"Villa La Angostura cumple un nuevo aniversario y poco a poco se perdió el espíritu festivo"

Un pueblo que debiera estar de fiesta más allá de su excelsa belleza natural, parece apagado.

Lúgubre.

Opaco.

Y lo que es peor. Inerte.

Como estafado en su propia bonomía.

Poco a poco, se fue perdiendo el espíritu festivo. 

De a poco se fue apagando la llama de alguna identidad -si es que la hubo- oportunamente construída.

Será que nos convertimos en ciudad y nos pasó por arriba el desarrollo?

Muchos de los que nos dirigen, en muchos sentidos una vez que llegan a un puesto de poder, parecen perder la brújula del sentido de su misión en el lugar que ocupan.

Cada vez es más común ver instituciones con mayor número de empleados y con menor calidad y humanidad en el servicio que prestan.

De ser un destino exclusivo a nivel nacional pasamos a ser un lugar excluyente, en el que a este paso se va a complicar cada vez aún más la prestación de servicios en la hotelería y la gastronomía, pero también en la educación, la salud pública y la seguridad, -entre otros rubros- sin la posibilidad de acceso a la vivienda.

Jamás imaginé ver en uno de los lugares más bellos del mundo, semejante grado de precarización y promiscuidad social como una carta cuasi naturalizada.

Villa La Angostura cumple un nuevo aniversario.

Quisiera encontrar motivos para festejar.

Pero en el contexto citado me cuesta.

(Perdón si en esta no festejo)

Ariel Domínguez

DNI 23015361