Recomendado de la semana: "La visita"

Por Juan B. Barcellandi*

El pueblo de Sierra Chica se ubica a 12 kilómetros de la ciudad de Olavarría. Allí conviven aproximadamente cinco mil habitantes, además de los más de tres mil internos alojados en la Unidad Penal N°2.

Esta cárcel de máxima seguridad reúne dos famosas condiciones, por un lado allí se encuentra Carlos Eduardo Robledo Puch, criminal que llegaría a la pantalla grande a partir de la reciente película “El Ángel” de Luis Ortega. Por otra parte la cárcel fue escenario del tristemente célebre motín ocurrido durante la semana santa del año 1996, que daría fama a la leyenda de “Los doce Apóstoles”.

El documental La Visita (Jorge Leandro Colás, 2019) esta filmado en esa misma unidad carcelaria, pero no tiene ningún interés directo por abordar esos casos. El motivo que lo convoca es el de mostrarnos cómo quinientas o seiscientas personas siendo en su mayoria mujeres y niños, visitan semana a semana a sus familiares presos. Para ello nos presenta, en algunas acciones que se repiten en varias oportunidades, imágenes que rebelan la dinámica cotidiana del lugar: el arribo nocturno de los colectivos larga distancia que traen enormes oleadas de personas, la eterna espera en las requisas, el soportar las condiciones climáticas adversas, la pésima organización e infraestructura del régimen de visitas (por momentos recuerda a un campo de concentración), o la epopeya de conseguir alojamiento para poder dormir. Estas y tantas otras situaciones son las que construyen un tejido de experiencias en común.

La pelicula muestra a una multitud de personas, pero se concentra en dos personajes que de alguna manera funcionan como eje, un almacenero muy elocuente y su relación con esa clientela nómade y fugaz que lo visita, y la mujer que arrienda cuartos, que asume un rol de huésped muy fraternal, generando lazos estrechos con otras mujeres que van a pasar la noche.

La clave para leer en qué registro esta trabajando la pelicula es observar cómo se evidencia que jamás accedemos al interior de la cárcel, ni somos testigos de lo que sucede allí adentro, sino que éste se construye con la fuerza del afuera.

La Visita decide tomar distancia del estereotipo “temática carcelaria” al que nos acostumbran algunas series del horario prime time televisivo, donde la sociedad (se supone que) es miserable, degradada y violenta por sí misma. El documental da lugar a un retrato desde el llano, tratando de comprender la situación que lleva a muchas personas a tener que viajar gran cantidad de kilómetros para asistir al encuentro con sus seres queridos.

*Prof. en Artes Audiovisuales, Facultad de Bellas Artes, UNLP

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