JUGUETE RABIOSO / SEGUNDA TEMPORADA
Hoy compartimos, Micro Relatos, de Noemí Cuenya
MICRO–RELATOS / Por Noemí Cuenya *
1.
Paisaje hecho de basura. El olor no era penetrante pero sí persistente, como esos ruidos que, sin ser fuertes, molestan por lo continuos.
Jotes y gaviotas posados y volando. Chillidos...
La muñeca abrió su único ojo. Vio el cielo entre las alas.
2.
Estaba tomando forma o la estaba perdiendo; se generaba y desenvolvía. Salía de la pared, reptando y ayudándose con sus múltiples brazos cortos.
La memoria de la casa era su sustancia. Podían verse escenas, hechos antiguos y recientes, a través de la piel translúcida.
Lo suyo no era intervenir, o no lo había sido.
Llegó a la silla del escritorio, se enroscó y subió... hasta alcanzarle el cuello.
3.
El telescopio en el balcón de la casita aislada enfocaba una zona del cielo, blanca de polvo cósmico.
La nebulosa se posó en la lente y descendió hasta el ojo envejecido. Una flor de finísima luz abriéndose, desplegando tenues velos.
La complacencia inundó al anciano.
Ante aquella puerta exquisita, sólo estupor.
El universo sonrió: habían vuelto a vibrar escenas apagadas de su seno.
*
* NOEMÍ CUENYA. La Patagonia de monte, estepa, bosque (¡ay! en retroceso), lagos… me ha dado su aire, su humedad, su frío y su calor, sus pájaros, su sombra y su imponencia… Aquí puedo ser sin el agobio de modas y estilos, puedo elegir y llevar mi nombre… Desde 2003, vivo en Villa La Angostura. En 2017, publiqué el libro de poemas ¿Dónde estaré, entre tanto papel y dinosaurios que vuelan? (La vida en el bosque ediciones libres). Formo parte del grupo literario Alamberse.