“Carta a Jean Pierre Raemdonck”

Te acuerdas Jean Pierre de aquellos años de la década del ’70 cuando entusiasmaste  a todos con las primeras prácticas del ski.
La primera “pista” fue la calle que baja al lado de Gendarmería. Fuiste el primer instructor de esquí, gratuito por supuesto. Después fue tu idea utilizar el Cerro Bayo para armar una pista de esquí, cuando los cerros todavía  eran de Dios y no de las corporaciones. Con el tiempo lo transformaste en un importante atractivo turístico que benefició a todos los angosturenses.
Pusiste tu capital y todo tu conocimiento al servicio de ese ideal de darle a Villa La Angostura un deporte de invierno. El entusiasmo fue de todos.
Aquel proyecto se convirtió en un  atractivo turístico que cambió una gran parte del ingreso anual de todos. Porque el turismo es un emprendimiento solidario. No es de un solo servicio, todos los servicios confluyen al bien estar de un turista.
De recibir visitantes únicamente de enero a marzo se pasó a recibir los beneficios del deporte invernal que alcanzaron en esto últimos años a casi a los tres meses en invierno.  Jean Pierre te debemos el haber creado la “temporada de invierno”.
Eras prudente y conciente de los precios que  cobraba Cerro Bayo. Sabías que no se puede comparar nuestro Cerro  Bayo con Catedral o Chapelco. Y con esa prudencia en las tarifas de los  medios de elevación y de los servicios en el Cerro, los turistas venían y las temporadas invernales, daban trabajo a muchísima gente.
Tenías muy claro que no era un “gran Centro de esquí”, eran y son unas muy buenas pistas con sus limitaciones. Nunca pretendiste que sea Boutique.
En algún momento todos los comerciantes dijimos “qué sería de nosotros, pueblo turístico, si el Cerro no abre una temporada, con qué cubrir las deudas generadas durante los meses de mayo, junio, agosto, septiembre, octubre?”
Bien esta temporada invernal lo hemos aprendido. Un cerro Boutique cuyos dueños no tienen cara, nos enseñaron de una manera muy breve y cruel; cómo una empresa marca tarifas pensando sólo en ellos.
Si analizamos el fracaso de esta temporada invernal que en lugar de durar  casi 90 días apenas duró 15, y escuchamos a nuestros clientes, sabemos que  se iban a Caviahue  o a Catedral por que les daban mucho más por menos o igual precio. Si las tarifas del Cerro son caras la gente no viene aquí.
Habría que enseñarles a los nuevos dueños del Cerro Bayo  que las tarifas deben estar de acuerdo a los servicios que se brinda.
Como resultado de esto los comerciantes y hoteleros por primera vez tuvieron que decir a su gente colaboradora "debo suspenderte porque no tenemos con qué enfrentar los gastos", mucho más duro es escuchar de nuestros empleados cuando dicen "y ahora qué hacemos si nadie tiene dinero, todos estamos mal”.
Entonces en este análisis aparece Jean Pierre, el belga sencillo,  que siempre puso la cara, que cobraba tarifas razonables y de esa manera el turismo de familia se prolongaba a  dos y casi tres meses en invierno.  Esos meses de invierno devenían en nuevos trabajos que se hacen en los meses pre temporada de verano. Se contrataban albañiles, pintores, jardineros, limpiadores de alfombras, carpinteros, etc. Este año no ocurrirá.
No teníamos un Cerro Boutique pero todos podíamos vivir, desde el empresario hasta el obrero, con las temporadas de invierno, complementando las de verano ya que de una única y sola temporada anual no se puede.
CONCLUSIÓN: Cerro Bayo Boutique con su política de tarifas logró que los turistas se derivaran a otros Centros de esquí y que muchos angosturenses se quedaran endeudados, sin rentas, y otros más dramáticamente sin trabajo, y todos en la desesperanza. Años de esfuerzo, de aprendizajes, de inversiones, de promociones están en peligro. Es para pensar.
Jean Pierre, gracias, y si pudieras volver, eso sí sería mágico!!!
Gracias
Alicia Vila