"Salvemos la tierra negra”

Cuando alguien comienza con el proceso de construcción en Villa la Angostura, seguramente tenga un terreno en donde hay varios árboles y muchas plantas, debajo lo que se llama sotobosque.

 Luego de pedir los permisos necesarios, uno de los primeros pasos es la poda o volteo de los árboles que representan un peligro para los habitantes de la futura vivienda.

A continuación  sigue una limpieza del sotobosque, y después viene el movimiento de suelo para nivelar el terreno, que es cuando se modifica completamente el suelo de nuestro terreno.

Sin embargo, antes de ese último paso falta una etapa que es clave: salvar la tierra negra, este paso es muy importante para luego tener un jardín hermoso, con menos dinero y en menos tiempo.

Primero, vamos a entender por qué es importante salvar la tierra negra.  El suelo tiene muchas capas: la más superficial es la capa de tierra negra, que está entremezclada con capas de ceniza volcánica, que son más claras, como aprendimos todos los que vivimos la erupción del volcán Caulle-Puyehue en 2011. Luego de esta sucesión de capas de tierra negra y ceniza volcánica, empiezan capas de ceniza volcánica muy profundas, ya de color negro, y más en profundidad vienen la greda y la roca.

Capas del suelo, donde se ve la tierra negra mezclada con las capas blancas de erupciones volcánicas.

La tierra negra, que es como la piel del suelo, es donde reside la parte viva. Allí se encuentran todos los microorganismos (bacterias y hongos), lombrices, e insectos que favorecen la transformación de las hojas que caen, u hojarasca, en materia orgánica. Esta materia orgánica, que es usada como alimento por todos esos seres vivos, es transformada por ellos en nutrientes, que absorben las plantas usando sus raíces. Es por esto que en esta capa de tierra negra se encuentran la mayor parte de las raicillas de las plantas. Debido a la gran cantidad de materia orgánica es que esta capa es de color negro: cuanto más negra sea la tierra, más materia orgánica tiene y por ende, hay más microorganismos que hacen que los nutrientes estén disponibles para las plantas.

Este proceso de formación de la tierra negra es muy delicado, ya que requiere de condiciones determinadas de aire y agua, además de la presencia de una gran diversidad de microorganismos, cada uno con sus requerimientos particulares. Es un proceso muy lento, que puede llevar muchísimos años. Por ejemplo, en Villa la Angostura, desde que cayó la ceniza de la erupción del 1960 del volcán hasta el 2011, se formaron unos 10 cm de suelo en promedio (aunque esto varía mucho según el lugar).

Entonces, ¿qué podemos hacer para no perder un recurso tan valioso que tenemos en nuestro terreno?

Es muy fácil: antes de que la máquina entre al terreno, compactando y sepultando toda la tierra negra para hacer el movimiento de suelo, le tenemos que pedir al maquinista que aparte la tierra negra a un lugar de acopio, en donde quede protegida de los futuros movimientos de suelo. Una vez que termina todo el proceso de construcción de la casa, y que arrancamos a trabajar en el jardín, tendremos tierra negra que podemos esparcir sobre el suelo, con todos los microorganismos y nutrientes propios de ese lugar, lo que hará que el césped y plantas crezcan mucho más rápido.

Es importante que evitemos la compactación de la tierra negra, y que ni bien la desparramamos en el jardín en seguida la sembremos o la protejamos con hojarasca para que no pierda sus propiedades ni la vida que posee.

Acopio de tierra negra (montaña de tierra iluminada por el sol) realizado previamente al movimiento de suelo.

Los beneficios de este “trabajito” extra son:

-sustentar la vida vegetal. Un césped que crece en una buena capa (20 cm) de tierra negra necesitará menos riego y será más verde. Los árboles y arbustos serán más frondosos, y si pensamos en tener una huerta, la tierra negra es fundamental para iniciarla y que los vegetales crezcan saludables.

-es económico, ya que un camión con tierra negra es mucho más caro que un camión con relleno.

-reduce la erosión del suelo, requiere menos riego y abono en comparación con tierra sin materia orgánica y aplastada.

-nos brinda la certeza de que es una tierra negra pura y con microorganismos ya adaptados a esas condiciones de suelo.

-el respeto moral por la tierra negra y la vida que allí reside, valorando que la tierra negra es un recurso escaso, que lleva miles de años de evolución.

Hoy charlaremos sobre esto en la radio. Si querés saber más sobre Agenda Verde visitá nuestro Facebook @agendaverdeangostura, la página web https://agendaverdeangostura.blogspot.com/, o escribinos al email: [email protected].

¡Y ya sabés, evitá usar la valiosa tierra negra como relleno y compactarla, cuidándola para tener un jardín más frondoso y adecuado a su lugar desde la raíz!

Autor: Esteban Harari, editora de la nota: Luciana Elizalde