En el 2008, Franciso Panessi integró el plantel de Los Pumitas que disputó el Mundial de Gales. Cordobés por adopción, “Pancho” nació en Villa La Angostura, vistió la casaca del Jockey Club y se recibió de médico. Pero a principios de 2017 decidió darle un giro a su vida y comenzó un viaje que lo llevó a recorrer Nueva Zelanda, Tailandia, Camboya, Laos y Australia, donde se encuentra actualmente. “Lo importante es ser feliz y hacer lo que disfrutamos”, le dice a Mundo D desde la camioneta que también es su hogar.

Desde hace casi dos meses está instalado en Queensland, al noreste del país, y trabaja de barista, un oficio que él mismo se encarga de catalogar como uno de los más normales dentro de todos por los que pasó. Se desempeñó en una granja de perlas en el mar, en otra de ciervos, cambió ruedas de autos a los que le probaban neumáticos, en una cocina y vendió pochoclos y café en el Cirque du Soleil. Y aquí es donde empieza esta historia.

Yo estaba trabajando de médico en Córdoba y tenía un amigo en el Cirque du Soleil que me dijo que si algún día quería ir a Australia tenía trabajo. Yo siempre tuve muchas ganas de viajar y pasé de médico a vender pochoclos y hacer cafés. Una divertida aventura con mi ex novia”, cuenta “Pancho” y admite que una lesión sufrida jugando al rugby también le hizo replantear algunas cosas.

Pero como el amor por la guinda seguía siendo fuerte, en Australia volvió a despuntar el vicio por un tiempo más. “Volví a jugar hace un año más o menos, una linda experiencia en un nivel más tranquilo. También fue como una linda despedida. Es un deporte de alto contacto y hay que estar bien físicamente y entrenado para poder disfrutarlo”, relata el extercera línea del Hípico cordobés.

A los 32 años y con casi cuatro fuera del país, “Pancho” sigue atentamente todo lo que ocurre en torno al club que lo recibió cuando vino a estudiar a Córdoba. “Mis amigos, mis hermanos, están ahí. El club es mi familia, se extrañan un montón los asados, las juntadas o tomarse un café o una cerveza. Lo que más se extraña es el amor fraternal que es tan particular en Córdoba”, afirma Panessi, quien confiesa que le hubiese gustado jugar algún partido con Los Pumas, pero lo que más siente es no haber salido campeón con el Jockey.

“El deseo más grande que me quedó sin cumplir es haber salido campeón con el club. La alegría conjunta que hubiésemos tenido al ser campeones hubiese sido mucho más grande que cumplir el sueño personal de haber jugado con el primer equipo de Los Pumas”, agrega.

 

Estando lejos, el club no es lo único que se extraña. También, los mates con la familia, ese mundo tan particular que envuelve a Nueva Córdoba y el tercer tiempo tan tradicional de “nuestro” rugby. “Nuestra cultura es pasional, de mucho amor, mucha amistad. La amistad es la familia y acá no se vive así la vida”, dice “Pancho” y explica que en Australia la gente es más correcta, te da la mano en lugar de un abrazo y la tradición del encuentro después de un partido de rugby no se realiza.

“En el rugby me pasó algo muy particular con algo tan importante como es para nosotros el tercer tiempo. Acá no se hacía y como éramos un grupo grande de latinos jugando empezamos a insistir en que nos quedemos un rato a compartir con los otros clubes. Nos quedábamos a charlar y a compartir algunos sándwiches con la gente de otros clubes, pero es muy diferente”, explica.

El ex-Jockey vivió 10 años en Córdoba y durante todo ese tiempo siguió forjando su personalidad y sus valores a través del rugby. Hoy, esa formación le permite sacarle el jugo a su vida “nómade”. La constancia, la dedicación y el amor por el deporte son algunas de las cualidades que aprendió con el rugby y que traslada a todo lo que realiza.

“Pancho” tiene ganas de volver a Argentina de visita, tomarse unos mates con los “viejos” y seguir adelante con su formación médica. “La idea es continuar con mis estudios en Europa; me gusta mucho todo lo que es la medicina integral holística, pero sin dejar de lado la tradicional. Me parece que la simbiosis de la ciencia con el sentir, el pensar y la conciencia es el camino a una salud íntegra. Mi idea es seguir ese camino; estudiar y formarme un poco más para ayudar a la gente en ese sentido”, dice y afirma que en la vida hay que saber aceptar las etapas que atravesamos; saber descubrir y descubrirnos.

“Viajar te da la oportunidad de que te abras a nuevas experiencias y que descubras cosas que te gustan. Todos tendríamos que darnos la oportunidad, no solo viajando, de experimentar y de fijarnos que es lo que realmente nos mueve. El rugby me dio las herramientas para poder practicar otras cosas de la misma forma y con la misma intensidad, pero en otra etapa de la vida”, cierra.

En este trayecto de su vida Francisco Panessi pasó por distintas etapas, entre ellas la cancelación de un viaje a Tailandia para perfeccionarse en masajes terapéuticos. La pandemia lo obligó a repensar el recorrido de su camino, pero él sabe reconvertirse y agradece poder disfrutar cada mañana cuando el sol comienza asomar en el mar. 

Fuente: lavozdelinterior.com

Fotos: Gentileza Pancho Panessi/La Voz del Interior