La Angostura que no fue: El Centro Cívico

Durante la gestión del ex intendente Hugo Panessi, el gobierno comunal avanzó con una idea urbanística que planteaba la creación de un “Centro Cívico” donde se nuclearían, Concejo Deliberante, Museo Histórico, Registro Civil, etc.

El proyecto arquitectónico encontró su lugar físico en un predio de 7 hectáreas ubicado entre el actual Centro de Convenciones y el Registro Civil.

En el 2007, el Concejo Deliberante aprobó por unanimidad el llamado a Concurso de ideas para la elaboración del proyecto.

Esa instancia disparó críticas incluso en sectores opositores que sostenían a viva voz que era indispensable que primero se terminara con el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) que pagaba en ese momento al comuna a un grupo de profesionales y del cual también formaban parte referentes de la villa.

No obstante, se avanzó con el concurso de ideas y desde la gestión de Panessi se argumentó que ambas cosas podían hacerse en paralelo porque no era necesario aguardar las conclusiones del POT.

Se pautó entonces que El ganador cobrará a los 30 días un monto de $5000 a cuenta de los honorarios por $50.000 al momento de desarrollar el anteproyecto.

Si bien la propiedad intelectual pasaría a ser propiedad del  municipio y podrá modificar la propuesta, tendría que respetarse el proyecto del ganador. También, desde la UVAC se cuestiona la afectación del presupuesto.  

Finalmente, en noviembre del 2007, el concurso lo ganó el estudio del arquitecto Gabriel Grönbeger, quien tenía 180 días desde la firma del contrato para presentarlo a la Municipalidad.  El estudio ganador recibió un premio de 5000 pesos a cuenta de los 45.000 pesos que la comuna les debería pagar, cuando presentaran el anteproyecto.

No obstante, en agosto del 2008, ya con Ricardo Alonso como intendente, se acordó postergar los plazos para la presentación del anteproyecto, tal como lo estipulaba la ordenanza sancionada el 28 de diciembre del 2007.

El argumento para esa decisión fue sencillo y contundente: “hay otras prioridades para la gestión municipal como las obras de saneamiento y de infraestructura”.

Además, se indicó que la comuna no contaba con presupuesto para encarar los trabajos y tampoco había financiamiento ni de provincia, ni de nación, ni de otros organismos. Si bien se destacó en ese entonces que la decisión de postergar la presentación del anteproyecto “no invalida el proceso que se hizo en la gestión pasada”, el acuerdo entre ambas partes era “establecen otros plazos hasta que mejoren las perspectivas económicas”.

 En ese contexto, el proyecto se diluyó hasta perderse por completo ya que ni la gestión de Cacaul, ni la de Caruso, ni la actual de Stefani, lo reflotaron.

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