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La Familia Salamida aseguró que retirará la denuncia por ocupación de su lote una vez que los mapuches saquen los materiales
En el marco de una entrevista realizada ayer en FM Andina, Juanjo Salamida y Hugo Luis Farmetano brindaron detalles sobre la denuncia de usurpación en tierras de la familia Salamida y cómo continúa el caso.
El pasado jueves, Salamida realizó una denuncia por la usurpación del terreno familiar en contra de integrantes de la comunidad Mapuche. “Por la mañana mi papá me avisó de este acontecimiento, primero nos presentamos en el lugar, constatamos que realmente se trate de una ocupación dentro de nuestro predio y luego procedimos a hacer la denuncia en la comisaría en horas de la tarde”, comentó.
Los propietarios afirman que el terreno de 21 hectáreas ubicado en el Barrio Epulafquen pertenece a la familia Salamida desde 1969 y, según la escritura presentada al momento de hacer la denuncia, las tierras fueron compradas a José María Paisil el 27 de noviembre de dicho año. De este modo Farmetano sostiene: “queremos que quede claro que acá no hay ninguna estafa, esto es una escritura pública... Es una cuestión legal bien determinada a través del tiempo, queremos quitar toda duda sobre si José Salamida se apropió de tierras de forma irregular”.
Ambos destacaron que la construcción con la que se encontraron no era similar a las tradicionales rucas hechas de madera, sino que la misma contaba con “platea, columnas de hierro y ladrillo hueco”. “Nosotros autorizamos que se retiren todos los materiales, no nos interesa el dinero que invirtieron en eso. Esta es una prueba de buena voluntad de nuestra parte porque, legalmente hablando, si eso está dentro de la propiedad tendría que quedar adentro”, declaró Farmetano
En este sentido, explicó: “la Fiscalía y el comisario ya están corroborando que se esté retirando todo”, y aseguró que “una vez finalizada la desocupación, desestimarán la denuncia por usurpación”.
Por su parte Juanjo Salamida agregó: “nosotros tratamos de tener buena relación, nunca fuimos al choque con nada porque a muchos de ellos los conocemos de toda la vida, no nos podemos desconocer ahora… pero estas acciones nos alertan y nos hacen replantear la manera de seguir porque la verdad no se puede vivir así. Ya no vale una escritura, no vale nada, es grave lo que está sucediendo”.
