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Los Feminismos
LA CAÍDA DEL FALOCENTRISMO
No estoy del todo convencida que asistimos actualmente a la caída del falo. Estoy convencida que asistimos a un cuestionamiento del patriarcado, es decir, del poder tradicional ligado al lazo social familiar en cuanto el mismo se reproduce en todos los niveles sociales y que jerarquizaba una sociedad, el padre, dios, el jefe, etc.
Hay un cuestionamiento de esto bastante radical.
Tendríamos mucho para decir ya que, finalmente, eso permite realizar la diferencia entre los movimientos feministas actuales y los movimientos feministas de mi juventud. Ellos no están de ninguna manera centrados en los mismos objetivos en el sentido de que en mi primera juventud los movimientos feministas estaban centrados sobre las propias mujeres, sus cuerpos, y en particular el control que ellas exigían de la procreación a la cual están ligadas. Entonces, la planificación familiar, la píldora, el aborto, etc. Ése era el combate de los años 70 y entonces se trataba de las mujeres que hablaban para el cuerpo de las mujeres, que tenían como objetivo la toma de poder sobre sus cuerpos en tanto ligados a la procreación.
Hoy no es eso. Hoy las denuncias que encendieron la pólvora son una denuncia del otro, es decir, de los hombres en tanto ellos son dominantes en todas las estructuras de discurso actuales, salvo el discurso analítico. Entonces, para el patriarcado es claro, esto tiene consecuencias y está ligado también a lo que Jacques Alain Miller ha desplegado sobre el ascenso del Uno-todo-solo y, por lo tanto, la pérdida de la posición de excepción que garantizaba previamente la estructura jerárquica.
Podemos deducir de esto la caída del falocentrismo? No es seguro… porque en cierto modo, como Lacan mostró en el Seminario 5, las mujeres están totalmente ubicadas del lado del falo, ya sea que ellas sean el falo, ya sea que lo tengan. Lacan en el Seminario 5 dice que a las mujeres no les falta nada. A partir del momento en que se considera, como Lacan, que la mujer, las mujeres son justamente significantes que representan parlêtres para otro significante, finalmente, eso disocia el falo del pene y, por lo tanto, se torna una función universal ligada más a la palabra que a la naturaleza.
En efecto, lo que sucede fue dicho por los medios de comunicación en un lenguaje común: ellas hablarán, ella hablan! Ellas dicen lo que les sucede, ellas dicen lo que no quieren más, etc. Entonces, en mi opinión, si definimos al falo no como pene sino por el poder de la palabra, hay en ese momento una toma de poder, una tentativa de tomar el poder de la palabra por las mujeres. No estoy segura que eso se sitúe del lado de una caída del falo…
Entrevistador: Ud. cree que se trata de callar a las mujeres?
Es eso, callate la boca! Pero no, no se callan más. Las mujeres hablan y hablan… comenzaron a hablar de los abusos sexuales… muy bien! porque fue la manera tal vez más fácil de hacerse escuchar por la sociedad.
Entonces, finalmente se trata menos de una declinación del falo que de una batalla por la repartición del poder fálico de hablar? Yo lo veo más bien así, pero evidentemente podemos también dar a esta expresión “caída del falocentrismo” una extensión mayor y considerar en este momento que, de una manera general, la caída de la posición excepción anteriormente encarnada por el padre conlleva una fragilización del valor fálico. Por lo tanto creo que cuando Lacan habla de la influencia del discurso capitalista sobre el discurso del amo actual, y de la ciencia sobre el discurso actual, en ese momento podemos considerar que la función de la palabra -y por lo tanto del poder fálico- está en descenso por oposición a algo que es del orden de los procedimientos, de los algoritmos… un alza, podemos decir, de la matematización de los lazos y también un alza de la reducción de todo al producto, es decir, al objeto que se vende y que se compra. Esto, en un cierto modo, puede ser interpretado como una baja del falocentrismo? Evidentemente… y finalmente una generalización de todos los seres hablantes a la posición de objetos que se compran y se venden, es decir, reducidos a su valor de uso, reducidos a la función de uso que ellos ocupan.
En relación a esto pienso en lo que Lacan dice en el Seminario 24 cuando habla de la sustitución de la función Nombre por Nominación y no solamente Nombre del Padre, sino Nominación. A esta función Nombre se sustituye la función Nombrar –nombrar es una función-. Pero desde que se pierde esa función, no tenemos más nombre. Y entonces, vería más bien si fuéramos interrogados sobre la caída del falocentrismo, lo vería más bien a partir de eso, es decir, a partir del ascenso de la función contra el nombre.
Seré un poco partidaria… partidaria del psicoanálisis. Lacan dice que todos los discursos son discursos de dominación salvo el discurso analítico! Por lo tanto, el discurso analítico juega siempre su partida por fuera de la perspectiva de dominación, es decir que ni letra, ni cifra, ni significante son colocados en posición de imperativo. Podríamos decir que una cura analítica es simplemente una manera de hacer caer el poder de los imperativos y de sustituir el poder de los imperativos por el poder del deseo que está más del lado de la subversión. Por lo tanto, no veo por qué el psicoanálisis no subvertiría también las novedades que se presentarán….
(versión no revisada por la autora)
Entrevista realizada por el XXII Encontro Brasileiro do Campo Freudiano "A queda do falocentrismo. Consequências para a psicanálise"
