

Consultado acerca del número de consumidores de drogas que podría existir en Angostura, Pettorrosso conjeturó: “puede arribar tranquilamente al doble de los miembros registrados es esa plataforma que cada vez cuenta con más inscriptos, calculando así en unas 5000 o 6000 personas que consumen estupefacientes en esta localidad y alrededores. Es un problema de salubridad pública, de magnitudes importantes, y las autoridades no pueden hacer ya la “vista gorda”.