Tu perro, tu sombra

Si ves que tu perro se parece más a tu propia sombra que a un perro…esta nota te va a interesar.

Muchos perros te siguen a la cocina, a la habitación, al baño. Parecen dormir, pero en cuanto realizas un movimiento, tu perro se levanta rápidamente y te sigue. Muchos dueños confunden esta situación con una muestra de cariño, pero estamos ante un problema de comportamiento. 

Muchas veces tu perro te seguirá por curiosidad o porque tiene hambre, pero cuando esta conducta es compulsiva, estamos ante una situación de dependencia. Por algún motivo tu perro no se siente seguro en su ambiente, y su única zona de confort es su dueño.

También podría tratarse de un problema de falta de autonomía y maduración. Un cachorro no ha terminado de madurar lo suficiente, y aún no está listo para tomar sus propias decisiones. Pero a medida que crece, esta situación tiene que ser muy distinta.

Cuando educamos a nuestro perro, es importante poner pautas de lo que puede y no puede hacer, donde puede entrar y donde no.

Aunque se trate de su propia casa, si te sigue a todos los rincones, es porque está inquieto y no se encuentra cómodo en el ambiente donde está.

El hecho de llevar un tiempo viviendo en un lugar no quiere decir que el animal tenga el entorno asegurado. Una cosa es conocerlo y otra tenerlo controlado.

El descanso es una de las bases del bienestar animal. En la columna anterior, hemos hablado de que muchos perros viven sobre exigidos y por este motivo les cuesta relajarse y dormir.

Dejar de observar tanto a tu perro es un buen punto de partida para dejar que tu compañero se mueva libremente y explore a su ritmo. El perro dejará de notar la presión constante de su dueño que le observa, y se sentirá más cómodo. Él es capaz de desarrollar herramientas para resolver situaciones. Nosotros también queremos tenerlo todo bajo control y con esta actitud privamos al perro de que pueda conocer la vida por si solo.

Otro punto importante es confiar en nuestro perro. Muchos dueños ni siquiera se animan a soltar a su perro un rato en el lago por miedo a que no quieran volver. Esta presión que el perro siente no le da la posibilidad de conocer su entorno y vive de manera dependiente.

Dejar que nuestro perro descanse es un acto de amor. Tenemos la mala costumbre de tocarlos o llamarlos cuando duermen y los despertamos. Se trata de una conducta humana que uno hace por su propio placer pero que perjudica muchísimo a nuestro perro.

Preparar un escenario de calma en casa permitirá que el perro se encuentre más relajado, más cómodo y le sea más fácil relajarse. Ante un movimiento tuyo en casa, lo ideal sería que el perro solo levante la cabeza cuando vea que vayas a la cocina, pero valore por si solo si vale la pena levantarse o seguir descansando. “A un perro maduro y equilibrado le será más fácil elegir si hace falta moverse o no.