¿Errores, maniobras o favores?

Nadie espera que los funcionarios políticos sean infalibles. Es más, todos entenderíamos si comenten involuntariamente algún error. Pero cuando uno ve a simple vista que los errores  que cometen siempre terminan favoreciendo al mismo sector, entonces instintivamente se comienza a sospechar que ciertas acciones de error tienen poco y nada.

En marzo de este año Diario Andino publicó una nota que daba cuenta de un “error” administrativo que autorizaba, via excepción, a un vecino del barrio Maikana  a construir dos volúmenes cuando la ordenanza especial que regula dicho barrio pauta que sólo se puede edificar un volumen por lote.

Como el error era muy grande y doble (además del permiso excepcional, no era el Concejo sino un funcionario el que aprobaba una excepción a las ordenanzas) los concejales pidieron un informe a la Secretaria de Planeamiento y confirmaron la irregularidad: “Beatriz Tyczynski autorizó una obra con excepción sin pasar por el Concejo” y, por su función previa de concejal, no pudo y no puede argumentar que desconoce el mecanismo.

El detalle

Durante la actual gestión de Caruso, el MPN no tiene mayoría propia en el Concejo Deliberante, por lo tanto muchas excepciones que en la gestión Cacault se aprobaban como un trámite, hoy no corren la misma suerte y tienen que lograr el voto de al menos un concejal de la oposición.

Es llamativo que en ese contexto, los funcionarios nunca se confundan y manden al Concejo para su tratamiento, autorizaciones como la de Maikana y porqué no, la de los departamentos del Correntoso. En este segundo caso, cabe recordar que fue por medio de una Disposición que el secretario de Turismo Pablo Bruni habilitó a los departamentos del Hotel Correntoso para operar como cabañas, cuando el único autorizado a aprobar una excepción de ese tipo era el Concejo Deliberante.

Pueto en común

Si uno mira atentamente quienes se beneficiaron con estos “errores” o maniobras, puede evidenciar que claramente ambos permisos especiales jugaron, por elevación, a favor de los sectores que históricamente han impulsado aumentar las construcciones en la localidad, incluso –en algún momento- pasando por encima de la normativa local y la Ley de Bosques.

Error o maniobra, terminan siendo sinónimos para facultar habilitaciones de construcciones que están tajantemente prohibidas por las normativas actuales.

Todo hace suponer que estos dos casos no serán los únicos en su tipo que veremos en los tiempos venideros, ya que ambos abrieron la puerta para que, por ejemplo, cualquiera que construya tres departamentos pueda -argumentando igualdad de derechos que el Corrientoso- habilitarlos y explotarlos como cabañas, o para construir mas volúmenes de los permitidos. En cualquier caso, sólo deberá tramitar excepciones constructivas por fuera del HCD. 

Y eso no es lo mas grave.

Cuando el Ejecutivo plantea una alternativa de solución para subsanar errores como el de Maikana, incluso puede ser peor: trascendió que le propusieron a los propietarios permitirles a todo la misma excepción. Pero resto de los vecinos que compraron su lote en Maikana justamente compraron ahí por las características distintivas del barrio, entre ellas, la garantía de que predomine el verde y no los edificios. 

Estos errores o maniobras que favorecen claramente a los sectores “pro edificación” se seguirán sucediendo, salvo que alguien tenga lo que tiene que tener y por ejemplo, obligue a los funcionarios que aprueban estas autorizaciones a responder con su patrimonio, tal cual lo establece la Carta Orgánica.

La sanción de un funcionario seguramente serviría de ejemplo a sus contemporáneos y los que vendrán. Y antes de autorizar cosas por fuera de ordenanza, quizás, lo pensarán dos veces.

*Editorial DiarioAndino