“Selva Triste, más triste que nunca”

El grupo Árbol celebra con alegría la iniciativa de los vecinos de Barrio Norte que después de algunas intervenciones con el grupo y con autoridades municipales, se han autoconvocado en pro de trabajos de revalorización y cuidado de la Reserva aledaña.

Reserva abierta a todo público y uno de los tantos paseos para disfrutar en nuestra localidad. Linda para conocer y reconocer la flora autóctona en su paisaje natural.

Y lindo ejemplo de unión de voluntades a ser imitado por vecinos de otros barrios, en diferentes áreas, que ¡son de todos y para todos!

Siguiendo con este tipo de reconocimiento, la semana pasada visitamos Selva Triste, popularmente llamada Laguna Verde, en las cercanías de la capilla camino al puerto.

Lamentablemente la encontramos más triste que nunca.

Hoy es un área abandonada a los deterioros producidos por las tormentas, el desgaste de tablas rotas o ausentes de los senderos del deck perimetral, los destrozos de los bancos y barandas quebradas del balcón mirador, la cartelería perimida como así también muchísimas especies lastimadas por el vandalismo de navajas y aerosoles, incluso el ícono del “Abrazo del Amor” se ha convertido en un “villa cariño” ambulante de condones por doquier, acompañados de incontables latas de cerveza, botellas de bebidas espirituosas, colillas y paquetes vacíos de cigarrillos, snacks, galletitas, chicklets, pañales usados, alimento para perros, bolsas y bolsas de nylon por doquier…. Por no continuar con la descripción “sanitaria” de los baños improvisados en cuantiosos rincones….

Un verdadero dolor para los que conocimos ese plácido espejo de agua donde los patos anidaban en sus orillas colmadas de frondosa sombra que invitaba a la caminata lenta o a la lectura o meditación de un tiempo bello y pacífico.

Ante el horror, no es tiempo de echar las culpas a los ignorantes o a la desidia de las autoridades. Es tiempo de tomar conciencia que a la Naturaleza debemos ayudarla y  respetarla. Que si queremos estar orgullosos de “nuestra” Villa La Angostura debemos recomenzar a cuidarla y valorarla entre todos!

Debemos ser creativos en buscar soluciones a este tipo de “descuidos”.

Reeducarnos!, dejar de acusar o señalar y pretender que “otros” se ocupen.

Es tiempo de proponer acciones conjuntas, de sentarnos al diálogo entre vecinos y autoridades, educadores y medios de difusión de ideas. De quienes tienen los medios a su alcance y de quienes no los tienen, pero pueden sumar otras miradas.

El grupo Árbol quiere aportar en ese sentido, sugerir e inspirar el cuidado del espacio público desde el Amor a nuestra Naturaleza.

Para ello es necesario una “urgente” intervención de limpieza de residuos plásticos y “otros”. No alcanza que paseantes voluntariosos se agachen a recoger desperdicios ajenos y carguen bolsas, cuando no hay recipientes para la basura o cartelería  educativa y sugerente como “No te pedimos que limpies, te pedimos que no ensucies”

o “Tus residuos son tuyos, llévatelos, no los dejes en el bosque” ¿Quizás debamos volver al antiguo vigilante-cuidador de las plazas de infancia? ¿O educadores ambientales ambulantes?

Educar desde el cercado perimetral (actualmente desaparecido o en marañado dejando entradas ilimitadas), con un acceso único con molinetes y huelleros para evitar la entrada de animales, bicicletas o motos. Educar que no es posible llevar mascotas que dañan el equilibrio fitosanitario de ese medio ambiente tan especial.

Es imprescindible un “urgente” tratamiento de los residuos forestales por personal capacitado en “restauración” de bosques y no solamente en retiro de ramas. Permitir que los troncos caídos se reincorporen al suelo como abonos no significa matorrales de especies invasivas sin control. Es necesario convocar a los que saben ese tema específico y destinar recursos físicos.

Reparar o sustituir elementos que puedan ocasionar accidentes al visitante o a los niños. Informar las diferentes especies con cartelería apropiada, incluso para distintas discapacidades físicas o uso de señalización con QR, explicando sus propiedades, historia, ciclos vitales, distribución en el planeta, etc. etc.. Que sea un área realmente instructiva y motivadora!

No pretendemos que esta área natural se convierta en un Disney World. Amamos su aspecto “salvaje” y autóctono. Pero entendemos que entre uno y otro, hay remediaciones posibles. Empezamos por visibilizar su presente en pro de lograr “entre todos” la recuperación de este bello paraje.

Asimismo proponemos que su ubicación e historia esté señalizada en una App Turística para celulares, con otros circuitos locales dignos de ser visitados y valorados.

Sería un honor más para los angosturenses, promover estos paseos tan al alcance de sus habitantes y turistas de todo el mundo!

Próximamente llegará la temporada estival y quisiéramos poder aprovechar todas las Reservas que cobija VLA, tan cercanas y tan desconocidas aún para muchos vecinos locales. Pongamos manos y el corazón en acción.

“Nadie ama lo que no conoce”. Por eso debemos recorrerlas y valorarlas. Respirar sus bosques, observar la diversidad de sus suelos y vegetación, escuchar sus pájaros, oler sus flores, y disfrutar su paz… Son “nuestros” bosques! ¡Son “nuestra” Vida!

Grupo ARBOL VLA